Comercio bilateral
El comercio entre Colombia y Venezuela no experimenta su mejor momento, a pesar de las grandes necesidades y la escasez que enfrenta el vecino país. Esta caída se debe principalmente a las dificultades que tienen los importadores venezolanos para comprar y pagar las materias primas y productos para importar a los proveedores extranjeros.
Es así como Brasil, Argentina e incluso China han disminuido sus exportaciones hacia el país petrolero. Sin embargo, Colombia es el país que ha perdido mayor participación en este mercado; mientras que en el 2008 exportaba más de USD6.000 millones, en el 2013 el comercio se redujo a un poco más de un tercio, llegando a USD2.256 millones.
El presente artículo explicará las adjudicaciones de divisas a través de SICAD I y II y cómo este mecanismo dificulta la planeación financiera de las empresas y, en segundo lugar, se describirá el comportamiento del comercio binacional para lo corrido del 2014 (enero – agosto) y cuales han sido los principales productos comercializados.
El Sistema Complementario de Adquisición de Divisas –SICAD- fue creado en marzo del 2013 como reemplazo al SITME, entidad que facilitaba la adjudicación de divisas, que no requirieran AAD o licencias de importación y no necesitaran aprobación de CADIVI. El sistema utilizado es el de subastas semanales, las cuales eran convocadas por el Banco Central de Venezuela (BCV) pero ahora son realizadas por el Centro Nacional de Comercio Exterior (CENCOEX). Cada semana (en algunas ocasiones pueden ser dos o más semanas entre cada subasta) CENCOEX convoca ciertos sectores para que participen en las subastas y puedan obtener divisas para pagar las importaciones de materias primas a sus proveedores extranjeros. Este mecanismo sufrió un cambio en Febrero del 2014 y pasó de ser manejado por el BCV por el CENCOEX. Desde entonces se reinició el conteo de las subastas y hasta el día de hoy se han realizado 26 convocatorias, adjudicando un total de USD5.356 millones a las empresas que han participado (Gráfico 1). La tasa de cambio en las últimas tres subastas se ha situado 12 bolívares por dólar.
Los sectores que han sido más veces convocado a participar en las subastas realizadas son: salud, textil, caucho y plástico, eléctrico y alimentos. Sin embargo, la participación de una empresa en este mecanismo cambiario no asegura que ésta efectivamente reciba los dólares y tampoco que se le compre el producto al proveedor sugerido, ya que las subastas pueden realizarse a través de CORPOVEX, una empresa estatal que puede elegir otro proveedor. Estas dificultades e incertidumbres que enfrentan las empresas para conocer si su sector participará en la subasta y si efectivamente recibirá las divisas, complican la planeación financiera de las empresas y aumenta la desconfianza en los proveedores internacionales fundamentalmente por la incertidumbre a la asociada a la operación.
En cuanto a SICAD II, este mecanismo fue implementado por el gobierno venezolano a finales de marzo del 2014, con el propósito de disminuir la presión del mercado paralelo y facilitar el acceso a las divisas por parte del sector privado. Los requisitos solicitados para participar en este sistema son menores en comparación a CENCOEX o SICAD I y las empresas pueden acceder diariamente a esta ventana cambiaria a través de la Banca Pública, Privada o las Casas de Bolsa. Sin embargo, los montos adjudicados no son tan altos como en los otros mecanismos y depende en gran medida de las divisas diarias que sean ofrecidas. Personas naturales y jurídicas, empresas exportadoras y empresas petroleras adscritas a PDVSA (divisas que no se hayan obtenido a través de exportaciones petroleras) pueden vender sus divisas en este mecanismo a una tasa cercana a Bs49.99 por cada dólar (eje derecho de la gráfica 2). En SICAD II diariamente son ofertados en promedio USD39.4 millones, de los cuales USD35.8 millones corresponden al sector público y USD3,5 millones al sector privado. (Gráfico 2)
De manera similar al mecanismo anterior, este no cuenta con la cantidad de dólares suficientes para abastecer a todas las empresas y es difícil obtener las cantidades requeridas para pagar a los proveedores internacionales. Aunque en un principio le dio un respiro a las importadoras, la caída en la cantidad de divisas ofrecidas ha limitado la disponibilidad de dólares para adjudicar. Así mismo, el BCV aumentó la cantidad de requisitos necesarios para participar, dificultando el acceso de ciertas empresas a este sistema.
