La superficie de cultivo de piña creció en Cuba
Agricultores de Ciego de Ávila (ciudad y municipio del centro de Cuba), incrementaron a unas 700 hectáreas sembradas de piña en el centro y sur avileño, parte de las cuales están en plena cosecha con las atenciones culturales necesarias para continuar uno de los principales proyectos agrícolas puestos en marcha del 2012 a la fecha.
Reinaldo de Ávila Guerra, director de la Unidad Empresarial de Base dedicada a este tipo de cultivo, precisó que el clima ha afectado algunos campos por el exceso de humedad, pero se mantienen los acostumbrados niveles de recolección. La variedad más apetecida es la nombrada MD-2, introducida hace seis años en tierras de Ciego de Ávila, mientras otros campos son del género de la Española Roja, extendidas no solamente a suelos avileños, sino también a varias provincias.
Ávila Guerra subrayó que disponen de abundantes posturas para ambas especies y existen los recursos técnicos para acrecentar los plantíos, entre tanto las pequeñas fábricas y el combinado de Ceballos, procesan el fruto para su comercialización en los mercados locales, el turismo, las placitas y otros puntos de venta.
Wilver Bringas, director general de la Empresa Agroindustrial Ceballos, dijo a la ACN que disponer de dos tipos de piña es una gran ventaja, pues la MD-2 puede llegar a unas 80 toneladas por hectárea, mientras la otra aporta sólo entre el 25% y el 30% de esa cifra, pero es más resistente al cambio climático y demanda menos insumos.
Con motivo de radicar en el sur de Ciego de Ávila los mayores piñales, el año pasado se montó allí una planta, que diariamente envasa con trozos de piña en almíbar un total de 1.300 latas de 3,2 kilogramos cada una y otras 4.000 de medio kilogramo.
Las ventas avileñas de frutas frescas de forma natural o en conservas tienen su presencia en polos turísticos, como Jardines del Rey, Varadero, Ciudad de La Habana y en otros, lo cual motiva ingresos monetarios destinados al desarrollo agrícola.
Actualmente, se trabaja en el cumplimiento de los sistemas de siembra y atención a los cultivos, en conjunto con la dosificación de los fertilizantes y medios biológicos contra las plagas y enfermedades, lo que ha incidido en un mejoramiento de las cosechas. Este programa a largo plazo trata de recuperar un cultivo que tuvo su época de gloria en los años 80 con récord de recolección de más de un millón de quintales.
Implicaciones para Costa Rica
En el 2017, Cuba exportó USD774.000 de piña, lo que representa un incremento de 58%, respecto al 2017. Dentro de sus principales mercados de destino se encontraron Francia (48%) y España (43%). La apuesta de este país por el cultivo de la variedad MD-2 sembrada también en Costa Rica, podría implicar mayor competencia en los mercados internacionales, principalmente el europeo.
En el 2018, las exportaciones costarricenses de piña alcanzaron los USD1.004 millones, es decir un crecimiento del 4%, respecto al año anterior, en donde destacaron destinos como: EE UU (48%), Holanda (14%) e Italia (8%).
Pese al crecimiento experimentado en el período 2017-2018, se ha visto una contracción en los envíos en los primeros dos meses del 2019 en comparación con el año anterior (-5%). De acuerdo con la Cámara Nacional de Productores y Exportadores de Piña (Canapep) factores como las fuertes precipitaciones durante el 3er trimestre del 2018, incidencia de plagas, caída de precios en los dos principales mercados (EE UU y UE), floración natural y parte de la producción que no se exporta que genera exceso de oferta a nivel local, entre otros factores, han generado una reducción en las exportaciones en el presente año.