Las compañías de bebidas alcohólicas en EE UU le apuestan a las bebidas sin alcohol

En abril la revista The Atlantic publicó que “Los Millennials están cansados de beber", pocos días después de que el sitio de noticias Vox predijera que las personas estarían escuchando más sobre el movimiento "sobrio y curioso". Esta tendencia no es solo una moda generacional, cerca de la mitad de los adultos estadounidenses (y dos tercios de las edades de 21 a 34 años) dicen que están tratando de beber menos, según datos de la firma de investigación de mercado Nielsen. El mercado estadounidense de bebidas preparadas bajas en alcohol o sin alcohol, crecerá aproximadamente un 39% para el 2022, según datos de la firma de investigación de mercado de bebidas IWSR.

Los principales productores de alcohol son algunas de las primeras empresas en dar el cambio, con las ventas inestables de Budweiser y Bud Light, la empresa matriz Anheuser-Busch InBev (AB InBev) ha invertido en jugos de frutas, bebidas probióticas, y se ha comprometido a que el 20% de su volumen de cerveza no contenga alcohol o sea bajo en alcohol para el 2025. En el 2018, Molson Coors adquirió una empresa que vendía kombucha, la gustosa bebida fermentada. Heineken y Budweiser lanzaron recientemente cervezas sin alcohol, y varias cervecerías artesanales están experimentando con opciones de bajo volumen de alcohol. Otras innovaciones en esta tendencia es el Keel, un nuevo vodka con bajo contenido de alcohol, estos productos forman parte de un "movimiento de moderación".

Según los datos federales del 2019, el consumo de alcohol entre los adolescentes es bajo, y la Dra. Nora Volkow, directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de EE UU, expresó “que es probable que el consumo de alcohol sea menor en el futuro, ya que la mayoría de los grandes bebedores comienzan cuando son jóvenes”.

Aun así, muchos estadounidenses todavía beben, aproximadamente el 56% de los adultos en los EE UU son bebedores regulares, según los últimos datos federales. Las tasas de consumo de alcohol entre los adultos jóvenes han disminuido solo modestamente durante la última década, y las tasas se han mantenido estables entre los mayores de 26 años. Pero la forma en que beben las personas está cambiando, incluso si los datos federales todavía no lo reflejan.

Para algunas personas, mantenerse sobrio ahora se trata más de un estilo de vida saludable, en lugar de una necesidad médica o en respuesta al abuso de sustancias. Los Millennials, la generación que impulsa el mercado de bienestar global de USD4,2 billones, están prestando atención a las crecientes advertencias sobre los problemas de salud relacionados con el alcohol, como los mayores riesgos de cáncer y el deterioro cognitivo.

Entre los bebedores de cerveza habituales que dijeron que consumían menos, por ejemplo, el 40% atribuyó el cambio a "optar por un estilo de vida más saludable" y otro 17% señaló "razones relacionadas con la salud", según una encuesta de Nielsen en el 2019.

Esta generación busca bebidas que son generalmente más saludables que las típicas de bar, ya sea por lo que contienen (probióticos, adaptógenos, tinturas) o por lo que no (alcohol, azúcar, ingredientes artificiales). "El bajo contenido de alcohol es parte de algo más amplio", "son calorías, son carbohidratos, no contienen gluten, son orgánicos, son probióticos. Todo se relaciona con este estilo de vida más saludable " dijo Danny Brager, vicepresidente senior de bebidas alcohólicas de Nielsen en los EE UU.

Implicaciones para Costa Rica

El mundo se encuentra en constante cambio y por ende los consumidores también, la tendencia de salud y bienestar, impacta no solo la categoría de alimentos, sino también, las bebidas. Las empresas exportadoras o potenciales exportadoras de bebidas alcohólicas y no alcohólicas deben prestar atención a lo que está sucediendo en mercados como el estadounidense, pues es probable que esta tendencia se replique en otras latitudes. Si bien es cierto en EE UU los consumidores están optando por reducir el consumo de alcohol, no se debe ver como una desaceleración para el sector, por el contrario, esto se debe apreciar como una oportunidad para las empresas de bebidas no alcohólicas, pero también estimula a las empresas productoras de bebidas alcohólicas a que innoven con productos que contengan características que muchos consumidores están buscando, como libres de azúcar, con probióticos, sin ingredientes artificiales, etc., siempre en línea con una vida más natural y saludable.