Integración económica
Luego de siete rondas y cinco minirondas de trabajo, Colombia y Corea del Sur dieron por terminada la negociación del Tratado de Libre Comercio (TLC). Sin embargo, ¿qué hay detrás de este acuerdo comercial?
El proceso que inició en el 2009, concluyó finalmente en Seúl, Corea del Sur, en la VII ronda de negociación, en donde los capítulos de acceso a mercados de bienes agrícolas e industriales, reglas de origen, medidas sanitarias y fitosanitarias, inversión y la sección de biodiversidad, que habían quedado pendientes en las rondas anteriores, finalizaron de forma exitosa, según el ministro de Comercio, Industria y Turismo de Colombia, Sergio Díaz-Granados.
Este acuerdo comercial, que ahora espera ser firmado y ratificado por el legislativo de los dos países, surgió como una estrategia para fortalecer las relaciones diplomáticas, que existen desde hace 50 años, aumentar el crecimiento de sus economías y expandir sus relaciones comerciales tanto en Asía como en Latinoamérica.
El interés de Colombia en lograr un TLC con esta nación asiática, tiene que ver con que en la última década Corea del Sur ha sido uno de los países con mayor dinámica comercial, que le permitió obtener un crecimiento superior al 20% desde los años ochenta, gracias a sus exportaciones que representaron el 26% del Producto Interno Bruto (PIB) en 1985 y que en el 2010 alcanzaron el 45% del PIB, con una tendencia similar en sus importaciones.
Por su parte, las exportaciones colombianas hacia Corea del Sur sumaron en el 2011 USD276, 1 millones, y aunque existe un aumento en su participación, para el Gobierno Nacional este porcentaje sigue siendo bajo, en relación al contexto global.
En los últimos años, Colombia ha buscado consolidar políticas comerciales y económicas que le permitan diversificar sus exportaciones, convirtiéndose éste en su principal objetivo.
Para el ministro de Comercio, Industria y Turismo, Sergio Díaz-Granados, el TLC con Corea del Sur es “fundamental para la entrada de Colombia a Asia, para abrir más mercados, sirve además como un primer ejercicio para ingresar a otros países, como es el caso de Singapur y Japón, donde el gobierno colombiano también tiene interés. Con este último país se concluyó recientemente un acuerdo bilateral para la protección y promoción de las inversiones”.
Sin embargo, el mayor interés de Colombia en Asia radica en buscar el ingreso al Foro de Cooperación Económica Asía Pacífico (APEC, por su sigla en inglés), que es un mecanismo de concertación de carácter intergubernamental conformado por 21 países y que inició en el año de 1989.
En materia de inversiones, Colombia espera que los USD52, 5 millones obtenidos entre el 2002 y el 2010 se quintupliquen, y que la Inversión Extranjera Directa (IED), que en este momento se estima en el 0,7% del PIB, sea igual o superior a la que está en Chile (8%) o Brasil (5,6%). Cabe destacar que Colombia pactó con Corea un Acuerdo para la Protección y Promoción de las Inversiones, que esperan se complemente con el capítulo de inversión del TLC.
Corea del Sur también ha demostrado interés en realizar un acuerdo comercial con Colombia que le dé vía libre al ingreso de sus productos a este mercado latinoamericano, puesto que ve al país como “una economía dinámica en el contexto de la región”, asegura Kim Jong Hoon, ministro de Comercio del país asiático.
Así mismo, el ministro coreano ha afirmado que Colombia es un aliado estratégico en la región y ve con el TLC una forma de aumentar su presencia en Latinoamérica e incluso abarcar el mercado de EE UU y Canadá, teniendo a este país como un plataforma logística.
Uno de los intereses por parte de Corea del Sur está en dinamizar la inversión extranjera y en Colombia observa no solo las ventajas de ser un “receptor de capitales foráneos, sino un país como un mercado atractivo en áreas como la exploración petrolera en la cual Corea ya se ha mostrado interesado”.
Según un informe de la Cámara de Comercio Colombo Coreana llamado Colombia: hacia un tratado de libre comercio con Corea del Sur, la expansión de tratados comerciales bilaterales por parte del país asiático no solo incluye a las grandes potencias económicas mundiales, sino también las “economías emergentes que sean ricas en recursos naturales y de un nivel estratégico importante en los aspectos político, económico y geográfico”.
Es así como el Gobierno coreano ha creado mecanismos que gestionan la transferencia del know-how en la integración de su economía con las demás regiones del mundo. De esta manera, puede ofrecer al mundo industrias que son altamente competitivas como la de vehículos, la cadena logística, la de infraestructura y el transporte marítimo, afirma la Cámara Colombo Coreana.
