Transporte marítimo
Grupo Luksic hace reingeniería a la Compañía Sudamericana de Vapores
Luego de adquirir la Compañía Sudamericana de Vapores (CSAV), el poderoso Grupo Luksic de Chile ha enfrentado más problemas de los que esperaba para sacar a flote a la mayor naviera latinoamericana y evitar su naufragio en un entorno de adversidades para ese sector por la contracción del tráfico marítimo de carga, la baja en los fletes y el alza en combustibles.
El 2011 fue un año negro para la CSAV de Chile, una de las principales navieras del mundo. Sus pérdidas llegaron a USD1.250 millones —cifra sin precedente en sus 140 años de historia— y su capacidad de carga se redujo durante el año en 30%, lo que la hizo pasar del octavo al décimo cuarto lugar en el ranking mundial del rubro marítimo.
Este panorama de deterioro resulta inusual para una empresa del Grupo Luksic, el mayor de Chile, que en marzo del 2011 adquirió el 10% de CSAV y que este año asumió el control de la firma mediante una inversión total de USD787 millones. Con un aumento de capital concretado el pasado 15 de febrero, el Grupo Luksic quedó, a través de su holding Quiñenco, como el accionista mayoritario de la naviera, con el 37,44% de los títulos, y desplazó del timón a su propietario histórico, el Grupo Claro, que mantuvo apenas el 12,35%.
De acuerdo con analistas de mercado, la recuperación de CSAV constituirá un desafío importante para los Luksic, una familia que bajo el comando de Guillermo, Andrónico y Jean Paul Luksic está habituada a descollar en el mundo de los negocios y que detenta la tercera fortuna de Latinoamérica, con USD17.800 millones, según la revista Forbes.
“Los Luksic tienen experiencia en recuperar activos depreciados y en someter a empresas en problemas a restructuraciones, alianzas, fusiones y recortes de servicios, pero esta puede ser la tarea más compleja a la que se ha enfrentado el Grupo”, dijo a Legiscomex.com el consultor financiero Gonzalo Pérez Silva, quien consideró que desde su ingreso a CSAV los Luksic han actuado de acuerdo con una estrategia de recuperación que les ha dado buenos resultados en otras empresas, como Madeco, un conglomerado metalúrgico al que rescataron de una quiebra en los años ochenta.
Pérez Silva consideró que el hecho de que el mayor grupo económico de Chile haya adquirido el control de la naviera, que fue propiedad mayoritaria del también chileno Grupo Claro durante 26 años, le da certidumbre a los mercados financieros sobre el futuro de la firma.
Desde el ingreso de los Luksic a CSAV, hace un año, la naviera fue sometida a un proceso de restructuración cuya primera etapa está por finalizar y la cual, hasta ahora, ha incluido el recorte de 700 plazas —el 18% del total—, el cierre de rutas poco rentables y el establecimiento de una serie de alianzas con otras empresas del rubro para prestar servicios de manera conjunta.
Las dificultades de la compañía se han producido en el contexto de un escenario de volatilidad en el mercado del transporte marítimo mundial, debido a la caída de los flujos de carga, la baja en las tarifas de los fletes y el aumento en los costos del combustible.
En ese entorno y en medio de sus dificultades financieras, la CSAV redujo su flota de portacontenedores en la mitad, al pasar de 157 a 77 barcos a lo largo del 2011, y su capacidad de carga se redujo de 553.000 Teus (un Teu equivale a un contenedor de 20 pies) a 383.000, en ese lapso.
De acuerdo con el plan de restructuración que aplican los Luksic en la naviera, a partir de este trimestre (abril-junio del 2012) la flota quedará integrada por unos 60 barcos, de los cuales la tercera parte serán propios —a principios del 2011 solo el 8% eran de la compañía— y el resto arrendados. La idea es que la flota quede integrada, tras la contracción, por naves más eficientes y competitivas en tamaño.
Entre las rutas que ha cerrado la naviera se encuentran las que operaba entre Asia y EE UU, China y el Mediterráneo, y México y Canadá. De manera paralela, estableció asociaciones estratégicas con otras grandes firmas del sector para atender de manera conjunta rutas clave, como Sudamérica-Europa, Asia-Brasil y Asia-África. Al término de la restructuración, CSAV operará en la modalidad de alianzas el 80% de su tráfico. El programa de ajustes será aplicado de manera especial en las áreas que generaron el 70% de las pérdidas en el 2011.
