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La caída del petróleo profundiza la recesión venezolana
La baja en los precios internacionales de crudo complica el difícil escenario económico de Venezuela y hará más pronunciada la caída del PIB que se anticipa para este año y el próximo, lo que presionaría al Gobierno a implementar los ajustes largamente postergados.
El petróleo venezolano se cotizó el pasado viernes 24 de octubre a USD75,90 por barril, precio menor en 22,61% al promedio del 2013. Esta es una muy mala noticia para una economía que tiene en ese producto el 96% de sus exportaciones y que a lo largo de este año ha visto profundizar una crisis de divisas que limita su capacidad de importar suficientes alimentos, insumos industriales y artículos de primera necesidad.
“Tenemos una recesión y esta caída en los precios del petróleo compromete mucho más el panorama”, dijo a Legiscomex.com el analista financiero Henkel García Uzcátegui.
De acuerdo con el maestro en Administración y Finanzas de la Universidad Metropolitana (Unimet) y director de la consultoría Econométrica, este año la economía venezolana registrará una contracción del 3% pero podría llegar a 4% si el precio del crudo continúa en picada.
Explicó, sin embargo, que la caída del barril de petróleo impactará con mayor fuerza a Venezuela el próximo año porque el efecto de la baja cotización tiene un rezago de dos o tres meses.
“Esto significa que será en el primer y segundo trimestres del 2015 cuando se va a sentir más el impacto de los bajos precios del petróleo. El escenario económica estará mucho más comprometido de lo que anticipábamos hace nos meses”, señaló.
Según las proyecciones de Econométrica, el Producto Interno Bruto (PIB) de Venezuela registrará una contracción del 3% en el 2015, un punto más de la estimación original, por las divisas que dejará de recibir el país como resultado de la caída de la cotización del crudo en el mercado internacional y por el impacto de esa variable en el resto de la economía, que depende de la actividad petrolera.
En un reporte sobre Venezuela que lleva el sugestivo título de "La tormenta perfecta", la firma financiera Barclays señaló que por cada dólar que cae el precio del crudo el país deja de percibir USD728 millones, lo que ha aumentado la presión sobre el flujo de caja en divisas.
De acuerdo con esa estimación, Venezuela recibirá este año USD2.860 millones menos que en el 2013 por la reducción de precios, siempre y cuando el crudo cese su caída.
El año anterior, el precio del barril de petróleo venezolano promedió USD98,08 mientras que a lo largo de este año se ubica en USD94,15 y todas las estimaciones apuntan a que esta última cifra bajará en la recta final del 2014.
Barclays consideró que si los precios permanecen en los niveles actuales, alrededor de USD80,00 el barril, el déficit en el flujo de caja en divisas llegaría a USD38.200 millones, lo que conformaría "una situación de alto estrés para Venezuela".
La firma financiera consideró que el gobierno venezolano tiene margen para enfrentar la situación, siempre y cuando realice los ajustes que ha venido postergando durante meses: incrementar el precio de la gasolina, que es la más barata del mundo; reducir las ventas de crudo subsidiado a sus socios de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba); vender Citgo, la filial de Petróleos de Venezuela (PDVSA) en EE UU; reducir el gasto público y devaluar la moneda.
"El principal riesgo que seguimos viendo es un aumento en el malestar social debido al deterioro de la situación económica", señaló Barclays al indicar que el gobierno del presidente Nicolás Maduro quiere evitar el costo político de un ajuste.
Para el economista José Guerra, “el ajuste es inevitable porque la situación ya no da más y lo que necesitamos es otro modelo económico que nos lleve del ineficiente gobierno empresarial que tenemos ahora a un Estado social, que propicie las condiciones para reactivar la producción y canalice los recursos petroleros a la salud, la educación, la infraestructura y la seguridad social y personal”.
De acuerdo con Guerra, “el modelo que se ha aplicado, basado en el estatismo y en el control de la economía, fracasó, y esta crisis coincide con una caída abrupta de los precios del petróleo que está acentuando la recesión económica que ya estábamos viviendo”.
