Colombia – 13 de Mayo del 2025
Colombia y la Nueva Ruta de la Seda: entre la oportunidad económica y la tensión geopolítica
Colombia – 13 de Mayo del 2025
La posible adhesión de Colombia a la Nueva Ruta de la Seda, la ambiciosa iniciativa global impulsada por China, ha despertado tanto expectativas como inquietudes. Aunque aún no existe un memorando de entendimiento formal, los gestos diplomáticos recientes indican un interés creciente por parte del gobierno colombiano.
Por
Daniela Camacho Peñata miembro del Equipo Legiscomex

La Nueva Ruta de la Seda llamada originalmente Iniciativa de la Franja y la Ruta (Belt and Road), es un proyecto geopolítico y económico que propende por la consolidación de China como potencia global, por medio de la generación de redes de comercio, cooperación e infraestructura. Se trata de una iniciativa del gigante asiático que pretende incrementar su influencia económica y política en el mundo.
Se le otorgó el nombre de “Nueva Ruta de la Seda” a esta iniciativa, debido a que toma el nombre de la histórica “Ruta de la Seda”, cuyo origen se remonta al siglo II a.C. durante la dinastía Han de China, cuando se crearon rutas comerciales que facilitaron el comercio de seda, especias y otros bienes y que de igual manera conectaban Asia, Europa y África. Lo cual, impulsó el intercambio cultural, religioso y tecnológico.
A diferencia de la antigua Ruta de la Seda, centrada en la conexión comercial entre Asia, Europa y África, la Nueva Ruta de la Seda no solo busca revitalizar esos corredores históricos, sino también ampliar su alcance geoestratégico mediante la consolidación de nuevas rutas hacia Latinoamérica.
Cabe destacar que la Nueva Ruta de la Seda se estructura como una serie de acuerdos bilaterales entre China y cada uno de los países participantes. Esto implica que los beneficios derivados de la cooperación suelen limitarse a la relación directa con China, sin necesariamente extenderse a los demás países involucrados en la iniciativa.
Principalmente, China ha realizado inversiones en construcción de carreteras, puentes, puertos comerciales, telecomunicaciones y centrales eléctricas en los países que se han unido a su iniciativa.
Países que abarca la Nueva Ruta de la Seda
Algunos países latinoamericanos que han firmado memorandos de entendimiento para adherirse a la iniciativa
Es relevante destacar que un Memorando de Entendimiento expresa la voluntad de cooperar, sin generar obligaciones legales o contratos obligatorios. En este sentido, los países que lo han suscrito manifiestan su interés en participar en la Nueva Ruta de la Seda, pero aún no han asumido compromisos formales que impliquen exigencias jurídicas o contractuales.
Esto pone de manifiesto que el interés por integrarse a la Nueva Ruta de la Seda no es definitivo; los países firmantes pueden revocar su intención y cancelar el memorando de entendimiento, como ocurrió en el caso de Panamá. Este fue el primer país latinoamericano en suscribir dicho acuerdo con China en el 2017, pero posteriormente solicitó su cancelación en el 2025.
Cabe destacar que esta decisión se produjo pocos días después de la visita a Panamá del senador estadounidense Marco Rubio, quien manifestó preocupación ante una posible injerencia china en el canal interoceánico. En este contexto, la retirada de Panamá ha sido interpretada como una señal de su interés por fortalecer su relación estratégica con EE UU.
¿En qué punto se encuentra Colombia en relación con su interés por incorporarse a la Nueva Ruta de la Seda?
El presidente Gustavo Petro afirmó lo siguiente: “vamos a firmar la ruta de la seda. Tanto América Latina como Colombia somos libres, soberanos, independientes. Y las relaciones que establecemos con cualquier pueblo del mundo, al norte, al este o al oeste o al sur, deben ser en condiciones de libertad, de igualdad. En esa medida hemos decidido dar un paso al frente profundo entre China y América Latina”.
Esto refleja la intención de Colombia de vincularse a la Nueva Ruta de la Seda. Sin embargo, hasta la fecha, no se ha suscrito un memorando de entendimiento que formalice dicha intención ni que oficialice su incorporación a la iniciativa.
La posible adhesión a la Nueva Ruta de la Seda ha suscitado posturas divididas. Sus defensores argumentan que podría impulsar el desarrollo de infraestructura estratégica como ferrocarriles, puertos, carreteras, aeropuertos, telecomunicaciones, redes eléctricas y oleoductos. Además, señalan que podría contribuir a diversificar las relaciones comerciales del país y reducir su histórica dependencia de EE UU.
No obstante, diversos sectores empresariales han manifestado preocupación ante la posibilidad de que estos proyectos, deriven en un aumento significativo de la deuda externa, generando riesgos fiscales y comprometiendo la sostenibilidad financiera del país. A ello se suman preocupaciones geopolíticas, especialmente ante la posibilidad de que una mayor cercanía con China pueda desencadenar en represalias diplomáticas o comerciales por parte de EE UU.
Comercio bilateral entre Colombia y China en el 2024
Para el 2024, China se consolidó como el segundo principal proveedor de bienes de Colombia y ocupó el cuarto lugar entre los principales destinos de las exportaciones del país.
Para este año, las exportaciones de Colombia a China totalizaron en USD2.377,15 millones, mientras las importaciones realizadas de este país fueron de USD15.936,1 millones, lo que derivó en una balanza comercial deficitaria de USD13.558,95 millones.
Los principales productos exportados por Colombia a China, en el 2024, fueron los aceites crudos de petróleo o de mineral bituminoso (USD892,69 millones); las hullas térmicas (USD500,82 millones); ferroníquel (USD289,99 millones) y los demás cafés sin tostar, sin descafeinar (USD144,2 millones).