Sectores económicos
El futuro de la industria del vestido en México
La industria del vestido tiene varios años con un balance comercial positivo, pero el problema es la cantidad de prendas que entran ilegalmente al mercado nacional con certificado de origen dudoso, estos productos compiten de manera desleal y dañan a la industria nacional.
Piratería, informalidad, inseguridad, reducción de mercado, ausencia de valor agregado y atraso tecnológico son algunos de los obstáculos que la industria del vestido en México ha tenido que sortear en los últimos años para mantenerse a flote, sin embargo, los ha ido superando paulatinamente con base en ingenio, decisión, iniciativa y apoyo gubernamental.
Pese a los obstáculos, la industria del vestido en México espera crecer en el 2011 en un 6%, dos puntos más que el año anterior, y revertir hasta 30 puntos el mercado que hoy tiene China en el país.
Durante el 2011, se han registrado buenos números en la industria del vestido y ello ha permitido que actualmente el sector cuente con un saldo superavitario en el comercio exterior de USD976 millones y una recuperación del empleo del 1,4% (4.236 plazas), según datos de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (Canaive). Esta cifra de casi USD1.000 millones de superávit representa un repunte del 3%, comparado con el mismo periodo de tiempo del año pasado.
La Canaive expresó que el sector de la confección representa el 13% del empleo manufacturero de Puebla, ubicándolo como la segunda actividad concentradora del mismo, por arriba de la industria alimentaria y por debajo de la fabricación de equipo de transporte.
Resaltó que la cadena textil-vestido-cuero aporta el 5% del Producto Interno Bruto (PIB) manufacturero, donde la fabricación de prendas de vestir representó el grueso al participar casi con la mitad.
La industria mexicana de textiles y vestido presentó signos positivos ante una mejoría de los mercados externo e interno, al resaltar su dinamismo en el comercio exterior y observar un crecimiento del 12,3% en las exportaciones con las que generó divisas por USD3. 409 millones en el primer semestre del 2011.
En particular la industria del vestido, representada por 9.228 empresas legales, mostró indicadores favorables durante los primeros seis meses del año.
De manera similar, el empleo que mostró un proceso de recuperación, puesto que la industria había perdido 26.000 puestos de trabajo durante la fase crítica de la crisis recesiva, recobró un 54% de esas plazas, al crear 14.000 empleos.
Cabe indicar que la industria del vestido tiene varios años con un balance comercial positivo, pero el problema es la cantidad de prendas que entran ilegalmente al mercado nacional con certificado de origen dudoso, estos productos compiten de manera desleal y dañan a la industria nacional.
Marcos Cherem Entebi, presidente de Canaive señaló que el tema más importante en la industria del vestido hoy, es el valor agregado: "Cuando en 1995 se firmó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte( TLCAN) y crecimos de manera exponencial a casi USD11.000 millones en exportaciones, EE UU nos ofrecía la posibilidad de ensamblar ropa diseñada por ellos, cortada por ellos, imaginada por ellos... Entre ese año y 2003 nuestro vecino del norte impuso cuotas a la ropa que llegaba de Oriente, pero cuando la industria recibe la noticia de que los norteamericanos deciden eliminarlas empezamos a sufrir; carecíamos de valor agregado en nuestro producto: no es lo mismo que un cliente diga: 'cose esta camisa', que 'diséñala, compra la tela, haz el patrón, córtala, cósela, empácala y entrégamela'. Ahí es donde empezamos a perder; de esa cifra nos fuimos en caída libre hasta llegar a USD4. 500 millones, en el 2009".
Reflejo de lo anterior, dijo, en el 2003 la industria contaba con 700.000 empleos directos, pero en el 2009 solo tenía 280.ooo, por lo que en ese periodo se perdieron 420.000.
Afortunadamente, el panorama luce halagüeño: "La tendencia tiene que ser al alza, porque el mercado así lo exige. El año anterior repuntamos en USD400 millones en exportaciones por una cuestión geopolítica en Asia: viven un momento de mucha complejidad, sobre todo por el consumo interno que generan sus clases bajas, que están subiendo de nivel. Si nos imaginamos a 1.000 millones de indios y otros 1.300 millones de chinos demandando un pantalón o una camiseta más, crearían un desbalance muy importante en las materias primas".
Esos países han sido tradicionalmente exportadores a los mercados europeo y norteamericano, de tal manera que hoy los estadounidenses voltean nuevamente a México. "Me parece que estamos en una condición que si sabemos aprovecharla podremos empezar a generar mayores exportaciones y más mano de obra, que tanta falta nos hace".
Como producto de tal circunstancia, Cherem impone cuotas ambiciosas: "Si somos inteligentes, en 2011 debemos crecer al menos un 10% en empleos, 10%, en PIB y de ese porcentaje para arriba, en exportaciones. Sabemos que no es fácil crecer en doble dígito, es un reto, pero también estamos en una situación muy específica que debemos aprovechar. Sería poco agresivo pensar en crecimientos menores".