El desplome de los precios del petróleo, que se debe al enfriamiento de la expansión económica mundial y al aumento de la producción del hidrocarburo en EE UU, ha agudizado la escasez de divisas que padece Venezuela desde el 2013 y que es la principal causa del desabasto de alimentos y productos básicos que se registra en el país.
Aunque en el 2011 y el 2012 la cotización del crudo superó los USD100 por barril en promedio, el elevado gasto público y el “boom” de importaciones por la parálisis de la planta productiva nacional debido a las políticas estatistas del régimen provocaron una caída abrupta de las reservas internacionales. Entre el 2013 y este año han perdido USD9.087 millones y el pasado viernes 24 de octubre cerraron en USD20.880 millones.
El economista de la Universidad Central de Venezuela, Miguel Angel Ochoa, señaló que lo preocupante de las reservas internacionales no sólo es su reducción sostenida sino su composición.
De acuerdo con el especialista en finanzas públicas a junio pasado las reservas líquidas (las únicas disponibles para realizar pagos internacionales) sólo alcanzaban USD1.770 millones, un 8% del total, mientras que las reservas en oro representaban el 70,6% en una coyuntura en la que el precio de ese metal, que alcanzó un máximo de USD1.738 dólares por onza troy en el 2011, apenas supera los USD1.200.
Ochoa comentó que Venezuela afrontará cada vez más dificultades para cumplir sus compromisos internacionales, realizar importaciones y pagar a sus acreedores en el exterior debido a la significativa escasez de dólares, lo que se complica aún más con la baja del precio internacional del petróleo.
“Las exportaciones petroleras representan el 96% de nuestro ingreso de divisas, por lo que el flujo de caja en moneda extranjera se verá sometido a más presiones, lo que explica la reducción en las aprobaciones de divisas para el sector productivo”, indicó el economista.
El ministro de Economía y Finanzas y vicepresidente del Área Económica, Rodolfo Marco Torres, señaló que frente a la caída de precios del petróleo el gobierno está tomando acciones para garantizar el pago de compromisos internacionales y el funcionamiento del aparato productivo nacional, que desde hace dos años opera muy por debajo de su capacidad por la falta de insumos de importación.
“Venezuela no se verá afectada por la caída de los precios porque tenemos el Fonden (Fondo de Desarrollo Nacional) y el Fondo Chino (un sistema de préstamos de la nación asiática que Venezuela paga con petróleo), que son mecanismos que nos permiten apalancar la economía”, dijo Torres al diario El Universal.
El ministro y general del Ejército señaló que, con ese apalancamiento, durante el mes de octubre el gobierno desembolsó unos USD7.000 millones, el 70% de los cuales se destinó al pago de servicio de la deuda y el resto a liquidar importaciones.
Dijo que, además, el gobierno está abierto a realizar ajustes como la modificación del sistema cambiario (sometido a control oficial desde 2003); revistar la política fiscal y aumentar el precio de la gasolina. Solo el subsidio de este combustible cuesta al gobierno USD12.600 millones, cifra equivalente al 14,36% del presupuesto nacional del 2014.
García Uzcátegui comentó que los compromisos financieros de Venezuela han sido sufragados con reservas internacionales y con las divisas que el gobierno deja de vender al sector privado para que realice las importaciones que requiere el país.
“Los recursos del Fonden y del Fondo Chino aportan un apalancamiento ficticio. Esos fondos son la caja chica del gobierno para sostener su proyecto político en un esquema clientelista y de alta corrupción”, dijo el director de Econométrica.
Consideró que “lo que estamos viendo es el colapso del sistema cambiario y, desde el punto de vista de Econométrica, lo que debería hacer el gobierno es desmontar el control de cambios para evitar este sistema perverso y corrupto de asignación de divisas y permitir que los dólares que entran se conviertan en mercancías y en insumos para que el sector productivo funciones otra vez”.
De acuerdo con García Uzcátegui, “el único camino para poder salir de esta crisis económica estructural es transitar hacia políticas de mercado y abandonar todo lo que ha sido la política de planificación central y de controles”.
“Lo que no queda duda es que esta caída de precios del petróleo va a acelerar los cambios en Venezuela. Estos son inevitables porque no hay otra manera de evitar el colapso económico, pero hay que ver qué tan profundos van a ser”, agregó.