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Comercio

La crisis venezolana golpea las exportaciones colombianas

El comercio entre Colombia y Venezuela registró una nueva caída en el 2014 por segundo año consecutivo y la crisis económica que registra el vecino país, hace anticipar un desplome más pronunciado del intercambio bilateral en el 2015. Legiscomex.com te cuenta cómo se verán afectadas las relaciones comerciales entre ambos países.

Por: Emiliano Corona
Especial para Legiscomex.com
Caracas

En medio de la tormenta económica que vive Venezuela, las exportaciones colombianas a ese país registraron una nueva baja en 2014 y las perspectivas para el 2015 son más pesimistas por la escasez de divisas y la severa contracción que se espera en el Producto Interno Bruto (PIB) venezolano.

Según cifras preliminares del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) y la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) de Colombia, las exportaciones a Venezuela se ubicaron en USD1.969 millones en el 2014, una cifra menor en 12,7% a la del 2013.

El intercambio comercial bilateral también bajó, al pasar de USD2.687 millones en el 2013 a USD2.404 millones el año anterior, lo que representa una reducción de 10,5%.

Se trata del segundo año consecutivo en que el comercio entre Colombia y Venezuela se contrae luego de que durante el 2011 y el 2012 se había recuperado del desplome registrado en el 2010, cuando el intercambio bilateral se ubicó en apenas USD1.728 millones como resultado de una disputa entre los entonces presidentes Hugo Chávez (Venezuela) y Álvaro Uribe Vélez (Colombia) por la presunta presencia de bases guerrilleras de las FARC en territorio venezolano.

El economista de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Francisco Ochoa, dijo a Legiscomex.com que la caída del comercio entre Colombia y Venezuela durante 2014 “es consistente con el comportamiento de la economía en este país y con la severa escasez de divisas; y esta situación no va a variar en el 2015, sino que por el contrario, se va a acentuar”.

“Por tanto –agregó— podemos esperar que este año siga cayendo el comercio bilateral y, en general, las relaciones económicas entre los dos países. Los empresarios colombianos no tienen garantías para hacer negocios con Venezuela porque este es un país al borde de la insolvencia”.

Menos comercio

De acuerdo con estimaciones de gremios empresariales, la deuda de Venezuela con exportadores colombianos asciende a unos USD300 millones. Se trata de divisas que los importadores venezolanos han comprado al gobierno de su país pero que este no ha liquidado por la escasez de dólares en las arcas nacionales.

En Venezuela rige un control de cambios desde el 2003 y esto obliga a los particulares y a las empresas a comprar los dólares en el mercado oficial, el cual se encuentra sin divisas suficientes para satisfacer las necesidades de importaciones del país.

Los desajustes fiscales, el excesivo gasto público, la ineficiencia de las empresas estatales y el acoso gubernamental al sector privado han provocado una escasez de dólares a pesar de los altos montos que alcanzaron las exportaciones petroleras en los últimos años.

En el 2012, estas se ubicaron en un monto record de USD93.569 millones, según cifras oficiales. Desde entonces, el precio del crudo se ha venido desplomando: en el 2012 promedió USD103,00 por barril; en el 2013 se ubicó en USD98,08 y el año anterior en USD 88,42.

“Esto, para Venezuela, que obtiene el 96% de sus divisas del petróleo, significa más crisis, menos dólares y una caída mayor de sus importaciones, empezando por las que provienen de la vecina Colombia”, señaló Ochoa.

El abogado y consultor económico, Gonzalo Capriles, sostuvo que la evolución del comercio entre Colombia y Venezuela dependerá mucho de la implementación de las medidas anunciadas el pasado miércoles 21 de enero por el presidente Nicolás Maduro, quien adelantó la creación de un nuevo sistema cambiario que otorgaría más divisas al sector privado.

“El problema es que en los hechos no sabemos cómo va a funcionar esto ni a qué tasas. Lo que vamos a tener es una devaluación de la moneda y esto impactará a nuestras importaciones”, consideró el experto.

Capriles, quien ha sido consultor jurídico del Instituto de Comercio Exterior, dijo que debe darse un compás de espera a la implementación del nuevo mercado de divisas para ver si en realidad proporciona más liquidez en dólares a los empresarios venezolanos a fin de adquirir los productos que requieren en el exterior.