Por lo tanto, estos dos mecanismos no han solucionado el problema en el acceso a las divisas por parte de las empresas venezolanas, disminuyendo la importación de materias primas y productos, aumentando la escasez de ciertos productos. Es por esto la disminución de las exportaciones colombianas, cuyo comercio con Venezuela se describe a continuación.
Durante los primeros ochos meses del 2014 Colombia presentó un superávit de USD1.039 millones en la balanza comercial con Venezuela, mostrando que las exportaciones hacia Venezuela han sido mayores a las importaciones realizadas desde dicho país. Sin embargo, las importaciones han presentado un crecimiento del 22% en el 2014, lo que muestra que Colombia es un socio importante para Venezuela no solo por ser uno de los que más productos le compra, sino por ser el país que más productos adquiere diferentes al petróleo.
Durante los primeros ocho meses del 2014 las exportaciones colombianas hacia Venezuela disminuyeron un 7%, al pasar de USD1.463 millones FOB en el 2013 a USD1.360 millones FOB en el 2014, la participación de Venezuela en las exportaciones totales fue de un 4%, siendo Venezuela el séptimo destino de las exportaciones Colombianas.
Algunos de los rubros que mostraron mayor crecimiento fueron: Alimentos, bebidas y tabaco siendo el rubro más dinámico al presentar un crecimiento del 90,2% en comparación al mismo periodo del 2013, ascendiendo a USD238,9 millones en el 2014; combustibles pasó de USD321 millones FOB en el 2013 a USD346 millones FOB en el 2014, presentado un crecimiento del 7,7%; productos químicos creció un 49,1%, al pasar de USD193 millones FOB en el 2013 a USD288 millones FOB en el 2014. Adicionalmente, metales y sus manufacturas presentó una variación del 26,8%, pasando de USD40 millones FOB en el 2013 a USD51 millones FOB en el 2014.
Los principales productos exportados a Venezuela durante los primeros ocho meses del año fueron: Bombones, caramelos y confites pasó de USD65,2 millones FOB en el 2013 a USD113,8 millones FOB en el 2014; abonos minerales o químicos con nitrógeno presentó un incremento del 128,8%, pasando de USD22,8 millones FOB en el 2013 a USD52,2 millones FOB en el 2014; chocolate y demás en bloques o barras pasó de USD12,3 millones FOB en el 2013 a USD28,9 millones FOB en el 2014, demás antibióticos para uso humano creció de USD4 millones FOB en el 2013 a USD19,7 millones FOB en el 2014.
Durante los primeros ocho meses del 2014 las importaciones desde Venezuela aumentaron un 22,1%, al pasar de USD275,1 millones CIF en el 2013 a USD335,9 millones CIF en el 2014, la participación de Venezuela en las importaciones totales de Colombia fue de un 0,8%, ocupando el lugar número 22 según el origen de las importaciones.
En las importaciones provenientes de Venezuela los rubros que presentaron mayor crecimiento durante los primeros ocho meses del año fueron: Abonos siendo el rubro más dinámico al presentar un crecimiento del 110,2% ascendiendo a USD44 millones CIF en el 2014; Productos químicos orgánicos pasó de USD78,1 millones CIF en el 2013 a USD138 millones CIF en el 2014. Finalmente, Combustibles y aceites minerales y sus productos aumentó un 27,6% pasando de USD37,6 millones CIF en el 2013 a USD48 millones CIF en el 2014.
En conclusión, mientras que el acceso a dólares no mejore en Venezuela y la deuda que se mantiene con una gran cantidad de empresas colombianas no se cancele en el corto o mediano plazo, las exportaciones hacia el vecino país mantendrán una tendencia decreciente, a pesar de las grandes oportunidades de negocio y de rentabilidad que ofrece el mercado venezolano. Se requiere que los gobiernos de ambos países, especialmente los presidentes, establezcan un mecanismo de pago alternativo, sea el intercambio compensado (truque), el intercambio peso – bolívar o el intercambio por petróleo, el cual permita reactivar el comercio y facilite las relaciones comerciales entre las empresas de ambos países, generando grandes beneficios a las dos economías.