Integración
Economías latinoamericanas más abiertas crean nuevo espacio de integración profunda
Chile, Colombia, México y Perú, las economías latinoamericanas con mayor apertura al comercio y la inversión, conformaron a finales de abril en Lima la Alianza del Pacífico, un nuevo espacio de integración profunda con el que apuestan a reforzar sus vínculos y a incursionar de manera conjunta en la región Asia-Pacífico, la locomotora del crecimiento global del siglo XXI.
El colonial Palacio Pizarro del centro de Lima, sede del Ejecutivo peruano, fue el marco, el pasado 29 de abril, para la firma de una declaración que selló el nacimiento de la Alianza del Pacífico, un nuevo esquema integracionista mediante el cual Chile, Colombia, México y Perú buscan reforzar sus potencialidades como bloque económico y sumar fuerzas para incursionar, con mucho más ventajas competitivas, en la región Asia-Pacífico, el nuevo eje del desarrollo global.
La declaración, suscrita por los presidentes Sebastián Piñera (Chile), Juan Manuel Santos (Colombia), Felipe Calderón (México) y Alan García (Perú), anuncia: “la conformación de un área de integración profunda en el marco del Arco del Pacífico Latinoamericano, que aliente la integración regional, así como un mayor crecimiento, desarrollo y competitividad de nuestras economías. A tal efecto, expresamos nuestro firme compromiso de avanzar progresivamente hacia el objetivo de alcanzar la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas”.
El término “integración profunda” evidencia el énfasis que quieren dar al nuevo bloque los cuatro gobernantes, quienes tienen como común denominador político su pertenencia al ámbito de la centroderecha latinoamericana y cuyos países presentan las economías más abiertas y liberalizadas de América Latina.
“Con integración profunda parecen decirnos que esta integración sí va en serio, que no se quedará en el papel, como muchos otros esfuerzos anteriores en la región”, señaló a Legiscomex.com la directora ejecutiva del Instituto de Estudios del Pacífico y del Indico, Verónica Neghme. De acuerdo con la experta en temas internacionales y catedrática de la Universidad Gabriela Mistral de Chile, los cuatro presidentes que crearon la Alianza del Pacífico hablan un lenguaje común y tienen afinidad política. Ellos están comprometidos con políticas económicas de libre mercado, sus economías son muy liberalizadas y el bloque que crearon representa un contrapeso natural a los otros dos ejes latinoamericanos de integración”, el Mercado Común del Sur (Mercosur) —formado por Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay— y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), que promueve el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y al cual pertenecen Bolivia, Cuba, Ecuador y Nicaragua.
Neghme indicó que Chile, Colombia, México y Perú forman un eje de regionalismo abierto centrado en el comercio y en las inversiones, mientras que el Mercosur es un “híbrido que oscila entre la apertura comercial y el proteccionismo” y la ALBA constituye un espacio de integración anticapitalista y antiimperialista, según lo denomina Chávez.
Chile, Colombia, México y Perú son países que tienen una vasta red de acuerdos comerciales de carácter bilateral, regional y multilateral, muchos de los cuales son entre ellos mismos, y el propósito de la Alianza del Pacífico es hacerlos confluir mediante un proceso de negociaciones que será, sin duda, largo y complejo. Por lo pronto, los mandatarios pidieron a sus ministros de Relaciones Exteriores y de Comercio Exterior elaborar un proyecto de Acuerdo Marco sobre la base de la homologación de los acuerdos de libre comercio existentes, el cual debe ser presentado a consideración de los presidentes en diciembre del 2011, cuando se realizará en México una nueva Cumbre del naciente foro integracionista.
Datos del Banco Interamericano del Desarrollo (BID) indicaron que los cuatro países que conformaron la Alianza del Pacífico tienen, en conjunto, 204 millones de habitantes, generan un Producto Interno bruto (PIB) de USD 1.463 billones —equivalente al 34,4% del total de Latinoamérica— y su comercio llegó en el 2010 a USD856.144 millones, cifra que representa la mitad del total regional.
“En términos macroeconómicos, el nuevo bloque representa un mercado muy atractivo y tiene un enorme peso en la región. Estamos hablando de cuatro países cuyo comercio es superior en más del 50% al del Mercosur”, señaló Neghme, una abogada de la Universidad de Chile y maestra en Ciencias Política por la Universidad de Minnesota.
La Alianza del Pacífico tiene su antecedente en el Arco del Pacífico Latinoamericano, un espacio informal de coordinación y concertación que comenzó a gestarse en 2006 y al cual se sumaron los 11 países latinoamericanos con ribera al Océano Pacífico (Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá y Perú) con el fin de generar sinergias en materia económica y comercial y fortalecer sus relaciones con las economías del Asia-Pacífico.
En octubre pasado, durante un encuentro ministerial del Arco del Pacífico Latinoamericano en la ciudad peruana de Urubamba, Chile, Colombia, México y Perú decidieron dar un paso adelante y transitar, como avanzada, hacia una integración profunda a la que podrán incorporarse en el futuro otros países latinoamericanos, incluso aquellos con costas al Atlántico.
En la actualidad, los países de la región Asia-Pacífico representan más del 30% del producto mundial y solo a China e India juntas les corresponde el 14% del PIB global, contra un 9% para Latinoamérica y El Caribe, según estadísticas del Banco Mundial.
La recesión mundial del 2009 acentuó el protagonismo económico de la zona Asia-Pacífico, ya que China e India continuaron creciendo a altas tasas, en tanto que EE UU, la Unión Europea y Japón vieron decrecer sus economías y su recuperación ha sido lenta. Desde el 2001, China por sí sola genera más del 25% del crecimiento del PIB mundial e India, a su vez, ha contribuido con cerca del 8%.
Latinoamérica, y en especial los países sudamericanos, han logrado aprovechar el boom asiático y China se ha convertido en un socio comercial clave para la región. En el 2009, las exportaciones latinoamericanas hacia Asia-Pacífico y China representaron el 21,5% de las ventas internacionales totales de la región, porcentaje superior en 3,5 veces al reportado en el 2000. Hoy en día China por sí solo es el principal socio comercial de Chile y Brasil y el segundo en el caso de Argentina y Perú, aunque el grueso de las exportaciones de estos países latinoamericanos a la nación asiática son las materias primas como el cobre, el acero y la soya.
“Nos estamos vinculando con el motor número uno de la economía mundial del siglo XXI, que es China, pero lo estamos haciendo con una estructura exportadora del siglo XIX, con productos básicos fundamentalmente. Entonces hay que preguntarse si eso sirve para el tipo de desarrollo que queremos, con eslabonamientos productivos, con mayor innovación tecnológica e incorporación del conocimiento. La respuesta es no, no sirve, y ahí hay un desafío importante que podemos abordar mejor de manera conjunta, como lo propone la Alianza del Pacífico. En ese sentido la ruta trazada es la correcta, pero ahora hay que recorrerla”, planteó Rosales.
Para Verónica Neghme, lo fundamental es que los acuerdos que dieron vida a la Alianza del Pacífico se transformen en políticas de Estado y no de Gobierno. “Ahora mismo en Perú tenemos una elección presidencial, y habrá que ver si quien suceda al presidente Alan García refrenda los compromisos asumidos en la reunión de Lima, porque son acuerdos de largo plazo. Creo que ahí tendrá la Alianza del Pacífico su primera prueba de fuego”.