Precios
Alza de alimentos presiona inflación en Chile
Un sorpresivo índice inflacionario del 0,6% en octubre fue atribuido por los economistas al repunte en los precios de los alimentos, que muestran un alza sostenida a lo largo del año e incidirán como principal factor de crecimiento de ese indicador este año.
El ministro de Economía de Chile, Pablo Longueira, intentó poner paños fríos ante el inesperado aumento que registró el Índice de Precios al Consumidor (IPC) durante septiembre y octubre pasados, cuando acumuló un alza de 1,4 puntos porcentuales tan solo en esos dos meses, un incremento que representa el 70% de todo el IPC registrado a lo largo del año.
“Es más de lo esperado, pero el alza de esos meses (septiembre y octubre) responde al aumento del precio de los alimentos. Esto es lo que ha tenido un efecto puntual sobre el IPC. Sin este factor y sin costo de la energía el IPC de estos meses no hubiera sufrido variación”, afirmó.
Chile mantiene la inflación bajo control y durante los primeros 10 meses del año el indicador apenas ha subido un 2%, pero los alimentos cada vez presionan más, ya que en ese mismo periodo sus precios se han incrementado en 6,7%, es decir, más de tres veces por arriba del IPC.
La economista del centro de estudios privado Libertad y Desarrollo (LyD), Natalie Kramm, dijo a Legiscomex.com que el incremento en el precio de los alimentos “es una preocupación económica muy latente, está teniendo una incidencia mayor de lo que se esperaba y no es algo que se va a resolver en el corto plazo. Por lo tanto, es algo que debe monitorear muy de cerca el Banco Central”.
De acuerdo con Kramm, investigadora del programa económico de LyD, este mes deberá esperarse una variación de un 0,3% en el IPC, debido a que los alimentos seguirán incidiendo en el indicador, como resultado de la sequía que ha afectado al norte y al centro del país y al fuerte incremento en los precios internacionales del maíz, el trigo y la soya.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por su sigla en inglés), en los últimos cinco meses se han producido tres fuertes alzas en los precios de los alimentos por razones climáticas como sequías e inundaciones que han mermado la producción mundial de cereales.
Datos de la FAO indicaron que durante el trimestre julio-septiembre Chile fue el país latinoamericano, junto con Uruguay, que registró una mayor alza en el precio de los alimentos, con un 4,3%, casi dos veces más que el promedio regional.
El ministro chileno de Agricultura, Luis Mayol, señaló que se trata de un fenómeno mundial de carácter estructural pues existe una creciente demanda de alimentos por parte de una clase media emergente y eso produce desbalances entre oferta y demanda. "Chile no fija los precios, sino que los importamos. Todas las alzas en las materias primas inciden abiertamente en nuestro país porque somos importadores de gran parte de los alimentos básicos como trigo, maíz, carnes y arroz", sostuvo.
El precio internacional de los granos, según el índice de Goldman Sachs, subió más del 40% en el último trimestre por problemas de oferta, como sequía en el hemisferio norte.
El Banco Central de Chile señaló en un informe que “los incrementos recientes de los precios internacionales de productos como el trigo se han reflejado solo parcialmente en los precios del mercado interno. Ello puede estar relacionado con la apreciación del peso (frente al dólar, que llega a un 7% durante el año) y con que los márgenes de los alimentosse mantienen altos. Así, la relación entre los precios de alimentos que se obtienen del IPC y sus precios internacionales se ha reducido. Con todo, estosugiere que la capacidad para amortiguar incrementos de costos ha disminuidoen este sector”.
De acuerdo con el ministro Mayol, los aumentos de alimentos que reflejan los últimos IPC corresponden también a los períodos cíclicos y propios de la temporada, porque los precios de alimentos como hortalizas y verduras se comportan de acuerdo a la estacionalidad. “El consumo se ha disparado y coincidió con una baja en la oferta”, dijo.
Otro elemento que repercute en el alza de los alimentos es el incremento que ha experimentado en Chile el precio de la electricidad, pues la energía representa el 35% del costo de producción alimentaria. En el transcurso de este año, el precio de la electricidad industrial se ha incrementado en más de 20 puntos porcentuales y se espera un aumento mayor para el 2013, debido a la sequía.
