Habla la Cámara de la Industria Farmacéutica de Venezuela
Debido al ajuste cambiario, importar fármacos podría ser más rentable que producirlos localmente
Actualmente, la política económica del Gobierno venezolano revela una contradicción, mientras el discurso oficial apunta al impulso del desarrollo local, en la práctica se ponen trabas para el crecimiento de la industria nacional.
La devaluación del bolívar fuerte (BsF) decretada por el Gobierno venezolano, ha preocupado a algunos sectores productivos de Venezuela, como es el caso de los laboratorios farmacéuticos.
Ángel Marquez, vicepresidente Ejecutivo de la Cámara de la Industria Farmacéutica (Cifar) dijo en entrevista exclusiva para Legiscomex.com, que normalmente la provisión de medicamentos por parte del Estado se da por la vía de las licitaciones y básicamente están orientadas a cubrir las demandas que hacen instituciones públicas, habitualmente hospitales, el Seguro Social y otras instituciones que brindan servicios de salud pública, por lo que hasta el momento no existe una competencia desleal por parte del Gobierno.
Cifar, asociación civil sin fines de lucro, encargada de fundamentar la promoción, el desarrollo tecnológico y económico de la Industria Farmacéutica Nacional, hace un llamado al Estado, para que siga contando con los laboratorios afiliados a este organismo.
“Si el país cuenta con suficientes proveedores nacionales que producen localmente, al mismo tiempo que importan, por qué ir más allá. La idea es trabajar en conjunto, en vista de que el compromiso está en la recuperación y la conservación de la salud, que es básicamente la provisión de medicamentos”, sostuvo.
Marquez hizo énfasis en que Venezuela cuenta con una amplia cadena de laboratorios tanto nacionales como trasnacionales, que pueden cubrir perfectamente la demanda del sector público y privado. “La industria farmacéutica está dispuesta a continuar siendo proveedora del Estado”, continuó.
Igualmente, señaló no tener información acerca de que el Gobierno esté importando oficialmente algún tipo de medicamento, pero indicó que de ser así, sería preocupante la situación, ya que actualmente existen laboratorios que de no producir el fármaco en su totalidad se encargan de importarlo y ponerlo a la disposición del Estado, el cual es el encargado de otorgar los permisos de manufactura o en su defecto de importación a dichas empresas.
Pero, ¿cómo se están viendo afectados los laboratorios que importan materia prima para hacer sus productos y que dependen del dólar oficial para hacerlo?
De acuerdo con Marquez, durante el 2009, la Comisión Administradora de Divisas (Cadivi) liquidó a tiempo las divisas, a pesar de algunos altibajos, por lo que se puede considerar que la industria farmacéutica, en especial las empresas afiliadas a Cifar, es un sector privilegiado si se compara por ejemplo con el automotor, el cual ha sido un poco desafortunado en este sentido.
Este año debido al incremento del dólar, la Cámara tuvo su primera reunión a inicios de febrero con Cadivi, que le explicó que acuerdo con los ajustes que se tuvieron que hacer en el sistema, las solicitudes a la fecha no habían ingresado al Banco Central, pero que independientemente de que se haya establecido un ajuste en el control de cambio, se mantenía vigente el Artículo 10 del convenio cambiario N° 14, el cual establece que las importaciones del sector salud se harán a BsF2,60 en su totalidad y no a BsF4,30, como se había determinado para algunos rubros del sector.
“Los rubros que quedaron a BsF4,30 es porque no son utilizados directamente por la industria farmacéutica, sino por otros sectores industriales asociados o que tienen que ver con la misma, por lo cual Cifar, propone sea creado un código arancelario, que incluya dichos productos específicos que utilizan los laboratorios para la creación de fármacos, que no son principios activos de medicamentos, como por ejemplo los empaques o estuches, que ahora son comprados a los proveedores en BsF4,30 y no a BsF2,15 (control de cambio anterior) o BsF2,60. Lo que genera un incremento en el producto final”.
Marquez señala que esta situación pone en ventaja a aquellas empresas que importan el producto terminado a BsF2,60, en comparación de los que deben importar la materia prima con el mismo tipo de cambio, pero a eso deberán sumar los costos de producción, distribución, venta y los márgenes de ganancia.
Se pueden destacar igualmente que algunos insumos necesarios para la elaboración de las medicinas, como el material de empaque o piezas para la maquinaria, quedaron en la lista de bienes que deben traerse al país a BsF4,30 por dólar, independientemente de que la empresa sea nacional, trasnacional o extranjera, se ve afectada de igual forma.
“No es que queramos que se prohíba la importación, ya que existen medicamentos que deben de importarse obligatoriamente porque no se pueden producir en Venezuela, debido a que la industria farmacéutica venezolana es muy interdependiente, pero sí debe de existir una balanza”.
Señaló además que el presupuesto estipulado para el 2010, que se hizo con base a BsF2,15, se verá afectado, debido a que buena parte esos medicamentos ya han sido procesados o distribuidos y en su mayoría ya se encuentra en los canales de comercialización y los cuales ahora se deberán pagar a BsF2,60. Lo que ha generado que la producción nacional se vea afectada, al igual que la economía generada alrededor de ella.
Por su parte, Freddy Ceballos, presidente de la Federación Farmacéutica de Venezuela (Fefarven) señaló que, aunque hasta ahora no se han registrado alzas de precios de la mayoría de los productos, no descartan que por efecto de la devaluación aumenten los medicamentos que no están regulados.
