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El comercio en la Región Andina antes de 1492

Los pueblos indígenas realizaban sus contactos comerciales debido a la necesidad de expandir sus fronteras agrícolas. Los productos que se intercambiaban principalmente eran las materias primas o bienes elaborados.

Por: Banco de Historia

La historia suramericana no comienza con la llegada de las carabelas europeas. Antes de 1492, el territorio andino se encontraba habitado por diferentes tribus indígenas en desiguales niveles de complejidad estatal.

Clima y comercio

La Región Andina en la época prehispánica no era una unidad. En sus investigaciones, los arqueólogos han podido identificar comunidades en diferentes instancias de desarrollo, desde pequeños caseríos en las riveras de los ríos hasta complejos sistemas imperiales en los picos de las altas montañas. Esta variada complejidad social tenía repercusiones notables en el comercio de bienes.

Los contactos entre pueblos indígenas se daban por las siguientes causas: la expansión de fronteras agrícolas, que normalmente terminaba en enfrentamientos bélicos, y el intercambio comercial de materias primas o bienes elaborados. La guerra no era la mejor opción pues cada tribu se especializaba en la ubicación, explotación y procesamiento de productos específicos y era más rentable comerciar que acabar a la población. Debido a la variedad de pisos térmicos, el intercambio resultaba una estrategia interesante para el abastecimiento de productos, cuya explotación o procesamiento era exclusivo de pueblos especialistas.

Las redes comerciales se tejían entre climas diferentes. Un ejemplo de este “comercio climático” se presentó entre los andes del norte (hoy Colombia) y el piedemonte llanero (hoy Venezuela). El intercambio se daba principalmente entre tierras altas y bajas, pues cada lugar poseía diferentes productos, materias primas o manufacturas que suplían las necesidades del otro.

En esa línea, de las tierras bajas a las altas se comerciaba algodón, coca, tabaco, madera, pieles y plumas, artículos que tenían enorme importancia para los estamentos altos de las sociedades indígenas. Por su parte, de las altas a las bajas se llevaban mantas, adornos en oro y esmeraldas.

Comercio de corto, medio y largo alcance

La escarpada geografía fue a la vez aliada y obstáculo de las redes comerciales prehispánicas, así, los majestuosos picos de la cordillera se quiebran en valles donde cruzan anchos ríos que desembocan hacia los dos océanos que rodean el territorio. En este escenario se destacaron las redes de intercambio que dependían de las facilidades de transporte según la ubicación de las poblaciones.

Aunque el canje más común era el que se daba entre comunidades cercanas espacialmente, también había comercio en distancias medianas y en ocasiones, para llevar o traer algún bien deseado, se requería cruzar medio continente. La amplitud de las redes comerciales de cada cultura dependía de su grado de complejidad y centralización.

El imperio Inca es el ejemplo más claro de un sistema comercial de gran envergadura en el ámbito andino. Construyó caminos desde Ecuador hasta Chile. Estas rutas eran recorridas por mensajeros, informantes y comerciantes que facilitaban el control sobre sus dominios mientras aumentaban las posibilidades de intercambios, pacíficos o violentos, con otras comunidades.

Hacia finales del siglo XV habían logrado la anexión de poblaciones a lo largo y ancho de los Andes. Lo que implicó que la comunidad comenzara a utilizar el quechua y a tributar al imperio. Estos tributos se daban en especie, por lo que el gobierno aumentaba y diversificaba sus posibilidades de intercambio comercial.

Desde tiempos prehispánicos, en la región andina se ha desarrollado una activa comercialización de mercancías. Algunas veces por medio del sometimiento y la anexión de poblaciones pequeñas a comunidades más poderosas, otras por el intercambio libre y voluntario de productos. Unos necesitan lo que a otros les sobra, unos requieren aquello que otros saben hacer mejor. La geografía, caminos en las montañas, ríos navegables y valles jugaron un papel determinante en la vida económica y la configuración de las rutas comerciales en la Región Andina.

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Bibliografía de consulta:

Langebaek, Carl. "Caminos del piedemonte oriental. Sistemas de comunicación prehispánica entre los Andes orientales y el piedemonte llanero". En: Caminos reales de Colombia. Bogotá: Fondo FEN Colombia, c1995.

Uribe, María Victoria. "Los caminos del sur del Cauca y de Nariño". En: Caminos reales de Colombia. Bogotá: Fondo FEN Colombia, c1995.

“El mundo en 1492”, Revista Credencial Historia Nº 34 (octubre de 1992).

*Este artículo fue elaborado por:

Paula Ronderos, historiadora de la Universidad de los Andes, Bogotá (Colombia) y encargada del Banco de Historia.