Las pólizas y los medios de pago son algunos de los mecanismos de protección
¿Cómo mitigar el riesgo en operaciones de comercio exterior?
El riesgo país, el económico, el jurídico, el cambiario y el documentario son los diferentes peligros a los que se enfrenta el empresario en sus procesos de comercio exterior. Estos aspectos afectan la financiación y el sostenimiento de la compañía.
La promesa y la palabra del comprador no son suficientes a la hora de hacer negocios, pues, n la dinámica diaria y con el paso del tiempo, los empresarios han perdido múltiples oportunidades porque la única garantía de pago que tenían era la buena fe de sus clientes.
Hoy en día, un 98% de los hombres de negocio colombianos se quedan sin sus facturas y documentos de soporte. Esta circunstancia los hace vulnerables frente a problemas de no pago, riesgo país o fluctuaciones en la tasa de cambio.
Y aunque la experiencia se traduce en pérdidas de cartera, solo hasta la tercera vez que sucede es que aprende la lección y se entiende que el riesgo es sinónimo de menores ingresos y de quiebra.
El riesgo comercial es el más frecuente y generalmente el único por el que se preocupan los empresarios. Medios de pago como las cartas de crédito, los avales, los compromisos de pago, las cartas de crédito stand by y las cobranzas documentarias son algunos de los mecanismos que existen para mitigarlo.
“En la Región Andina se usa de todo. En Latinoamérica, México y Puerto Rico tienen un comportamiento más hacia las cartas de crédito y las cartas stand by. En estos dos países no se acepta el aval”, expresa el director del departamento de corresponsales en el exterior del Banco de Comercio Exterior de Colombia S.A. (Bancoldex), Alejandro Contreras.
La gerente de negocios internacionales del Banco Santander, María Fernanda Borrero, destaca los siguientes puntos:
Por esta razón, es vital conocer los diferentes tipos de riesgo y los mecanismos que existen para contrarrestarlos e implementar una cultura de prevención en la empresa.
“El riesgo país se deriva de circunstancias políticas o económicas del país del importador y se refleja en la imposibilidad de pagar la deuda en el exterior”, explica Borrero.
El mejor ejemplo que se puede citar es el de la angustia que vivieron los exportadores colombianos a principios del 2003, quienes tuvieron que aguardar, por un poco más de cuatro meses, el pago de USD350 millones de parte de los empresarios venezolanos y en el que la crisis se logró solucionar gracias al convenio de la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), donde los bancos centrales de cada país saldaron la deuda.
Esta herramienta resulta útil en países como Venezuela en los que opera el control de cambios, medida que se implementó como una manera de proteger las reservas. Hoy en día, esta nación representa doble riesgo, el de país por su inestabilidad política y el de convertibilidad, pues para cambiar los bolívares a dólares se requiere de un permiso especial de la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi).
El convenio Aladi es una de las alternativas de protección contra el riesgo país. Está suscrito por los bancos centrales de 12 países como Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, México, Paraguay, Perú, Uruguay, Venezuela y República Dominicana. También están las pólizas, en Colombia la única compañía de seguros que las ofrece es Segurexpo.
A su vez, dentro de esta categoría se encuentra el riesgo soberano, el extraordinario y el de convertibilidad y transferibilidad.
“El extraordinario es el que se da por terremotos, huracanes, un aspecto que hay pensar cuando se negocie con países de El Caribe”, asegura Contreras.
La lista continúa con el documentario, el operativo, el de banco extranjero, el jurídico y el cambiario.
Según Borrero, el riesgo documentario es el que se da cuando la mercancía no se ajusta a lo que se pidió o cuando el banco entrega los papeles sin recibir el pago de los mismos.
El riesgo operativo se refiere al extravío de un cheque por parte del importador y el de banco extranjero se genera ante la insolvencia de la entidad financiera.
“En general, los riesgos de los compradores o importadores en el comercio exterior son bajos en comparación con los del exportador y los bancos intermediarios”, destaca Borrero.
El riesgo cambiario es otro de las categorías existentes. En este caso, se trata de la incertidumbre que tiene un agente económico con sus resultados financieros, debido a movimientos y volatilidades de una moneda frente a otra. Las herramientas con las que se cuenta para contrarrestarlo son los forward, las opciones swaps y las operaciones a plazo de cumplimiento financiero (OPCF), de acuerdo con Bancoldex.
En definitiva, los riesgos están latentes, por lo que hay que implementar una cultura que permita mitigarlos. No medir las consecuencias en este tema significa perder el acceso al financiamiento y/o el cierre del negocio.
Fuentes: Vicente Beltrán, socio de Beltrán & Asociados y Mariela Tamayo, gerente senior del área cambiaria y de comercio exterior de Ernst & Young. |