En el tema del comercio exterior, agrega, el principal reto es modernizar el Tratado de Libre Comercio con EE UU sin tocar sensibilidad política alguna. Fue el primer tratado en la industria del vestido de ese país hacia el mundo, pero considera que ha caído en la obsolescencia.
Las exportaciones de ropa de México hacia a EE UU alcanzaron en febrero del 2011 su nivel récord de los últimos tres años, al llegar a ventas por MXN569,7 millones, según información de las Oficinas del Censo y de la Oficina de Telas y Vestido (Otexa, por su sigla en inglés) de ese país.
Si se compara con el año pasado, las ventas crecieron en un 9%, ya que en los primeros dos meses se registraron exportaciones por USD523 millones. Para algunos productos, el aumento ha sido considerablemente mejor.
Para ropa fabricada exclusivamente con fibras sintéticas, el incremento ha sido del 21%, con ventas por USD173,8 millones. LOs principales crecimientos se dieron en vestidos, con el 60%; blusas, con el 42%, y camisas, con el 31%.
A México lo supera China, con USD5.034 millones; Vietnam, con USD1.038 millones; Indonesia, con USD861 millones; Bangladesh, con USD751 millones, e India, con USD609 millones.
Además de las 15.000 empresas informales en la industria del vestido reportadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el cierre de las maquiladoras en Chihuahua y otras zonas de la frontera norte a causa de la inseguridad, afectan terriblemente a esta actividad económica.
La falta de seguridad motiva que usen mucho el ferrocarril, que aunque es más lento es más seguro que las carreteras. Los seguros han obligado a cuidar los embarques como si fueran metales preciosos. Es increíble llevar un contenedor con 50.000 metros de tela con guardia armada, pero si no es así el seguro no responde. La inseguridad ha afectado fuertemente, pero han aprendido a sortear los inconvenientes que ello representa.
A ello habría que agregar el grave daño que la piratería causa. Sin embargo, no se cuenta con un estudio sobre en qué porcentaje afecta, pero el American Chambers habla de 900.000 millones de pesos mexicanos (MXN) anuales.
En su calidad de representantes de la industria, Cherem Entebi, presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido, especifica que han tratado de crear conciencia en las autoridades de que tienen que ayudarlos en ese tema. “Yo les preguntaba a los industriales del vestido si podíamos evaluar por qué valía nuestra empresa y al final de una reflexión seria acordamos que valemos en la medida que tengamos espacios disponibles para vender nuestros productos, pero si estos son ocupados por productos ilegales, estamos perdidos".
Los daños que causa la ropa usada no se limitan solo a las afectaciones a la salud, que son preocupantes, también impacta a la economía de los industriales del sector, directamente a la generación de empleo, por la competencia desleal; además, son un reflejo fiel de las condiciones precarias en las que viven muchas familias.
El presidente de la Cámara de la Industria del Vestido en Jalisco, Sergio López de la Cerda, señaló al mercado de ropa usada como una de las grandes preocupaciones de la actividad por los múltiples daños que ocasiona.
Al detallar cada uno de los impactos, indicó: “regularmente toda esta ropa ingresa literalmente de contrabando, la meten como producto de muestra o como trapo, cuando realmente se compra y se almacena. Es ropa dañada o que la recolectan de familias que desechan, de hospitales y lo que hacen es que aglutinan esta ropa, la compactan”.
“La segunda parte de esto es que permanece al exterior en lugares sin ningún tipo de protección y así pueden pasar meses, hasta años, expuestas a la humedad, esto genera que se produzcan hongos que causan infecciones y esa ropa llega a poblados o hasta grandes zonas urbanas y se vende a bajo costo”.
Precisamente por los precios bajos en los que la comercializan, son prendas vendidas que, en su mayoría, llegan a gente de escasos recursos. Ello habla de las dificultades económicas a las que se enfrentan muchas familias. Ése es el punto lamentable en perspectiva social. Los gobiernos no han logrado las políticas idóneas para elevar la calidad de vida de la población que les permita comprar ropa digna.
Además, estos grupos vulnerables quedan expuestos al contagio de enfermedades, porque es un hecho, dijo, que todas las prendas están contaminadas por las condiciones en que las manejan.
Al referirse al impacto directo a la industria local, aseveró que el 12% de la venta de ropa en general es de prendas usadas. “Son cantidades muy grandes y el tratamiento de toda la ropa usada es tal cual lo describo”.
Destacó el caso de prendas nuevas que incluso traen etiqueta. Estas las adquieren de tiendas en donde no se vendieron, pero con el tiempo la tela se daña. “Sí la compran a almacenes, hasta ahí es razonable, el problema viene después, porque al compactarla la mezclan con prendas usadas, se deterioran y se contaminan, porque al ponerla en pacas meten dos o tres prendas nuevas con las usadas, y después se exponen a las altas temperaturas, moscos, etcétera”.
