Empresas japonesas desarrollan nuevos tipos de banano
En la prefectura de Fukushima, se está produciendo un nuevo tipo de banano cuya piel es comestible, al que han denominado Kirei, que, en japonés, significa “hermoso”, se estima que su precio rondará los USD3 la unidad.
Con este cultivo, Japón pretende mejorar su autoabastecimiento de esta fruta, ya que depende altamente de las importaciones (provienen en su mayoría de Filipinas).
Dado los antecedentes de la ciudad, para combatir los problemas de seguridad alimentaria, se ha establecido un sistema para medir la radiación en productos agrícolas para garantizar su distribución y consumo.
Adicional a esta innovación, también ha debutado una variedad de banano muy semejante a la anterior pero cuyo cultivo se da en frio, específicamente a temperaturas de -60 ºC. Esta nueva variedad ha sido bautizadas como Mongee Banana y su desarrollo ha estado a cargo de los científicos de la compañía D&T, que han decidido imitar el clima frío de la Tierra de hace 20.000 años cuando las primeras plantas comenzaron a brotar tras el deshielo invernal. De esta manera, mientras la mayoría de las plantas de banano necesitan dos años para alcanzar la madurez completa, las Mongee solo precisan de cuatro meses.
Una ventaja adicional es que no se emplean pesticidas. Tampoco han sido precisas modificaciones genéticas para sacarlo adelante. En el sitio web de D&T Farm afirman que la cáscara de banano Mongee puede contener triptófano, que algunos estudios relacionan con la creación de serotonina, vitamina B6 y magnesio.
Implicaciones para Costa Rica
Las exportaciones de banano de Costa Rica alcanzaron los USD1.029 millones en el 2018, posicionándose como el segundo producto de exportación del país. Los ejemplos descritos en la noticia muestran cómo la tecnología y la inversión en I+D, puede transformar y mejorar la calidad de productos tradicionales, los cuales tienen una alta demanda en los mercados internacionales.
Es así como, el desarrollo de variedades y productos innovadores abre oportunidades en nuevos nichos con consumidores dispuestos a pagar más por productos con algún tipo de diferenciación, lo cual es especialmente importante en mercados sofisticados como Japón que destacan por sus altos precios en productos de calidad e innovación.