Es importante resaltar que pese a los altos intereses del Gobierno Nacional por alcanzar este acuerdo comercial, existirán sectores que tendrán mayores beneficios por encima de otros, así lo explican las agremiaciones y multinacionales que se ven directamente implicadas en este TLC.
De un lado, los sectores con mayores beneficios por este acuerdo comercial serían los importadores y el minero, como por ejemplo los de vehículos Hyundai y Kya, que obtendrían una desgravación total en un proceso de entre 5 y 15 años, lo que les permitiría bajar sus precios en el mercado de carros colombianos, aseguran Carlos Mattos, dueño de Hyundai Colombia y su presidente, Gustavo Alberto Lenis.
Para Hernán González, presidente de la Cámara Colombo Coreana, empresas de electrodomésticos (LG y Samsung, entre otras), tendrían la posibilidad de hacer sus importaciones con aranceles mínimos, lo que equivaldría a un aumento de las ventas en Colombia que hoy en día es del 40% del total vendido.
En el sector minero, el país asiático se encuentra interesado en la compra de carbón, coltán y ferroníquel que son las materias primas para su industria tecnológica.
Con respecto al sector agroindustrial, la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC) en cabeza de su presidente Rafael Mejía, ve buenos resultados para este sector, luego de que en la cuarta y última ronda se le diera acceso al 99% de los productos del agro. Afirmación que respalda el ex ministro de Comercio Carlos Ronderos, quien ve en este TLC grandes oportunidades para exportar lácteos, azúcar, carnes, café, frutas, flores y hortalizas.
Por otra parte, los sectores menos beneficiados serian los de producción industrial puesto que Corea es un abanderado en esta materia. En ese sentido, Santiago Chamorro, presidente de GM Colmotores ve una clara desventaja frente al sector automotor coreano, puesto que los autos del país asiático vienen a menor costo. “Es imposible pensar que Corea vaya a consumir carros o autopartes hechos en Colombia. Ese tratado funcionaría en una sola vía, de único beneficio para ellos”, afirma.
De igual forma, ensambladoras y multinacionales como General Motors y Renault, podrían dar por terminadas las inversiones en el país latinoamericano y entrar al mercado de la importación.
Los otros segmentos que se verían afectados serían los fabricantes nacionales de electrodomésticos como Haceb, quienes “lógicamente van a tener una mayor competencia” comentó el ex jefe negociador del TLC, Santiago Pardo.
Para Guillermo Rodríguez, directivo del Centro de Desarrollo y Competitividad Industrial, Proindustria, que agremia a empresarios del sector automotor, trabajadores del mismo y sindicatos, a Colombia no le conviene este acuerdo comercial, dado que su diseño estratégico está permeado por la compra, “no está claro lo que Colombia le pueda vender a Corea del Sur, fuera de productos que no requieren tratado como el petróleo y el carbón”.
También, ven en el sector agroindustrial problemas, puesto que hay dificultades en materia sanitaria y fitosanitaria que dificultarían lograr dicho objetivo, así como el reparo por parte de Corea de importar carne de países donde haya habido brotes de fiebre aftosa y Colombia ha sido uno de ellos. Afirmación que respalda el senador colombiano del Polo Democrático Jorge Enrique Robledo, quien ha dicho que “este tratado no ayuda al agro y destruirá la industria”.
Con la VII ronda que se llevó a cabo del 11 al 13 de junio en Seúl, las negociaciones del TLC entre Colombia y Corea del Sur se dan por terminadas. Este acuerdo comercial incluye 22 capítulos que cubren: Acceso a Mercados de bienes industriales y agrícolas, Reglas de Origen, Medidas Sanitarias y Fitosanitarias, Obstáculos Técnicos al Comercio, Defensa Comercial, Inversión, Propiedad Intelectual, Comercio y Desarrollo Sostenible, Cooperación.
El Acuerdo también contempla un Preámbulo, Provisiones Iniciales y Definiciones, Asuntos Institucionales, Política de Competencia, Administración Aduanera y Facilitación del Comercio, Compras Públicas, Comercio Transfronterizo de Servicios, Entrada Temporal de Personas de Negocios, Telecomunicaciones, Comercio, Electrónico, Cooperación Transparencia, Solución de Controversias, Excepciones y Provisiones Finales, aseguró el ministro de Comercio, Sergio Díaz Granados.
Ahora se espera la firma del tratado que está prevista para el próximo 25 de junio y una vez se realice este procedimiento pasará a la aprobación del Congreso para ser instaurada como Ley, que luego de ser sancionado por el presidente de la República será sometida a revisión por parte de la Corte Constitucional, un proceso que puede tardar hasta dos años para el caso colombiano. Corea por su parte debe esperar a que el texto firmado sea aprobado por la Asamblea Nacional y de esa forma el acuerdo entrará en vigencia.
*Elaborado por Legiscomex.com con información del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo y la Cámara Colombo Coreana.