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Comercio regional

Centroamérica y el intercambio comercial de granos básicos

Algunos carecen de ciertos alimentos y a otros les abunda. La vulnerabilidad ante desastres naturales hace que cada vez más los países centroamericanos se abastezcan entre vecinos. Nicaragua es una de las naciones que más ventaja toma con su producción de fríjoles rojos.

Por: Clara Villatoro
Corresponsal de Legiscomex.com
Centroamérica

Son economías similares y por tanto existe una constante competencia entre ellos, debido a los rubros productivos en común. Aún así, los países centroamericanos recurren cada año al comercio de granos básicos entre vecinos principalmente por una razón: ningún país de la región es capaz de autoabastecerse. Aunque el comercio entre vecinos aumenta, cuando las carencias extremas de algún cereal llegan. El primer recurso es siempre la compra en Centroamérica, por el precio y el traslado de los productos.

En los últimos años, Guatemala -por ejemplo- ha mantenido un ritmo de aumento de cosecha de maíz relativamente bueno. Según datos del Ministerio de Agricultura y Ganadería guatemalteco (MAGA), entre el 2006 y el 2012 la producción ha aumentado un 46%. Pero el crecimiento no ha sido suficiente para cubrir la demanda del país. Guatemala aún debe importar un 5% de la demanda total de dicho grano, que se traduce en 2 millones de quintales que llegan a los guatemaltecos mayoritariamente desde Belice y México.

El Salvador también compra a los vecinos. Según datos del Banco Central de Reserva, entre enero y noviembre del 2011, dicho país importó cargamentos de fríjoles y arroz valorados en USD103,9 millones. El 46% de las importaciones provenía de Honduras y Nicaragua. Costa Rica tiene su déficit también, solo en el 2011 tuvo que comprar 33.000 toneladas de fríjoles para cubrir la demanda, aunque la peculiaridad de los costarricenses es que no siempre adquieren los granos de los países de la región.

Honduras, aunque es buen productor de fríjoles y maíz, recurre a los países de la región para abastecerse de arroz. Durante el 2012, se ha visto envuelto en una serie de escándalos debido a la escasez. Un empresario intentó ingresar más de 14.000 toneladas de arroz con exoneración de impuestos. Dado el déficit, ya el Gobierno hondureño había anunciado a inicios de año la posible importación de unas 100.000 toneladas, pero la carencia acabó generando contrabando. Ahora, tras la sequía del mes pasado, fueron los mismos productores de arroz quienes anunciaron la necesidad de importar aún más de lo previsto. Representantes del sector arrocero de Honduras declararon a la prensa local que la sequía ha generado pérdidas de cerca de USD7 millones.

Panamá no se queda atrás en importación de granos básicos, más que nada por la reducción considerable de productores locales. Los panameños importan el 50% de los fríjoles que consumen que equivale a 60.000 quintales y una considerable cantidad de arroz que entre pilado y en cáscara suma 1,3 millones de quintales. Quien sale mejor librado es Nicaragua con importaciones no muy altas de maíz y arroz, aunque este último lo compran prioritariamente a EE UU.

Una región vulnerable

Los desastres naturales afectan cada año a la región centroamericana. Y son esas crisis y pérdidas las que más promueven el intercambio de granos básicos. Lo que a un país le sobra a otro le falta. Pero no siempre es tan sencillo, el conflicto llega cuando todos carecen de un mismo grano.

“Somos tan vulnerables que tenemos todos los efectos climatológicos posibles. Aunque no haya huracán en la región, siempre vienen lluvias en exceso con daños severos o por el contrario, sequías. [Todos los países] intentan enfrentar a la naturaleza de la mejor manera posible”, manifestó a Legiscomex.com Manuel Álvarez, presidente de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (Upanic).