Indicó que la mayor preocupación de la industria en estos momentos es la falta de celeridad en la liquidación de divisas, pues no se han autorizado los dólares correspondientes al primer trimestre.
"Se puede decir que esta situación es manejable, porque el Gobierno nunca liquida el primer trimestre a tiempo, y las empresas toman sus previsiones, pero si se retrasan los dólares del segundo trimestre se agrava la situación", explicó Ceballos.
Igualmente, indicó que es normal que se produzcan fallas de desabastecimiento a principio de año, pues los laboratorios cierran en diciembre y reactivan sus operaciones a finales de enero.
Hace pocos días, Eduardo Samán, ministro de Comercio, informó la apertura en los próximos seis meses de 22 farmacias en Caracas para contrarrestar los precios del mercado. El vicepresidente de Cifar señaló que las mismas no afectarían a la industria farmacéutica privada, siempre y cuando se adecuen a los mismos parámetros del sector distribuidor de medicamentos y cuenten con el apoyo de la industria ya establecida en el país, en general se estarían ampliando los puntos de dispendio de fármacos, lo cual traería como resultado que los venezolanos, tengan por así decirlo, acceso a productos más económicos. “La industria está dispuesta a atender la demanda de estas nuevas farmacias, si efectivamente se instalan”.
De hecho, Cifar y la Cámara Venezolana del Medicamento, que agrupa básicamente los laboratorios trasnacionales, comparten un programa de responsabilidad social llamado Fundafarmacias, que se divide en 15 farmacias sociales distribuidas alrededor del país, que dispensan medicamentos al costo e incluso cuentan con servicios de despacho a domicilio, establecidos fundamentalmente en sectores populares cercanos a hospitales y centros de salud del Estado.
Pero al consultar a varios dueños de farmacias privadas, se puede decir que todos llegaron a la conclusión de que si las Bolivarianas se encuentran en zonas populares no los afectaría mucho, e igualmente los propietarios piensan que las mismas se dedicarían a vender medicamentos genéricos, por los costos, y de estos no hay toda la gama para suplir a los de marca, por lo que habría un gran vacío en su oferta.
“Hasta los momentos hemos sobrevivido a las grandes cadenas, que son las que de una forma u otra han ido terminando con nosotros. Ciertamente no es fácil para los pequeños seguir manteniéndonos hoy en día, pero saber si nos afectará directamente o no, no lo sé, si colocasen una cerca de nosotros, probablemente sí”, concluyó Marisol Tovar, propietaria de una Farmacia pequeña, familiar y comunitaria, que dirige sus ventas a los vecinos del lugar.
Según datos de la industria farmacéutica, las 22 farmacias estatales que funcionarán en Caracas no representan ni el 1% de las 5.000 que existen el país. Sin embargo, a medida que crezca el número de farmacias estatales en el territorio nacional el espacio para el sector privado se irá encogiendo.
Eduardo Samán, señaló que “la inauguración de la red de farmacias socialistas, así como de otras redes de distribución de alimentos y bienes para la población a precios justos, forma parte de la participación del Estado venezolano en el comercio para frenar la especulación de los medios de distribución capitalistas”.
Comerso tendrá 11 filiales: Megatiendas Hogar, Automotriz, Mercados de Economía Popular, Tiendas ALBA, Red de Areperas Socialistas, Tienda Virtual y Máquinas Expendedoras, Mercados Mayoristas; Ferias, Comercitos (que serán los populares), Red de Farmacias Socialistas y Comercio Exterior.
Por su parte, Víctor Maldonado, presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Caracas, opina sobre las consecuencias de crear una Corporación de Mercados Socialistas (Comerso), que para él está planteado es una competencia desleal.
Para Maldonado, que el Gobierno importe todas sus compras, sea del rubro que sea, a BsF2,60, mientras que el resto del sector comercial debe ajustarse al código arancelario que le corresponda, de acuerdo con la Gaceta Oficial número 39.345, del 13 de enero del 2010, pone en desventaja a la producción nacional.
Desde 1998 hasta ahora, la Cámara de Comercio estima que se han perdido 30% de los establecimientos comerciales en Venezuela (equivalentes a 150.000 comercios) como consecuencia de la ejecución de políticas que desfavorecen al sector.
Hoy día, se encuentran 500.000 comercios activos en el país, pero recuerda Maldonado que solo en el 2009 y, de acuerdo con las cifras del Banco Central de Venezuela (BCV), la caída del sector fue del 8,2%.
Con el arranque de la Corporación de Mercados Socialistas, el presidente de la Cámara de Comercio no duda que estas cifras puedan continuar en descenso.
A lo que el ministro de Comercio, Eduardo Samán señaló no puede ser considerado como competencia desleal. “Son acciones que tomamos por el beneficio social para empujar los precios hacia abajo", explicó
Para Víctor Maldonado, "Comerso no tiene vida". Las muestras de Mercal y Pdval no son para el presidente de la Cámara de Caracas los mejores ejemplos de gerencia. "En esos establecimientos no han podido garantizar que los alimentos que tienen hoy, puedan estar también mañana.
¿Alguien cree en Mercal como un modelo de distribución de alimentos? Para Maldonado, las incursiones del Estado en estas materias solo podrían generar más inflación y desabastecimiento.