El profesor de la Facultad de Economía de la Universidad de Chile, Alejandro Alarcón, indicó que de esta manera la sequía ha tenido un efecto doble en el precio de los alimentos, a través de menor cantidad de agua para producirlos y del aumento en los costos vía la energía eléctrica. "Hay una presión dual en el mercado alimentario interno a la que hay que sumar el efecto externo”, explicó el catedrático y doctor en Economía por la Universidad de Rochester, en Nueva York.
La subsecretaria chilena de Evaluación Social, Soledad Arellano, dijo que los sectores que resienten el aumento de los alimentos son los más vulnerables, ya que destinan mayor porcentaje de su presupuesto a la compra de esos productos.
“El alza de la comida ha tenido un enorme impacto en los hogares más pobres de Chile, porque las familias de este estrato destinan un gran porcentaje de sus ingresos a ese ítem y eso produce un desajuste importante en su economía”, aseguró.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el quintil poblacional de menores ingresos destina el 37% de su presupuesto familiar a la compra de alimentos, mientras que el quintil de hogares más ricos gasta apenas el 14% en esos productos, lo que ha llevado a los analistas a catalogar las alzas alimentarias como “la inflación de los pobres”.
Arellano mencionó que las mayores alzas se han registrado en productos como vegetales, frutas y pan. Este último es fundamental en la dieta de los chilenos, en especial entre los sectores más vulnerables, y el insumo básico par su elaboración, el trigo, ha presentado un incremento superior al 40% en el transcurso de este año. “Esto golpea muy fuerte a los hogares de menores ingresos”, dijo la subsecretaria.
Según un estudio de LyD, durante entre marzo del 2011 y marzo de este año el quintil de menores ingresos en el país registró una inflación del 5,3% y el de más alta renta de solo el 3,6%, mientras que para los restantes tres quintiles que figuran en la mitad de esos extremos el IPC fue de entre 4,2% y 4,9%. Las principales diferencias obedecen al peso de los alimentos en el gasto familiar.
Esta situación, junto con el alza en el precio de la energía eléctrica, llevó al Gobierno chileno a otorgar en mayo pasado a la población más vulnerable del país –unas 500.000 familias— un “bono” equivalente a unos USD100 más USD15 por cada menor de edad en el hogar beneficiado.
Kramm, la investigadora económica de LyD, advirtió que el alza de los alimentos puede tener incluso una mayor incidencia en el IPC el año próximo por la creciente demanda de las clases medias emergentes asiáticas y la sequía que afectó a EE UU, la peor en los últimos 50 años en ese país que abastece cerca de mitad de maíz que consume el mundo y una porción importante del trigo y la soya.
“El aumento del consumo, el uso de los alimentos para producir biocombustibles, la especulación y la alteraciones climáticas van a seguir presionando al alza el precio de los alimentos y esto tendrá un efecto en el IPC de muchos país, en Chile, desde luego, tendrá cada vez más injerencia (en este indicador)”, consideró la economista de la Universidad de Chile.
Krumm descartó, sin embargo, que el alza de los alimentos ponga en riesgo la meta inflacionaria, a pesar de que estos han subido un 9,1% en los últimos 12 meses y han tenido una incidencia determinante en el IPC general del periodo, que fue de apenas el 2,9%.
Explicó que el incremento de la canasta alimentaria ha sido contrarrestado en parte por la baja en el precio internacional del petróleo, que Chile importa en su totalidad, y por la apreciación del 7% que ha sufrido el peso chileno frente al dólar a lo largo del año, lo que ha abaratado en ese mismo porcentaje las compras del país en el exterior.
“Por ahora eso ha ayudado pero en el 2013 sí podemos tener más problemas. Los alimentos seguirán incidiendo”, señaló la especialista.
Los ministros de Agricultura de la región que conforman el Consejo Agropecuario del Sur (CAS) realizan un monitoreo permanente de la volatilidad de precios de los alimentos al considerar que se trata de un tema que llegó para quedarse por la disminución del stock agrícola mundial, la creciente demanda de alimentos y los trastornos que provoca el cambio climático.
“Esto va a afectar cada vez a nuestras economías”, señaló el ministro Mayol.