De acuerdo con el anuncio de Maduro, de las tres cotizaciones oficiales que existen en la actualidad -6,30; 12,00 y 49,98 bolívares por dólar—solo persistirá la primera, para la importación de productos básicos y las otras dos se establecerán de acuerdo con nuevos criterios que, nadie duda, encarecerán el precio de la divisa.

“En los hechos habrá una nueva devaluación y esto va a repercutir en el comercio con Colombia y con el mundo en general. Con un dólar más caro, tenderán a bajar las importaciones”, dijo Ochoa, quien alertó que la devaluación de la moneda local, aunada al desplome de los precios del petróleo, hace anticipar “un panorama negro para la economía venezolana este 2015”.

El factor petrolero

El pasado viernes 23 de enero, la cesta de petróleo venezolano cerró a USD39,52 por barril, un precio demasiado bajo para los necesidades financieras del gobierno de Maduro.

El desplome de los precios del petróleo, que se debe al enfriamiento de la expansión económica mundial y al aumento de la producción del hidrocarburo en EE UU, ha agudizado aún más el desabasto de alimentos y productos básicos que se registra en el país desde hace dos años.

Aunque en el 2011 y el 2012 la cotización del crudo superó los USD100,00 por barril, el elevado gasto público y la parálisis de la planta productiva nacional debido a las políticas estatistas del régimen se comenzaron a traducir en menos disponibilidad de divisas y más desabasto.

Las grandes filas en los supermercados y centros gubernamentales de abasto se han vuelto cotidianas en el país, así como las muestras de inconformidad ciudadana, que van desde las protestas hasta los disturbios por la falta de mercancías.

En un entorno de creciente inconformidad social, el pasado 13 de enero la agencia de evaluación de riesgo estadounidense Moody's rebajó la calificación de los bonos venezolanos de Caa1 a Caa3 y consideró que la posibilidad de que el país incurra en cesación de pagos de su deuda se ha incrementado "sustancialmente" por la fuerte caída de los precios internacionales del petróleo.

De acuerdo con Moody’s, en Venezuela los "desequilibrios macroeconómicos son cada vez más insostenibles",

Maduro atribuye la situación a una "guerra económica" fomentada por sus opositores y Estados Unidos para intentar desestabilizar al gobierno.

El reporte de Moody’s coincidió con un estudio del Fondo Monetario Internacional (FMI) que anticipa una caída del 7% en el PIB de Venezuela este año. Sería la caída más pronunciada desde el 2003, cuando en medio de una huelga y despido de trabajadores petroleros que paralizó esa industria la economía se contrajo 7,6%.

Colombia

De acuerdo con Ochoa, en medio de la crisis de Venezuela, este país y Colombia tienen una oportunidad de replantear sus relaciones y potenciar sus complementariedades.

“Colombia produce muchos de los productos que Venezuela necesita y con voluntad política ambos gobiernos pueden llegar a acuerdos que faciliten el comercio en beneficio mutuo. Esto, claro, comienza porque el gobierno de Venezuela libere las divisas que se le deben a los exportadores colombianos y las que se necesitan para hacer fluir el comercio bilateral”, comentó el economista de la UCV.

De acuerdo con Ochoa, en el pasado los empresarios colombianos han estado dispuestos a abastecer en forma rápida muchos de los productos alimenticios que Venezuela necesita.

“A finales del 2013 se llegaron a ver asuntos logísticos, la forma de transporte, la agilización de los trámites aduaneros, pero muchos de estas transacciones se vinieron abajo cuando el gobierno de Venezuela dijo que la forma de pago no podría ser en efectivo sino con bonos de PDVSA (la estatal Petróleos de Venezuela). Esto es lo primero que tendría que cambiar”, dijo.

Los bonos de PDVSA forman parte del portafolio de divisas del Banco Central de Venezuela (BCV) y son comercializables en los mercados financieros nacional e internacional pero los empresarios colombianos nunca se van a arriesgar a aceptar esta forma de pago, mucho menos ahora que se redujo la calificación de Moody’s de la deuda venezolana.

En algunos casos, el gobierno venezolano acepta pagar con dólares y de contado a firmas colombianas que disponen de productos cuya escasez resulta crítica para la población, como la leche.

“Esto significa que Colombia puede contribuir a paliar el problema de desabasto de productos que hay en Venezuela”, sostuvo Ochoa.