Nicaragua es uno de los productores de granos básicos más destacados de Centroamérica. El fríjol rojo es su fuerte, ya que genera buenas divisas dada la demanda de esta legumbre en la dieta centroamericana. Sin embargo, mucho del fríjol nicaragüense es financiado por importadores de El Salvador y en tiempo de crisis, se presenta el dilema entre vender y guardar para los suyos.

Según un informe publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) a finales del 2011, solo en octubre del año pasado la depresión tropical 12-E dejó un total de USD1.968 millones en pérdidas en Centroamérica. De esa cifra, USD903 millones fueron daños reportados en El Salvador, USD333 millones, en Guatemala y USD204 millones en Honduras. La mayor parte de pérdidas fue en infraestructuras y cosechas. Para este año lo que se pronostica es sequía, pero los productores quieren ser optimistas. “Nos queda la esperanza de que no se cumpla”, aseguró Álvarez, al ser consultado sobre este aspecto.

Los efectos de la escasez

El fríjol rojo y el maíz son dos de los granos básicos en la dieta regional. En 2010 y 2011, las lluvias afectaron la región centroamericana. La escasez fue tal en 2010, que la libra de fríjoles llegó a costar USD 1.40, el mismo precio de una libra de pollo.

En aquel momento, los gobiernos centroamericanos anunciaron medidas para garantizar el abastecimiento de la población. Honduras fue uno de los primeros que informó el racionamiento. El Salvador aprobó con urgencia la compra de 50.000 quintales de fríjoles y Costa Rica sondeó la posibilidad de abastecerse de fríjol nicaragüense. Pero la sorpresa fue la reacción de Nicaragua, que ordenó el cierre de sus fronteras para la comercialización de granos básicos.

“Cuando el gobierno tomó la decisión de cerrar las fronteras, muchos sectores que se dedican a la exportación se dividieron ante la medida. Yo personalmente apoyé la decisión porque primero está nuestra población y después los vecinos. Nos es posible darle de comer otros y que los nuestros paguen mucho más. En las crisis toca decidir así”, justificó el presidente de Upanic.

Algunos productores nicaragüenses opinan lo opuesto a Álvarez y aseguran que la medida incluso les cerró mercados, pero lo cierto es que las cifras de exportación de fríjol nicaragüense van a buen ritmo este año.

Datos oficiales indican que en el primer semestre del 2012, las exportaciones de este grano reportaron USD24,7 millones, más del doble de lo registrado en el mismo período en el 2011. Según Upanic, Nicaragua produce 5,5 millones de quintales de fríjol, de ellos solo consume 2,2 millones, el resto lo exportan.

“El incremento de producción de los granos básicos no ha sido tan grande, pero si tenemos buenos precios que favorecen a los productores nacionales a la hora de vender al exterior”, explicó Álvarez. La meta para los nicaragüenses es producir los 6 millones de quintales en el 2013.

Pero el mantenimiento de buenas cosechas en la región depende en gran medida del impacto de los fenómenos naturales la Niña y el Niño. A inicios de este mes, los países de la región acordaron mediante el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) crear mecanismos de prevención y mitigación de riesgos que permitan garantizar reservas estratégicas de alimentos para la región.

Los productores reconocen que para lograrlo se debe trabajar de la mano con los gobiernos y buscar acciones efectivas conjuntas. De otro modo, el abastecimiento a través de los países vecinos podría volverse cada vez más difícil y crear conflictos entre los mismos.

“Uno pone y Dios dispone. Sabemos que no es tarea fácil enfrentar a la naturaleza. Pero estamos trabajando con los gobiernos, con organismos de cooperación y con la FAO. Es por el bien de todos”, reconoció Álvarez.

La sequía ya anuncia mayor intercambio de productos agrícolas entre los países centroamericanos, dadas las pérdidas que algunos han reportado. Pero si la naturaleza se empeña en azotar a la región, los granos básicos vendrán del mejor postor. Como en la crisis del 2010, cuando muchos centroamericanos –sin saberlo- terminaron comiendo fríjol rojo procedente de China.