Unión Europea cada vez consume más opciones orgánicas, pero de producción propia
El informe «Importaciones de la UE de productos agroalimentarios ecológicos: desarrollos clave en 2020″, publicado recientemente por la Comisión Europea, revela que a pesar de que el mercado de alimentación orgánica en la UE ha ido creciendo en los últimos años.
Se ha observado que las importaciones de productos agroalimentarios orgánicos disminuyeron ligeramente entre el 2019 y el 2020. Por tanto, este aumento de consumo se satisface con producción local, concluye.
En términos de categorías de productos, aumentaron las importaciones de frutas tropicales y arroz, mientras cayeron las importaciones de otros cereales, harinas y azúcar. En el 2020, la UE importó 2,79 millones de toneladas de productos agroalimentarios orgánicos, una disminución del 1,9% en comparación con los 2,85 millones de toneladas importadas en el 2019. Productos básicos (que incluyen cereales, aceites vegetales y semillas oleaginosas, azúcar, leche en polvo, mantequilla, café sin tostar y cacao) representaron el 48% de las importaciones del 2020 en términos de volumen y el 29% en términos de valor. En cuanto a otros productos primarios (incluidos productos cárnicos, frutas, hortalizas, yogur y miel), representaron el 42% de las importaciones en términos de volumen y el 53% en términos de valor.
Países Bajos es el mercado por medio del cual ingresa a la UE el mayor volumen de productos orgánicos, concretamente el 31% de las importaciones totales en el 2020. Le siguen Alemania, Bélgica y Francia, con el 18%, el 11% y el 10%, respectivamente. Los principales socios comerciales en materia de importación de productos orgánicos en la UE son Ecuador (12%), República Dominicana (9%), China (8%) y Ucrania (8%).
Implicaciones para Costa Rica
El consumo de productos orgánicos ha aumentado en los últimos años debido a la alta demanda y preferencia por parte de los consumidores, quienes buscan la reducción de aditivos químicos o artificiales en los productos que consumen. Las economías desarrolladas como UE cuentan con la mayor demanda dado que disponen de un mayor poder adquisitivo y además tienen un interés marcado por la sostenibilidad y la salud.
Este mayor consumo de productos orgánicos y la mayor preocupación de los consumidores por mejorar su salud arroja una posible oportunidad para los productores costarricenses que están involucrados en este sector. Sin embargo, la preferencia por la producción local es un reto que el sector tiene que enfrentar, para lo cual elementos como la calidad y la diferenciación son fundamentales para mantenerse competitivo.