El gerente general de la empresa, Oscar Hasbún —un hombre de confianza del Grupo Luksic— explicó que el propósito es hacer de la CSAV “una compañía más eficiente, con ventajas competitivas en los mercados en los cuales continúa operando, con un mayor porcentaje de flota propia y asociaciones estratégicas con empresas navieras de primera línea”. Con el plan de ajustes, aunado a una normalización razonable del mercado naviero, la compañía espera mejorar su posición y resultados “y así enfrentar mejor el futuro”, puntualizó el ejecutivo.
El modelo de negocios que aplica el Grupo Luksic en la naviera apunta al saneamiento de la firma multinacional para reposicionarla como una de las principales del mundo en el mediano plazo, lo que dependerá, en parte, de la recuperación de la industria del transporte marítimo, cuyas pérdidas totalizaron USD5.200 millones el año anterior.
El sector de transporte marítimo de contendores enfrenta una sobreoferta que ha castigado las tarifas de fletes, altos niveles de endeudamiento y restricciones de financiamiento. Un estudio del Deutsche Bank Research indicó que esta situación tiene su origen en la crisis económica de 2008-2009, cuando esa industria registró una contracción del 9%. Al recuperarse la economía, en el 2010, mejoraron las perspectivas y muchas firmas, entre ellas la CSAV, instrumentaron agresivos planes de expansión que se cruzaron con una nueva desaceleración a partir del último trimestre de ese año. La oferta creció y la demanda bajó, lo que provocó un desbalance que hizo caer los fletes hasta en un 60% en algunas rutas, mientras los precios del combustible seguían creciendo.
Hasbún señaló que una vez que CSAV concluya su restructuración, la firma espera mantener su participación en el mercado mundial de carga marítima (2,53% al cierre del 2011) y crecer al ritmo de la demanda.
Un paso fundamental en el camino hacia una operación más eficiente fue la desincorporación de Sudamericana Agencias Aéreas y Marítimas (SAAM), el brazo portuario de CSAV, que debutó como una empresa autónoma en la Bolsa de Comercio de Santiago el pasado 1 de marzo con un valor de USD1.282 millones. Al separarse de su matriz, SAAM, una empresa más rentable que CSAV que ocupa el primer lugar como operador portuario en el continente, desarrollará un ambicioso plan de inversiones en activos portuarios por USD2.850 millones entre este año y el 2016. La empresa de servicios portuarios, remolcadores y logística busca participar en los nuevos procesos de licitaciones portuarias que se abrirán en países de la región como Brasil, México, Argentina y Panamá.
La analista bursátil Nora Balzarotti señaló que SAAM es una empresa muy atractiva por sí sola, con utilidades por USD64 millones en el 2011 y su separación de CSAV beneficia a ambas compañías, que quedaron bajo el control de los mismos accionistas, con el Grupo Luksic a la cabeza.
El consultor financiero Gonzalo Pérez Silva consideró que la cirugía mayor a la que ha sido sometida la CSAV por parte de los Luksic ya comenzó a dar frutos, lo que deberá observarse con mayor claridad durante el segundo semestre de este año “siempre y cuando continúe la mejoría del mercado del transporte marítimo mundial”.
El proceso de restructuración de la CSAV ha sido acompañado en los últimos meses por una mejoría de la industria naviera de transporte de contenedores, que ha visto subir en más del 30% las tarifas de fletes que se explica por el aumento de la demanda y el “rebote” tras las fuertes caídas del 2011. Las tarifas, según analistas del sector, aún tienen espacio para seguir creciendo pues las grandes flotas han restructurado sus operaciones para adecuarse a las actuales condiciones del mercado.
Pérez Silva comentó que un paso lógico en el modelo de negocios del Grupo Luksic es la búsqueda de un socio estratégico, tal como lo hizo el conglomerado familiar con el Banco de Chile, su brazo financiero, que se fusionó en el 2008 con el Citibank, lo que amplió su presencia y red de sucursales a nivel nacional y le dio una proyección internacional de que carecía hasta ese entonces.
En el caso de Madeco, el Grupo Luksic concretó en el 2007 una alianza estratégica con la gigante francesa Nexans, a la que entregó su unidad productora de cables a cambio de USD478 millones y el 9% de las acciones de la empresa gala, porcentaje que elevó al 20% el año anterior.
Todo indica que en el caso de CSAV los Luksic trabajan con la mira puesta en aplicar esta fórmula.