Comercio
Dólar y bajos precios golpean vinos y salmón chilenos
Con un volátil escenario externo y un dólar en picada que resta competitividad a las exportaciones nacionales, los productores chilenos de vino y salmón buscan mantener el dinamismo de esos sectores, apostando a la consolidación de sus principales mercados.
Las industrias del vino y el salmón, dos de los rubros estelares de las exportaciones no tradicionales de Chile, viven tiempos de dificultades por la desaceleración económica global, la depreciación del dólar frente a la moneda local y el incremento en los costos de producción.
“Son dos sectores muy presionados por los bajos precios internacionales de esos productos, lo que se explica por el desbalance entre oferta y demanda mundial y por las dificultades económicas en la Unión Europea (UE) y EE UU”, dijo a Legiscomex.com el economista de Dexatrade Consultores, Germán Calderón.
Señaló que al mismo tiempo se ha registrado un aumento de costos de producción en el sector vitivinícola por la escasez y el encarecimiento de la mano de obra en Chile –debido al auge minero- y en el caso del salmón, por el alza de la harina y el aceite de pescado, principales insumos de esa industria, pues sirven de alimento para los salmónidos.
“Tenemos también un dólar muy bajo que pega a todas las exportaciones chilenas. Este es otro elemento a destacar, porque Chile exporta más del 80% de su producción de vinos y salmón, entonces hay que hacer frente a un precio del dólar muy bajo que afecta nuestra competitividad en los mercados externos “, sostuvo el economista y especialista en comercio internacional de la Universidad Católica de Sao Paulo.
Durante el 2012 y lo que va de este año, el peso chileno ha registrado una apreciación del 10,2% frente al dólar, lo que ha llevado a los exportadores a pedir al Gobierno y al Banco Central una intervención que detenga la caída de la divisa estadounidense mediante la compra masiva de dólares.
“Chile debe proteger a su industria exportadora. No podemos conformarnos con ser exportadores de cobre, hay que ampliar nuestra oferta de productos exportables, pero con una paridad a estos niveles de 466 pesos (chilenos (CLP) por dólar) la situación es muy complicada. Nos preocupan mucho las señales de la llamada enfermedad holandesa (la pérdida de competitividad de un país por la masiva captación de divisas, como es el caso de Chile por sus altas exportaciones de cobre)”, dijo el presidente de Vinos de Chile, René Araneda.
Para Calderón, los resultados de las industrias chilenas del vino y el salmón“van a depender en el corto plazo de la recuperación de precios y del factor dólar, pero de cualquier forma será un año complejo para los dos sectores”, que se convirtieron en las estrellas emergentes del comercio exterior chileno durante la última década y aportan, juntos, la quinta parte de las exportaciones no tradicionales del país y generan más de 100.000 empleos directos e indirectos.
De acuerdo con estadísticas oficiales, la producción mundial de salmón Atlántico –el de mayor venta en el mundo- creció un 12% en el 2011 y 21% en 2012 y Chile fue el principal responsable de este aumento, ya que la oferta nacional subió un 30% y un 70%, respectivamente, en esos años.
Para el 2013, se anticipa un incremento del 35% en la producción chilena, pero las temperaturas más frías del mar en Noruega –principal exportador de salmónidos a nivel global- causarán una reducción en la oferta mundial de salmón luego de que esta se duplicó en los últimos siete años, lo que de acuerdo con el consultor del sector, Jorge Quiroz, podría generar una recuperación de precios, en especial porque se prevé un crecimiento de la demanda del orden de 12% este año y de 19% en el 2014.
Durante el último trimestre de 2012, el precio promedio internacional del kilogramo de salmón fue de USD4,91, mientras que entre y enero y marzo anteriores llegó a USD6,45, lo que significa un incremento del 31,5% de un trimestre a otro.
Este aumento en el precio, sin embargo, aún no alcanza a reflejarse en las exportaciones chilenas de salmónidos (salmón y trucha), ya que estas alcanzaron USD974 millones en el primer trimestre del 2012 y llegaron a USD867 en el mismo periodo de este año, lo que representó una baja del 10,9%, según cifras del Banco Central de Chile.
Durante el 2012, el precio promedio del kilogramo de salmón fue de USD5,90, el más bajo desde el 2009, y las exportaciones chilenas de ese producto cayeron en 1% con respecto al 2011.
“Esperamos que la mejora de precios se consolide durante el segundo semestre y que haya una recuperación de las empresas salmoneras (muchas de las cuales registraron pérdidas en el 2012) y un retorno a las utilidades, lo que debiera presentarse en forma más decidida en el 2014”, señaló Quiroz
La industria chilena del salmón venía recuperándose del efecto devastador que tuvo en los cultivos acuícolas la propagación del virus ISA, el cual provocó la muerte de millones de peces y una caída en la producción del 46% entre 2008 y 2010, así como una merma de US$ 432 millones en las exportaciones en el mismo periodo.
