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Colombia - México

El reto ya no está en ajustar la legislación aduanera a Kyoto sino al Acuerdo de la OMC

Legiscomex.com entrevistó al Dr. Andrés Rohde Ponce, experto en derecho aduanero, quien nos habló de lo importante que es para Colombia ajustarse a la legislación aduanera, al Acuerdo de la OMC.

Por: Legiscomex.com

¿Es prudente que Colombia esté fundamentando su proyecto de legislación aduanera en el convenio de Kyoto cuando ya está vigente el paquete de Bali de la OMC?

Hoy en día conviven ya dos grandes tratados, conviven la convención de procedimientos de simplificación de procesos aduaneros de Kyoto, que es un tratado promovido por la Organización Mundial de Aduanas (OMA), pero también está avanzando rápidamente la entrada en vigor del acuerdo de facilitación sobre Comercio de la Organización Mundial de Comercio (OMC). Me parece que da una coyuntura de negociación donde cada uno de los países debe de fijar sus objetivos de política internacional y tener una estrategia de negociación.

Es indudable que el mundo multilateral quiere que Latinoamérica, incluyendo a Colombia, participe de los acuerdos multilaterales como es Kioto, el cual es un tratado que administra una organización que está compuesta por funcionarios a escala de directores de aduanas. Por otro lado, está el tratado del Acuerdo de Facilitación de la OMC, que es un tratado multilateral de escala de plenipotenciarios.

Estos tratados van a coincidir… Colombia ya mando su adhesión … da una posibilidad de negociación que cada país debe saber negociar, yo creo que el reto ya no es ajustar la legislación a Kioto sino al Acuerdo de la OMC.

¿Colombia se debe encaminar hacia el Acuerdo de la OMC?

Sí, Kyoto se ha quedado atrás, las disciplinas de Kioto están dentro del Acuerdo de Facilitación de la OMC, que si entra en vigor como se espera pasaría a ser un acuerdo mandatorio, pero además crearía un comité de facilitación comercial a nivel global, por tanto el reto es ya no ajustar la legislación a Kyoto. De hecho las legislaciones latinoamericanas, entre ellas las colombianas, están muy “kyotisadas”, es decir, siguen mucho las indicaciones o políticas de Kyoto, la cuestión es ver que tanto se ajustan a las directrices del Acuerdo de Facilitación Comercial y creo en mi opinión por lo que se del Estatuto Aduanero es que sí tienen disciplinas pendientes.

¿La aduana mexicana está más con el paquete de Bali o todavía con el de Kyoto?

La aduana mexicana mejoró y se modernizó muchísimo a partir de los años noventa, hoy la aduana mexicana es 100% electrónica y es una aduana que se tuvo que modernizar por la presión del TLC con Norteamérica, que le exponenció de manera geométrica el volumen de su comercio y por lo tanto de su tráfico transfronterizo. Hoy la aduana mexicana es una aduana que adopto, al igual que muchos países de Latinoamérica, los parámetros de Kioto, a pesar de no haberse adherido a la Convención de Kioto, hemos ido a la vanguardia de los procesos de modernización aduanera, aseguró Rohde.

Nos gustaría saber en términos de eficiencia ¿cómo funciona la aduana mexicana frente a la colombiana y que retos tiene?

El proceso aduanero en materia de facilitación de operación y flujo en México es hoy por hoy muy moderno, pero no muy lejano del colombiano, pero sin embargo México también mando su adhesión al acuerdo de facilitación y no le hizo reserva alguna, ni hizo valer tiempo de espera alguna, ni hizo valer la posibilidad de meter algunos compromisos a dos, cuatro o seis años, lo adopta totalmente, casi como Colombia; Colombia ha hecho dos reservas programáticas, realmente no por cuestión sustancial, sino porque están en un proceso de hacer las instalaciones para cumplir con el compromiso, así que prácticamente Colombia hace lo mismo, al igual que Chile y las economías latinoamericanas más avanzadas.

El caso extremo contrario lo tenemos en Argentina, Bolivia, Ecuador y Venezuela, que al día de hoy no han hecho su adhesión al Acuerdo de Facilitación, lo que son señales que los inversionistas captan en un sentido que no es propicio para alguien que está buscando jalar inversión, empleo y comercio.

¿Cuál sería el camino para llegar a ser más facilitadores del comercio exterior?

La vocación y la misión de la aduana contemporánea evolucionó y se transformó en pocos años, y de ser una aduana recaudadora, cobradora y proveedora de dinero a las arcar públicas, se ha convertido en una aduana vigilante de la seguridad de sus ciudadanos, de la protección de su flora y su fauna, de su economía y de sus empresas. A raíz de los atentados del 11 de septiembre del 2001, la aduana ha cambiado de misión y hoy por hoy, la aduana no tiene tanto un objetivo recaudador, no es una aduana que provee recursos.

¿Con los atentados del 11 de septiembre del 2001, las aduanas deben ser parte de hacienda o de defensa?

El sector de negocios, el empresarial y el sector privado, están más cómodos teniendo una aduana ubicada en el sector de hacienda en el ministerio de comercio, ya que es una aduana cercana a los empresarios. Una aduana que está en la seguridad pública, o como en el caso de EE UU que está en la seguridad nacional, es una aduana policiaca.

En mucho, la Organización Mundial de Aduanas sigue siendo una organización policiaca, por eso el tema del Acuerdo de Facilitación del Comercio lo ha jalado hacia la vocación de la Organización Mundial del Comercio, que es la de fluir el libre comercio, las inversiones y el empleo. Por lo tanto al jalarse el tema aduanero, se hace con la finalidad de la facilitación del comercio.

