EE UU
Las nuevas tendencias del consumo de camarón en EE UU
La demanda de crustáceos en EE UU experimenta un comportamiento creciente del 4%, 2% y 1% entre los períodos: 2013-2014, 2014-2015, 2015-2016, respectivamente.
Lo cual representó un crecimiento mayor que el registrado a nivel global, esto confirma la relevancia de este producto en la demanda del mercado estadounidense.
El camarón es un alimento de mar que se clasifica en diferentes tipos y tamaños, y en función de su valor agregado los precios cambian; esto incluye camarones congelados enteros, con colas, pelados o sin pelar.
Aunado a lo anterior, el futuro de la categoría del camarón radica en los formatos innovadores, combinados con una oferta refrigerada, que parecen proporcionar la solución perfecta a las tendencias de conveniencia y bienestar de los consumidores. Las bolsas plásticas, blíster y bandas, cierres resellables y fáciles de usar ofrecen un aspecto “premium” al producto.
En la categoría de camarón con valor agregado se encuentran: cocido con cola, pelado y desvenado con marca blanca alcanzan un precio de USD9,60 a USD13,00 por libra, en un tamaño mediano, es decir, que, al dar el valor agregado al producto, su valor puede ser fácilmente triplicado, según precios obtenidos en el supermercado Ralphs.
Implicaciones para Costa Rica
En el 2016, las exportaciones costarricenses de productos del mar superaron los USD83 millones, específicamente los camarones, langostinos y otros decápodos alcanzaron los USD11,8 millones, los principales mercados de destino fueron Alemania (65%), Bélgica (17%), España (10%) y EE UU (6%).
Si bien Alemania representa nuestro principal destino, EE UU posee participación en nuestros envíos, por lo que es importante que los exportadores costarricenses de este producto estén al tanto de las tendencias y comportamientos de consumo que se presentan en el mercado estadounidense.
Además, se debe tener presente que, para la exportación de productos pesqueros, y en general de origen animal, los empresarios deben ser autorizados tanto por el Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa), como por las autoridades sanitarias del país de destino.