Relaciones comerciales México - China
El dragón contra la serpiente emplumada
El segundo socio comercial de México es, a la vez, oportunidad y riesgo para su economía.
China es, casi sin metáfora alguna, un dragón rojo que se abalanza sobre la mítica figura de la serpiente emplumada con la que se representaba a uno de los principales dioses de los antiguos mexicanos. Con grandes ventajas en infraestructura, mano de obra y economía, el país asiático inunda de casi cualquier cosa las calles mexicanas, mientras que por el contrario, los productos mexicanos llevan menos de cinco años incursionando en el lejano oriente.
Enrique Dussel Peters, coordinador del Centro de Estudios China-México (Cechimex) de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) asegura que hasta hace alrededor de 10 años, China era un país comercialmente irrelevante para México, pero desde el 2003 es su segundo socio comercial y se ha convertido en el socio más dinámico del país azteca.
De hecho, la relación comercial entre México y China destaca como una de las más dinámicas del mundo, ya que de acuerdo con ProMéxico, organismo del Gobierno Federal mexicano encargado de fortalecer la participación de este país en la economía internacional, el comercio entre las dos naciones creció en un 926% durante los últimos siete años al pasar de USD3.087 millones, en el 2000, a USD31.693 millones, en el 2007.
México cuenta en la actualidad con 300 empresas en China, la gran mayoría ubicadas en el este y el sur del país, las regiones industriales más importantes del gigante asiático.
Pero a pesar de esta gran relación, México y China no tienen suscrito ningún acuerdo comercial, únicamente acuerdos de protección a la inversión mutua, explica Carlos Pérez Munguía, Vicepresidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos en Comercio Exterior.
Sin embargo, con el fin de promover el comercio entre los dos países el sector privado, impulsó la creación de la primera Cámara de Comercio de México en China (Mexcham), conformada por un grupo de 40 empresarios y ejecutivos. Este organismo tiene por objetivo, según explica su Presidente Rafael Valdés, llenar el vacío existente en la relación empresarial de México con el gigante asiático.
El también ejecutivo en China para el banco de inversión estadounidense China Vest, señala que Mexcham espera contar con un centenar de socios en los próximos meses y tienen también el objetivo de ayudar a los empresarios mexicanos que por el momento no se deciden a invertir en China.
Por su parte, el sector público también busca apoyar a los empresarios que quieran lanzarse a conquistar el mercado asiático.
El Banco de Comercio Exterior de México (Bancomext) señala que sus estrategias para impulsar el comercio con China iniciaron en el 2005 con la apertura de oficinas en Beijing y Shangai. Explican que uno de los objetivo de esa oficina es estar más cerca de los mercados en las zonas de mayor crecimiento económico de China.