Por otro lado es indudable que las aduanas tienen que seguir cumpliendo con el objetivo con el cual surgieron, que es proteger a sus ciudadanos y a la riqueza propia de la ciudad, que no son solo las empresas sino que también la seguridad de sus ciudadanos, que actualmente están muy expuestos a actos que los dañan, porque ya no son actos del gobierno o de potencias extranjeras, son actos de personas o terroristas; esto pasa por las aduanas y su misión es retomar su rol histórico, que no es el de recaudar impuestos, es una ironía como pensar que el coliseo romano se hizo para llevar turistas, al contrario las aduanas se han creado para proteger a la sociedad.

Obviamente hay dos grandes fuerzas que se contraponen, la parte de la seguridad nacional, que quiere proteger a la sociedad y que quiere una aduana que vigile todo, que evite el ingreso de órganos humanos, dinero mal habido, armas, estupefacientes, piratería y todo lo relacionado con el crimen. Por otro lado, el empleo y el bienestar de las personas, quieren que sea una aduana que facilite el comercio, por cuanto éste es un mecanismo de bienestar y de prosperidad para las personas, entonces este es equilibrio que las aduanas modernas tienen que conseguir.

Cómo puedo controlar la entrada de cosas o de personas que buscan dañar a los ciudadanos, a la juventud, a las mujeres y por otro lado cómo se facilita el flujo de bienes que permitan que el país este activo en el mundo, ya que hoy en día gran parte de la operación comercial son las importaciones, por tanto la aduana debe buscar que se facilite la importación, porque eso va a facilitar la exportación; las teorías colbertianas del siglo XVII y XVIII, donde había que promover la exportación y restringir la importación ya no se aplican, actualmente las economías lo que están moviendo son las importaciones.

¿Considera que las sanciones muy altas promueven el incumplimiento y sobre cargan el sistema judicial?

En el mundo, en el derecho comparado la infracción aduanera sigue siendo severamente sancionada, pero quizás es un anacronismo de decenios anteriores en que el mundo vivía en proteccionismo. En realidad la sanción muy elevada genera conductas que distorsionan el objetivo, por una parte el sancionado considera que es una injusticia una infracción que no atenta contra la salud de las personas, ni es un crimen que la sociedad tenga por nefasto o repulsivo; otra distorsión de conducta que puede generar es la corrupción, que se puede convertir en un aliciente al contrabando, entre más elevada sea la sanción, más es el estímulo al contrabandista y a la corrupción de la aduana.

¿Cómo debe ser el Régimen sancionatorio?

Estoy convencido que la infracción aduanera debe ser sancionada no en términos tan graves, sobre todo en procesos de apertura, donde le arancel prácticamente se ha reducido, creo que si el contrabando o la infracción aduanera tienen que ver con drogas, armamento, explosivos y todo aquello que pueda dañar la seguridad y la salud de las personas, si merece ser sancionado con gravedad, pero si la cuestión es una infracción consistente en una declaración con un dato inexacto o con una omisión no grave de contribuciones o de impuestos, el sancionar con severidad no provoca el cumplimiento, al contrario provoca otros comportamientos

¿Cuándo se presentan errores en las declaraciones, cuál sería la mejor conducta?

La mejor conducta es la posibilidad de la autocorrección, sea que la descubra el interesado o el Estado. La autocorrección si es espontánea podría ser corregida sin sanción y si es descubierta por la autoridades podría ser autocorregida con una sanción leve. La otra manera, si no admitimos la autocorrección o la admitimos con sanciones graves, lo que estamos mandando es que los tribunales se llenen de litigios y como sabemos, la valía de los abogados más los defectos con las que están construidas algunas normas jurídicas, resulta que los sancionados que tienen acceso a buenos servicios jurídicos terminan sin ser sancionados, por tanto en lugar de pagar una multa, así sea leve, terminan no pagando ninguna, lo que alienta la impunidad.

Ya que conoce nuestro sistema aduanero y nuestros parámetros, ¿qué recomendaciones nos puede dar para nuestra reforma aduanera que está en este momento en trámite?

Varias, primero trabajar fuertemente en lo que es el gobierno electrónico, llevar todos los procesos al sistema electrónico, generar medios modernos de comunicación con los particulares, abrir canales formales de comunicación con los particulares y fortalecer los procesos de revisión de las resoluciones de las autoridades, ya que a un empresario no le interesa mucho ganar un litigio y conseguir un trofeo, le interesa culminar el negocio, entonces creo que si se establecen canales de comunicación donde el empresario, el importador o el exportador conozcan la infracción que han cometido, puedan pagar la sanción, una que sea ejemplar, tampoco se trata de que no pague nada, se trata de que reciban una sanción, pero que eso no lleve al fracaso del negocio, las sanciones aduaneras en el mundo siguen siendo tan severas que el empresario tienen que o irse a los tribunales o cerrar el negocio y si eso sucede finalmente opera en contra del país y si se va a los tribunales y gana, pues igual, porque si cometió una infracción y con una muy buena defensa resulta con una sentencia favorable, entonces una infracción quedo impune. En conclusión, no se trata de sancionar con severidad, ni de pedir que quede impune el infractor, se trata de buscar ese medio donde la infracción sea sancionada, pero que no implique la desaparición del negocio o que lleve al cierre de una fuente de empleo.