Corredores logísticos
Colombia debe mejorarlos para tener una distribución física internacional eficiente
Restricciones para movilizar la carga, infraestructura inadecuada, vías inseguras y altos costos son algunos de los problemas que presentan los corredores logísticos colombianos.
Colombia ocupó el puesto 82 en el más reciente informe sobre logística, publicado por el Banco Mundial (BM), que clasifica a 150 países por su capacidad para hacer llegar sus bienes de manera eficiente a los mercados internacionales.
El estudio, que fue denominado “Conectarse para Competir”, se basó en una encuesta efectuada a 800 profesionales de logística de todo el mundo. Según el análisis, Singapur es el país con el sector logístico más competitivo. En el caso de América Latina, Chile, en el puesto 32, es la nación mejor ubicada en el ranking, seguida por Argentina (45) y México (56).
Para Edgar Higuera, gerente de la Cámara de Grandes Usuarios de Servicios Logísticos de la Asociación Nacional de Empresarios (Andi), la rezagada posición de Colombia en el estudio refleja la difícil situación que afronta el país en materia logística y que lo hace poco competitivo frente a la entrada en vigencia de nuevos acuerdos comerciales.
Uno de los problemas más evidentes en esta área tiene que ver con el estado de los corredores logísticos, es decir, con las rutas que se utiliza para acceder a los diferentes puertos y zonas fronterizas desde los sitios de producción.
Según Higuera, el país cuenta con dos corredores logísticos principales:
Corredor Oriente - Centro
Situación bastante compleja, si se tiene en cuenta que solo cinco ciudades (Bogotá, Cali, Medellín, Buenaventura y Cartagena) y sus áreas de influencia concentran más del 80% del comercio exterior, tanto en volumen como en valor.
Adicionalmente, de los 6.075 kilómetros (Km) de vías troncales con las que cuenta el país, solo 3.735 Km. se encuentran en buen estado. Situación similar ocurre con las vías transversales, que tienen una longitud total de 6.217 Km. y de los cuales solo 2.794 Km. se encuentran en condiciones aceptables, lo que genera demoras y sobrecostos en el transporte.
Por ejemplo, a pesar de que los costos logísticos de la exportación disminuyeron en 7 puntos entre 1999 y el 2005, en Colombia, estos comprenden el 18,6%, cifra que aún está por encima del promedio latinoamericano (18%) y la región andina (13,9%).
Otro inconveniente con el que tienen que lidiar las empresas para movilizar sus mercancías es la restricción que aplica para vehículos de carga de más de cinco toneladas, que no pueden circular en la red vial principal de las ciudades capitales de lunes a viernes en algunas horas de la mañana y de la noche. Lo mismo ocurre con el tránsito en las vías nacionales de vehículos de carga durante los días festivos y horas de la noche.
A esto se suman otros problemas de gestión que dificultan el desarrollo de la actividad logística como la inseguridad que se presenta en algunas vías, la falta de sistemas de comunicación de última tecnología, la carencia de personal calificado, la ausencia de terminales interiores de carga y la reducida oferta de proveedores.
De acuerdo con Higuera, para que un corredor logístico tenga un funcionamiento acorde con las exigencias de la distribución física internacional (DFI) debe contar con una adecuada infraestructura, una moderna red tecnológica y cumplir con las normas y prácticas internacionales requeridas en el ámbito mundial.
Un estudio sobre Logística y Competitividad realizado por la Andi sostiene que para que estas condiciones puedan ser cumplidas en Colombia se deben consolidar los corredores logísticos multimodales, mejorar la conectividad de la infraestructura de transporte, desarrollar una política de ciudades puerto, sistematizar el seguimiento y control de la carga y diseñar un sistema de indicadores para medir el desempeño de las diferentes operaciones que se efectúan en el corredor.
De igual forma, recomienda dotar el corredor de una infraestructura básica para el desarrollo de zonas de actividad logística (ZAL), gestionar un programa de facilitación del comercio y del transporte y atender de manera eficiente las necesidades del proceso de DFI.
“En el tema de corredores logísticos, Colombia tiene prácticamente todo por hacer. El desarrollo de estas iniciativas llevará tiempo, quizá varios años y llevarlas a feliz término requiere de la participación activa del Gobierno y del sector privado”, sostiene Higuera.
Es apremiante, por ejemplo, que el Gobierno culmine la construcción de la infraestructura vial continua de los corredores logísticos desde las zonas generadoras de carga hasta el terminal internacional, frontera puerto o aeropuerto.
De igual forma, el sector público deberá definir una política de desarrollo territorial para las ciudades puerto tendiente a construir ZAL, desarrollar un plan de movilidad urbana para la carga, crear terminales interiores y generar los mecanismos de facilitación de trámites al comercio y al transporte eficiente en el corredor.
Por su parte, el documento de la Andi recomienda al sector privado trabajar en la creación de operadores logísticos integrales que suplan las necesidades que tienen las empresas en esta área, especializar aún más a las compañías de transporte, construir instalaciones de almacenamiento, renovar las flotas de transporte (el promedio de la flota colombiana es de 24 años) y mejorar los servicios de atención al cliente.
Así mismo, participar activamente en el diseño de los procesos logísticos del corredor en los que se tenga en cuenta al generador y al destinatario de la carga, al operador logístico, al transportador, el patio de contenedores, el agente naviero, las sociedades de intermediación aduanera y los servicios bancarios, entre otros.
Para Higuera, Colombia contará con una buena DFI y podrá aprovechar los beneficios de los acuerdos comerciales solamente cuando ponga en marcha estas iniciativas y trabaje de manera decidida por el mejoramiento de sus corredores logísticos.