La crisis, originada por la explotación intensiva de esa especie y por el inadecuado manejo sanitario de los criaderos, dejó a las empresas del sector con altos niveles de endeudamiento y sujetas a una nueva regulación por parte de la Subsecretaría de Pesca paraevitar una nueva propagación del virus ISA.
La nueva normativa, vigente a partir de marzo anterior, obliga a reducir la cantidad de peces en los criaderos al establecer como límite máximo de densidad 17 kilogramos por metro cúbico, lo que repercutirá en un incremento en los costos de producción.
La banca chilena, a la cual las empresas salmoneras adeudan USD1.700 millones, se muestra muy preocupada por la situación y por la nueva normativa sanitaria y ambiental que regulará esa actividad.“Ellos ven que la implementación de las nuevas normas significará mayores costos y les he señalado que son marginales en el contexto de precios que vive la industria”, dijo el subsecretario chileno de Pesca, Pablo Galilea.
Para el gerente de la Asociación de la Industria del Salmón de Chile (SalmónChile), Cristián Moreno, la recuperación del sectordependerá del alza en los precios, lo que permitirá cubrir el aumento de costos de producción. "Esperamos que en el segundo semestre de este año se consolide la mejor tendencia que hemos observado en los precios", señaló.
Dijo que Chile -segundo productor mundial de salmón, después de Noruega- es el principal abastecedor de EE UU, Japón y el mercado latinoamericano, con Brasil a la cabeza, lo que apuesta a consolidar este año, junto con una fuerte promoción en China, como parte de la estrategia para darle sustentabilidad a esta industria.
Un indicador de los tiempos de dificultades que vive la industria chilena del vino por la escasez de mano obra y los bajos precios de exportación es el retiro del propietario de la Viña Tamaya, René Merino, de Vinos de Chile, la principal asociación gremial del sector. Merino argumentó que suspendería en forma temporal la membresía (cuyo valor anual es de unos USD100.000) como parte de un plan de su empresa para reducir gastos.
Merino, ex presidente de Vinos de Chile y reconocido empresario chileno, señaló que el bajo valor del dólar y los altos costos de producción han afectado a Viña Tamaya. “Necesito ahorrar porque la situación no está fácil en términos de resultados. No han sido malos, pero podrían ser mejores", explicó al definir la situación como “bien a secas”.
Las exportaciones chilenas de vino crecieron el año anterior en 5,5% con relación al 2011 y llegaron a USD2.894 millones, un monto récord, pero el precio promedio por litro cayó en 6,2% al pasar de USD2,55 a USD2,39 en el periodo.
Para René Araneda, actual presidente de Vinos de Chile, el sector necesita ser más competitivo y para ello requiere de más inversión que incremente su productividad y de una intervención del Gobierno en el mercado de divisas para detener la caída del dólar frente a la moneda local.
"El país tiene USD20.000 millones de fondo soberano y está en capacidad de crear con esos recursos un fondo de competitividad para proteger a los exportadores no tradicionales de la permanente caída del tipo de cambio", señaló Araneda.
Sostuvo que “tenemos una pérdida de competitividad que hay que enfrentar. Al desfavorable escenario cambiariose suma un alza de los principales costos de producción, de 21% en mano de obra, 81% en costo de la energía y 71% en el costo de la materia prima, lo que claramente ha repercutido en el rendimiento de la industria. Por el solo efecto en eltipo de cambio, se han recibido USD185 millones menos de facturación”.
Durante el primer trimestre de este año, las ventasexternas de vino chileno llegaron a USD440 millones, cifra superior en 13,1% a USD389 millones del mismo periodo del 2012, aunque el aumento se explica por el mayor volumen exportado, ya que el precio promedio por litro siguió en descenso: pasó de USD 2,39 en el 2012 a USD1,98 entre enero y febrero pasados, para una caída del 17,15%.
Germán Calderón, de Dexatrade Consultores, dijo que el principal desafío de la vitivinicultura chilena es potenciar los mercados de mayor valor, como el asiático, y apostar con mayor fuerza por el mercado interno y por productos como el vino espumoso.
Mientras que Inglaterra, principal destino mundial del vino chileno, el precio promedio por caja de nueve litros se ubica en USD22,91, en China, séptimo comprador, llega a USD35,33, un 35% más. En Chile, mientras tanto, el precio puede subir hasta USD40,00. Otro foco de la industria es potenciar las exportaciones de vino espumoso, que tiene un precio promedio de USD35,82.
De acuerdo con Calderón, la mala cosecha de vides que se observó en Europa este año también brinda una oportunidad a las exportaciones de vino chileno, que pueden aprovechar para ingresar con mayor fuerza a los mercados más rentables y potenciar las variedades premium.
“Esta industria debe poner el énfasis en generar más valor y apostar a incrementar el precio promedio de nuestras exportaciones ", sostuvo el economista, quien aseguró que después de años de permanente crecimiento y de un gran desempeño en los mercados externos, el sector “debe reinventarse para no perder competitividad y, por el contrario, aprovechar sus fortalezas para retomar las cifras de crecimiento de la década pasada”.