El consumo indulgente aumentó para fortalecer al sector lácteo
La indulgencia es un concepto que tiene que ver con productos que sean aceptables y que el consumidor pueda disfrutar sin culpa.
Por ello, hoy los nuevos desarrollos buscan una mezcla de ingredientes que ofrezcan diferentes experiencias de consumo. La industria láctea no puede quedar ajena a esta tendencia.
La indulgencia es pues un elemento inherente a todas las personas y que, más allá de las crisis o los tiempos de bonanzas y de un mayor o menor nivel de selectividad, cada vez los consumidores querrán darse un gusto en sus vidas, una gratificación por todos los esfuerzos que la vida cotidiana impone. Las marcas, productos y platillos tendrán que buscar su costado "indulgente" para alcanzar esa preferencia. Al final todos los alimentos, como las bebidas o los lácteos, por ejemplo, tienen propiedades que son benéficas para la salud, pero como cualquier otro producto, el exceso o la carencia siempre puede ser perjudicial, entonces no hay que catalogar a los alimentos como buenos o malos sino simplemente aprender a llevar una dieta variada y equilibrada, donde no solo es la cuestión saludable sino también está el placer y la convivencia social que brinda la alimentación.
También para los fabricantes de alimentos el uso creativo de ingredientes ofrece todo tipo de posibilidades para crear productos dirigidos específicamente a las generaciones que crecen con influencias multiculturales y que desarrollan una actitud abierta a las posibilidades que ofrece la diversidad, incluyendo todo lo que se refiere a la elección de alimentos y bebidas. Los millennials forman parte de ese grupo. Y también el grupo de la posterior Generación Z, los nacidos a partir de 1997, que ya constituyen cerca del 25% de la población mundial. Para el 2020, esta cifra será del 40%. Razones de peso para que las preferencias alimentarias y la indulgencia jueguen un enorme papel en la industria de alimentación.
Impulsados por las tendencias de salud y bienestar, la nueva generación de consumidores excluye a los lácteos de su dieta debido a la presencia de lactosa o alto contenido de azúcar. A su vez, con más de la mitad de la población mundial padeciendo intolerancia a la lactosa en diversos grados, los productores de yogures, leches saborizadas y otros productos lácteos fermentados llevan ya mucho tiempo buscando una solución costo-efectiva y simple para reducir la lactosa sin afectar el sabor final del producto.
Un estudio realizado en el 2015 subraya la necesidad de las empresas lácteas de revitalizar la importancia de la leche entre los consumidores de todas las edades, a través de la introducción de productos innovadores que brinden conveniencia, salud e indulgencia, sin descartar las nuevas experiencias sensoriales.
De acuerdo con Tetra Pak, "la clave para impulsar a los lácteos en todo el mundo es que los consumidores se apasionen por tomar leche: crear nuevos productos y desarrollar campañas de comunicación para mostrar que es conveniente, placentera y relevante para todos, incluso como si fuera un gusto”. De aquí se derivan cuatro tendencias mundiales: