El uso de mascarillas faciales da nuevas perspectivas a la industria de la belleza en tiempos post covid-19
Ante la presencia de la pandemia del COVID-19, la industria de belleza proyecta un crecimiento en la compra de cosméticos de color como sombras de ojos, delineadores, rímel y correctores a medida que los consumidores se acostumbran a usar mascarillas faciales.
Tendencia que tiene potencial para continuar después del brote de COVID-19, especialmente teniendo en cuenta que usar mascarillas ya es un asunto cotidiano para ciertas regiones del mundo desde antes de la pandemia.
Asia, por ejemplo, especialmente el norte, está acostumbrada a ponerse máscaras quirúrgicas para evitar la contaminación, el polen o los gérmenes, así como para protegerse de los estornudos y la tos. En esta región del mundo, los cosméticos de color han crecido con fuerza a lo largo de los años alcanzando casi los 61.000 lanzamientos en el período 2017-2019 (CAGR 20%), de los cuales más de un tercio corresponden a los utilizados para los labios, según Mintel GNPD.
Ante este panorama, las marcas deben ver más allá del factor básico de higiene personal que implica ponerse una mascarilla facial y visualizar nuevas oportunidades potenciales. Se proyecta que en el futuro cercano se buscarán productos para mejorar el color de las cejas y los ojos, la base se pondrá a prueba para garantizar que su formulación pueda resistir el sudor y permanecer debajo de las máscaras, un punto que las marcas enfatizan fuertemente en su comercialización regular de productos. El diseño de las mascarillas y la forma en que la persona pueda maquillarse con ella será también parte de los elementos a considerar por parte de los consumidores, los cuales buscarán productos de una mayor calidad y serán utilizadas como diferenciador facial en combinación con los productos cosméticos utilizados.
Implicaciones para Costa Rica
Ante la coyuntura actual del COVID-19 se han generado cambios en los patrones de consumidores que han permitido la conjugación de productos e industrias que habitualmente no tenía fuerte influencia entre ellas, como el caso de las mascarillas faciales y la industria de la belleza. El uso de estas mascarillas se espera que sea cada vez más común, conforme se vayan adoptando medidas de desconfinamiento en los países de mayor afectación (como el caso de China), lo cual impulsa el desarrollo de productos de belleza como los indicados en la alerta más allá del brote actual.
Los exportadores costarricenses deben encontrarse al tanto de las tendencias mundiales de los consumidores y se plantea que, en un futuro cercano, se abran potenciales oportunidades para las empresas costarricenses de la industria de la belleza para el desarrollo de productos y aplicaciones que faciliten la experiencia de uso del consumidor, abogando por el bienestar, el marketing emocional positivo y la calidad de los productos.
Acumulado al primer trimestre del 2020, Costa Rica exportó USD1,4 millones de preparaciones de belleza y maquillaje (CAGR 16% respecto al mismo período del año anterior), a países de América Central como: Guatemala (30%), Honduras (19%) y Nicaragua (15%).