Exhortó, primero, a las autoridades a que se aseguren que el ingreso a México sea por la vía legal; segundo, a la industria del vestido a que genere productos para un segmento social que no tiene acceso a ropa con precio mayor que el que pagan por esas prendas, y a la sociedad en general, autoridades y empresarios, para garantizar ingresos suficientes para que puedan comprar ropa nueva.
El costo de las prendas entre un negocio establecido y un puesto informal de venta de ropa usada puede tener una diferencia de hasta el 1.000%, razón única y contundente por la que el comprador de escasos recursos prefiere asistir a los puntos conocidos por vender ropa “de segunda mano”.
Una de las prendas más buscadas y vendidas en prácticamente todos los negocios en donde se comercialice ropa es el pantalón de mezclilla.
Para mostrar la diferencia de precios se tomó como referencia un pantalón para caballero de la marca Levi’s. En un almacén de prestigio el precio es de MXN700, mientras que en un tianguis de ropa usada o nueva importada de EE UU, como la anuncian, en el Oriente de la ciudad, en la zona de San Juan Bosco, el precio del pantalón de mezclilla de la marca mencionada es de MXN70.
Otro ejemplo: también un pantalón de la marca Tommy Hilfiger para dama en la tienda departamental es de más de MXN1.000, dependiendo del modelo, mientras en el tianguis se vende en MXN150 en promedio, el costo más alto que se encontró fue de MXN300, es decir, entre MXN700 y MXN900 menos.
El estudio denominado "Cuánto Mide México", realizado a lo largo de siete meses por la Cámara Nacional de la Industria del Vestido deberá ser la gran herramienta de competitividad de los industriales y comerciantes del sector confección y de la moda en en los próximos años.
Ante la finalización del periodo de transición que tienen 16 industrias mexicanas que aplican medidas contra la importación de productos de Asia el 11 de diciembre próximo, el estudio, que midió con un scanner a más de 17.000 mexicanos en todo el país, deberá ser aprovechado por el sector para ganar o fortalecer su presencia de mercado en el territorio nacional.
Industriales mexicanos coincidieron en afirmar que éste es el proyecto más importante de la industria de la confección en los últimos años y deberá ser aprovechado incluso por otros sectores como el de salud y por grandes empresas establecidas en el país.
Alejandro Faes, director del Comité de Relaciones Públicas Nacionales e Internacionales de la Canaive; Sergio López de la Cerda, presidente de Canaive delegación Jalisco, y Uriel Díaz, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Textil delegación Jalisco, afirmaron que por primera vez se podrá confeccionar ropa a la medida de los consumidores mexicanos. Explicaron que el estudio costó MXN8 millones, se realizó en 14 ciudades del país y con este se pueden llegar a conocer entre 200 y 500 medidas de una persona en específico en solo 45 segundos.
Con los datos, entidades de Gobierno, empresas, industriales del vestido, comercializadores y diseñadores, entre otros, podrán tener datos técnicos que nunca se habían tenido en el país y que solo unos cuantos países del mundo, ninguno de Latinoamérica con excepción ahora de México, poseen.
De acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (CNIV), para incrementar la competitividad de la industria textil de México, en particular la industria del vestido, es necesario fortalecer el mercado interno y reposicionar los productos mexicanos en mercados extranjeros.
Para ello, opinan, se requiere mayor acceso a crédito y financiamiento; flexibilización del comercio exterior con EE UU; combate a la ilegalidad, el contrabando y el ilícito aduanero; la adaptación de nuevas tecnologías, y el fortalecimiento de las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyme).
Los retos están relacionados con el acceso a créditos y financiamiento, la flexibilización del comercio exterior con EE UU, el combate a la ilegalidad, el contrabando ilícito aduanero y la mejora de competitividad.
Con respecto a las MiPyme, la CNIV fortalecerá a más de 10.000 del sector, a través del programa “Mi Taller”. El objetivo del proyecto es alcanzar la modernización administrativa, tecnológica y comercial. Los empresarios recibirán capacitación administrativa y adquirirán nuevos equipos a través de un “padrino” que abastecerá a la empresa todo el año.
“Queremos generar la unión entre las empresas tractoras y las MiPyme para que las primeras le den el valor agregado al producto, ya sea en cuanto al diseño, la publicidad o el modelo. Deseamos generar talento para desarrollar el negocio”, enfatizó Cherem.
Vale mencionar que el estudio del estatus de las MiPyme que realizó la CNIV da a conocer que de 9.145 empresas registradas, el 73% es micro; el 17%, pequeñas organizaciones,; el 7%, medianas, y el 3%, grandes firmas.