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Venezuela

Economía venezolana vivirá en el 2013 la resaca electoral

Tras un año de crecimiento impulsado por el enorme gasto público en un contexto de elecciones presidenciales, los analistas anticipan un 2013 muy complejo para Venezuela en materia económica, debido a la cada vez menor capacidad del Gobierno para financiar sus egresos y al abultado déficit fiscal.

Por: Emiliano Corona
Especial para Legiscomex.com
Caracas

El consenso de los mercados es que Venezuela registrará el año próximo una pronunciada desaceleración tras crecer en el 2012 alrededor del 5%, gracias al gasto público sin precedentes (más de USD100.000 millones) que ejerció el gobierno.

“En el 2013 podemos esperar un crecimiento de alrededor del 1%, la quinta parte de lo que tendremos en el 2012”, dijo a Legiscomex.com el economista Alexander Guerrero.

De acuerdo con el consultor, un doctor en Economía por la Universidad de Londres, el próximo año el Gobierno venezolano “no tendrá la capacidad de gasto, el mercado de petróleo se verá ligeramente contraído y, después de las elecciones (presidenciales del 7 de octubre pasado, en las cuales el mandatario Hugo Chávez obtuvo su reelección) se van a requerir ajustes que limitarán las posibilidades de crecimiento”.

Las proyecciones para Venezuela de 12 instituciones financieras y consultorías privadas con notable peso en los mercados oscilan entre una contracción del -3,50% (Merrill Lynch) hasta un crecimiento del 3,50% (Citigroup) en el 2013. En el medio de esos porcentajes están JP Morgan (0,00%), Banco Mercantil 0,80%, HSBC (1,00%), UBS (1,50%) y TheEconomist (1,80%).

El promedio de la tabla elaborada por el economista y profesor del Instituto de Estudios Superiores en Administración (IESA),Miguel Angel Santos, arroja como resultado que el Producto Interno Bruto (PIB) de Venezuela crecerá un 1,07% el próximo año, lo que ubicaría a esta economía como la de menor expansión en Latinoamérica en el periodo.

El ministro venezolano de Planificación y Finanzas, Jorge Giordani, estableció, sin embargo, en el proyecto de presupuesto público 2013 que la economía crecerá ese año un 6%, incluso un poco de lo que se anticipa para el 2012.“La meta del 6% para el 2013 es perfectamente realizable. Este año, en el primer trimestre crecimos un 5,8% y un 5,4% en el segundo, para un crecimiento en el primer semestre del 5,6%”, sostuvo el funcionario.

Distorsiones

Para Guerrero, maestro en Econometría por la Universidad Victoria en Manchester, Inglaterra, las proyecciones económicas del Gobierno “están muy distorsionadas y son irrealizables”.

“El Gobierno infla la expectativa de crecimiento para que en el presupuesto del 2013 pueda proyectar más ingresos fiscales no petroleros, a sabiendas que como la meta no se cumplirá, deberá financiar la diferencia con crédito o emisión de dinero. Ese es el truco”, señaló el consultor económico y financiero.

Sostuvo que, en cualquier caso, el gasto público del 2013 será menor al del 2012, año en el cual, “por necesidades político-electorales, el Gobierno se embarcó en una expansión fiscal que llevó el gasto del sector público consolidado (Gobierno central más empresas estatales) a niveles sin precedente tanto en este país como en Latinoamérica, a un porcentaje equivalente al 50% del PIB”.

El economista y catedrático universitario afirmó que en Venezuela el gasto público es un factor determinante en el comportamiento del PIB “y la economía crece en función de esto: el mecanismo del crecimiento es el gasto, no la producción, y esto tiene un límite porque lo que hizo el Gobierno este año para sostener la expansión fiscal fue contraer deuda y emitir circulante porque, a pesar de que los precios del petróleo (producto que representa el 95% de las exportaciones del país) estuvieron en un muy buen nivel (a un promedio anual de US$ 104,30 por barril), los ingresos petroleros son insuficientes para financiar esa clase de gasto”.

En las últimas semanas, los precios internacionales de crudo se han venido moderando y la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) observa “un notable riesgo a la baja, especialmente en la primera mitad del año (2013)”, por la persistencia de la crisis de la deuda en la zona euro y la desaceleración de la economía china.

“Con un mercado internacional de petróleo menos dinámico y una capacidad de financiamiento que no es sustentable, se espera una reducción del gasto el próximo año y así el país no podrá crecer al 6%, de ninguna manera”, añadió Guerrero.


Presupuesto y realidad

De hecho, la iniciativa de presupuesto del 2013 es menor en un 8% al gasto ejercido este año y contempla que el 26,44% de los recursos (unos USD26.976 millones, al tipo de cambio oficial) serán financiados con deuda, el 52,56% provendrán de los ingresos fiscales corrientes y el 21%, de los dividendos petroleros.

“Hay una trampa en esas cuentas, porque, por un lado, es inviable la meta de financiar más de la mitad del gasto con ingresos fiscales corrientes y, por otro, el petróleo terminará aportando mucho más de lo que dice el Gobierno”, consideró Guerrero.

