Colombia, 27 de diciembre del 2023
El pasado 18 de diciembre la compañía petrolera BP anunció que suspendería todos los envíos a través del Mar Rojo, luego de que lo hicieran otras grandes empresas como Maersk, MSC, Equinor, Hapag-Lloyd o Evergreen, debido a ataques de rebeldes hutíes de Yemen, respaldados por Irán, contra buques que consideran estarían “vinculados a Israel”.
Más específicamente, los ataques de este grupo tuvieron como objetivo los buques que transitan por el estrecho de Mandeb, ubicado entre Yemen (Península Arábiga) y Yibuti y Eritrea (Africa).
Mediante esta ruta, los barcos tuvieron acceso al Canal de Suez desde el Sur, por lo que los ataques obligaron a dichas embarcaciones a tomar una ruta mucho más larga al tener que rodear todo el continente africano.
Las consecuencias inmediatas de los ataques fueron más que significativas: tras la suspensión de envíos a través del mar Rojo por parte de empresas petroleras, se evidenció un aumento en los precios de petróleo y de gas natural. Este dato fue más relevante cuando se tuvo en cuenta que por el canal de Suez fluyeron alrededor de 9,2 millones de barriles de crudo diarios en el primer semestre del año, lo que suposo el 9% de la demanda global de petróleo.
Por su parte, la suspensión de actividades en el Mar Rojo por parte de navieras también presentó graves consecuencias: la búsqueda de una ruta alternativa a través del Cabo de Buena Esperanza (Sudáfrica) supone añadir 10 días más de ruta marítima a los 27 días en promedio que tarda en arribar un buque desde Rotterdam a Shanghái.
Este cambio de ruta, a su vez, trae consigo un aumento en el costo de los fletes, que se estima en un 23,1% adicional: según el Índice Mundial de Contenedores, publicado semanalmente por Drewry, entre el 30 de noviembre y el 14 de diciembre los fletes para esta ruta aumentaron de USD1.171 a USD1.442.
Finalmente, el cambio de ruta trajo consigo efectos colaterales como primas de seguros más altas, debido a que los barcos se vieron obligados a tomar una ruta mucho más larga alrededor de África.
Sin lugar a duda, los impactos para el comercio mundial significarán millones de dólares. Las consecuencias se transmitirán de las empresas navieras a los consumidores finales, especialmente en los bienes de consumo final. Esta coyuntura, que podría poner en riesgo las cadenas de suministro a nivel global, tendría un impacto negativo en el comercio exterior colombiano.
EE UU anunció recientemente una fuerza naval internacional con la participación de otros países como Reino Unido, Francia, Canadá, Italia, Países Bajos, Bahréin, entre otros; por lo que el precio a pagar por garantizar la seguridad del tráfico marítimo podría ser mucho más elevado que las pérdidas económicas. Te invitamos a conocer más sobre el comportamiento de las importaciones y exportaciones en nuestro módulo Estadísticas de Comercio Exterior https://n9.cl/5fq89.