El mayor interés está en las empresas exportadoras
Colombia y Bolivia dan los primeros pasos hacia la trazabilidad
En el país, el sector cárnico trabaja en la tecnificación del proceso. Bolivia debe instaurar un sistema de trazabilidad individual.
2 min.
En Colombia las empresas que están familiarizadas con la trazabilidad son compañías con vocación exportadora pertenecientes a sectores como el farmacéutico, cosmético y el de confitería.
“El tema de la trazabilidad debe expandirse para todos los productos de consumo humano, incluido todo el sector alimenticio. El problema es que en Colombia no existe una normativa y el consumidor no es tan exigente en este tema”, asegura la líder de trazabilidad del Instituto Colombiano de Codificación y Automatización Comercial (IAC), Isabel Agudelo.
La trazabilidad no puede ser concebida únicamente como el cumplimiento a una norma, sino como una buena práctica, como una herramienta que le evite al empresario problemas de calidad con el producto y que permita la satisfacción del consumidor.
En el país, así mismo, no existe una autoridad de trazabilidad alimentaria y falta un mayor liderazgo del Gobierno para promover el tema.
El primer paso que se dio en Colombia fue la Ley 914 del 2004, que crea el Sistema Nacional de Identificación e Información de Ganado Bovino, pero que carece aún de reglamentación.
Según la norma, bajo este modelo operará un programa que permitirá disponer de la información de un bovino y sus productos, desde el nacimiento hasta que llegue al consumidor final. El sistema estará fundamentado en la universalidad, obligatoriedad, gradualidad y trazabilidad.
Dentro de los objetivos están el de lograr la identificación plena del ganado bovino, por medio de la creación de una base de datos nacional y dar valor agregado al producto de origen bovino, para hacerlo más competitivo frente a otros productos alternativos.
Una de las empresas colombianas que lleva dos años preparándose en el tema es el Frigorífico Guadalupe. Esta compañía es considerada como la planta de mayor volumen de sacrificio en Sudamérica, y cuenta con una capacidad para trabajar 2.000 reses diarias y 2.200 cerdos en dos turnos.
El frigorífico maneja actualmente la trazabilidad manual, proceso en el que se enfrenta a limitaciones como una constante pérdida de la información, datos erróneos o mal diligenciados, lo que impide evaluar la información de una manera ágil. Además de la desintegración de los lotes que llegan al área de corrales y la desorganización de la marcada de los animales, que no siempre se hace en un mismo punto (camiones, corrales, desembarcadero).
Por esta razón, se trabaja en la implementación de un modelo de trazabiilidad hacia delante y hacia atrás, que permita el rastreo desde la materia prima hasta la unidad de consumo y viceversa.
Para el director de operaciones del Frigorífico Guadalupe, Jaime Zapata, algunos de los beneficios de este sistema son: permitir una fácil consulta, compartir la información y disponer de ella en el momento en que se necesite.
"La trazablilidad debe ser entendida como una herramienta de gestión, que permita la integración entre el producto y la información, cuyo objetivo es brindarle al consumidor un alimento sano", agrega.
Por su parte, Bolivia cuenta con el Programa de Planteles Animales Bajo Control Oficial (Pabco) que contempla acciones conjuntas entre productores y el Servicio Nacional de Sanidad Animal e Inocuidad Alimentaria (Senasag) con carácter voluntario.
Dentro de las directirices de dicho programa está instaurar un sistema de trazabilidad individual, que asegure la calidad de producción y obtenga la certificación oficial respectiva, según se menciona en el informe “Estado actual de los sistemas de trazabilidad para bovinos de carne en los países del Cono Sur”.
Otro de los objetivos es el de proteger y garantizar el estatus sanitario de la zona libre de fiebre aftosa con vacunación en la Chiquitanía del departamento de Santa Cruz, de acuerdo con procedimientos sanitarios establecidos para la internación de animales.
“Bolivia va un poco más atrás, pero terminará adoptando un sistema de identificación individual en el que se pueda aprovechar la experiencia de otros países”, puntualiza el secretario ejecutivo del Programa Cooperativo para el Desarrollo Tecnológico Agroalimentario y Agroindustrial del Cono Sur, Emilio Ruz.
Por consecuencia, tanto Colombia como Bolivia deben avanzar más rápido para ponerse al día. Sin duda, Colombia requiere con urgencia la reglamentación de la Ley 914 del 2004, mientras que Bolivia debe implementar lo más pronto posible su sistema de trazabilidad individual.