El presupuesto del 2013 proyecta en USD55 el precio del barril del petróleo, precio muy inferior al que anticipa el mercado energético, lo cual, según el economista, es una práctica común.

Dijo que el Gobierno “todos los años presupuesta un precio del petróleo muy por debajo de las previsiones internacionales y lo hace para utilizar de manera discrecional y con total opacidad los recursos extraordinarios”.

Este año, por ejemplo, el precio promedio del petróleo ha estado, hasta el pasado viernes 9 de noviembre, un 109,1% por encima de los USD50 calculados en el presupuesto del 2012, lo que significa que la administración del presidente Hugo Chávez ha contado con ingresos petroleros adicionales por unos USD15.000 millones durante los primeros 10 meses del año, gracias a que las exportaciones de crudo han sido, en el periodo, unos USD40.000 millones por arriba de lo presupuestado.

Déficit

Uno de los enigmas de las cuentas nacionales de Venezuela es la dimensión del déficit fiscal del sector público, debido al enorme porcentaje de ingresos y gastos extraordinarios que reciben y erogan el Gobierno central y las empresas estatales.

Las estimaciones del déficit fiscal para este año oscilan entre el -4,70% del PIB (Citigroup) y el -12,80% (TheEconomist), aunque economistas privados afirman que ese indicador podría llegar al -19%, más del doble del que reportó Grecia en el 2011 y que tiene a ese país la más profunda crisis económica de su historia.

La “maraña parafiscal” o “caja negra”, como llaman los economistas venezolanos a la compleja red de organismos estatales que manejan los recursos nacionales, abarca de manera principal a la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), el Banco Central de Venezuela (BCV), el Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden) y el Fondo Conjunto Chino–Venezolano, conocido como el Fondo Chino.

PDVSA financia programas sociales y aporta parte de sus ingresos por exportaciones de petróleo al Fonden, que también recibe transferencias del BCV –en parte provenientes de las reservas internacionales, que cayeron en un 32% en los últimos cuatro años—y del Fondo Chino, que ha recibido en cinco años USD23.997 millones en créditos del Gobierno de Beijing que Venezuela paga con petróleo.

Estos organismos, a su vez, han transferido al Fonden USD100.000 millones desde el 2005 para el financiamiento de programas sociales y desarrollo.

“Este intrincando sistema de cuentas conduce a la opacidad”, sostuvo el profesor del IESA y doctor en Economía Política por la Universidad de Oxford,
José Manuel Puente.

Según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), el déficit fiscal del sector público consolidado en Venezuela pasó del -2,6% del PIB en 2007, al -5,4% el año anterior, porcentaje menor al -8,2% alcanzado en el 2009.

Proyecciones de 12 instituciones financieras y consultorías privadas arrojan como promedio que el déficit público venezolano alcanzará este año el -7,74% del PIB, aunque el economista Miguel Ángel Santos sostiene que esa estimación está “muy alejada de la realidad” y que el déficit llegará al -19% del producto nacional, cuando España se ahoga en un déficit del -8%.

De acuerdo con el maestro en ciencias económicas de la Universidad de Londres, “el Gobierno venezolano financió ese hueco colosal (del -19% del PIB) mediante emisiones de dinero del BCV que cubrieron el déficit de PDVSA. En 2012, este mecanismo financió el 6,4% del PIB, un tercio del déficit. Una vez que PDVSA paga a proveedores y empleados, el dinero sale a la calle e ingresa en el sistema financiero. Como la demanda de crédito productivo está estacionada, los bancos utilizaron esos depósitos para comprar títulos de deuda pública. Así se financió otro 12% del PIB y otra parte pequeña (1,6%), emitiendo deuda externa”.

“Si seguimos imprimiendo dinero a este ritmo, el riesgo de caer en una espiral inflacionaria más acelerada será cada vez mayor, a lo que hay que sumar que el Gobierno recortará el gasto en el 2013 y se verá obligado a devaluar el bolívar ante el dólar en alrededor del 50%”, advirtió Santos.

“Todas estas medidas tendrá un impacto negativo sobre el crecimiento, por lo que es muy difícil pensar siquiera en que el país podrá crecer un 2% ó 3% el próximo año”, añadió.


Panorama

Según estadísticas del PennWorldTables de la Universidad de Pensylvania, Venezuela fue el país latinoamericano que menor crecimiento per cápita acumuló entre 1998 y el 2010, con apenas el 4,9%, diez veces menos que Perú.

Una desaceleración en el 2013 significaría romper un ciclo de recuperación tras la caída del 5% que registró el PIB en el bienio 2009-2010 y de la cual el país se había recuperado en el 2011 y este año.

Para el ministro Giordani, lo más importante es que “desde el 2001 Venezuela ha destinado unos USD500.000 millones a la inversión social, a través de un esquema de financiamiento innovador, diseñado para acometer las inversiones de acuerdo con las prioridades establecidas por el Gobierno Nacional, en un esquema distinto al prevaleciente con anterioridad, cuando los recursos provenientes de PDVSA eran destinados al Banco Central para convertirse solamente en reservas internacionales”.