Europa, 29 de mayo del 2024
La historia económica de Finlandia se remonta a la Edad Media, cuando el país era parte del Imperio Sueco. Durante este tiempo, la economía finlandesa se basaba principalmente en la agricultura y el comercio de pieles con los países vecinos.
En la segunda mitad del siglo XIX, Finlandia se convirtió en parte del Gran Ducado de Finlandia, que estaba bajo el control de Rusia, diversificando su economía con la industrialización, especialmente en el campo de la producción de papel y cartón.
Después de la guerra, Finlandia se centró en el desarrollo de una economía planificada socialista, con una fuerte presencia del estado en los principales sectores económicos. Esta política continuó durante la década de 1950 y principios de 1960, pero se abandonó gradualmente a partir de la década de 1970, cuando el país adoptó una economía más orientada al mercado.
Este cambio se tradujo en un período de crecimiento económico sostenido durante las décadas siguientes, con un aumento significativo en el nivel de vida y una reducción en el desempleo. La introducción del Euro como moneda nacional en el 2002 también contribuyó a una mayor estabilidad económica para Finlandia.
En la actualidad, el contexto macroeconómico de Finlandia se encuentra en un estado relativamente estable, con un crecimiento económico moderado y una inflación baja.
La economía de Finlandia se basa en una combinación de industrias tradicionales tecnológicamente avanzadas especialmente en el campo de las comunicaciones y la electrónica; adicionalmente, la expansión de la industria de servicios financieros como bancos y seguros, la creciente demanda de servicios profesionales y de salud, la fabricación de papel y cartón, la producción de acero, la fabricación de productos químicos, el turismo (especialmente durante el invierno cuando se celebra el Festival de la Luz y el Festival del Hielo) han sido grandes contribuyentes en el PIB finlandés, mientras que la producción de energía renovable, especialmente energía eólica y energía hidroeléctrica y la reserva mineral de hierro, están impulsando el desarrollo de la industria minera.
Durante el 2022, el PIB nominal de Finlandia, según datos de arrojados por el Banco Mundial, fue de USD282,9 mil millones lo que representó un incremento anual del 1,6%, un PIB per cápita de USD50.913,3 millones, el 6,8% de la población se encuentra desempleada y la tasa de inflación fue del 7,1%, con un aumento del 1% anual; estas variables económicas hacen que el país tenga un sistema financiero estable y bien regulado con una supervisión bancaria efectiva.
Finlandia cuenta con un sistema social avanzado, que incluye una cobertura extensiva de salud y seguridad social para sus ciudadanos, sin embargo, enfrenta desafíos económicos actuales, como una edad media creciente y una disminución en la natalidad, lo que puede llevar a una disminución futura en la fuerza laboral y un aumento en las pensiones. Así mismo, trabaja constantemente para abordar desafíos ambientales como el cambio climático y la contaminación del aire.
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