Comercio internacional
TLC con Colombia: la manzana de la discordia entre empresarios y Gobierno costarricense
Ante el anuncio de posibles negociaciones de un TLC con Colombia, diferentes grupos de empresarios han manifestado su oposición al acuerdo. El principal argumento es la similitud entre la economía colombiana y la costarricense.
Un competidor con ventajas, eso representaría Colombia para los empresarios costarricenses si se pactara un tratado de libre comercio (TLC) con ese país. La idea no convence a los empresarios que ven en un acuerdo comercial más amenazas que provecho.
“La Cámara está en contra de una posible negociación de un TLC, principalmente porque, lejos de ser economías complementarias, los dos países tienen estructuras productivas muy similares y por ende competidoras. Muchos de sus productos son competencia para la industria nacional”, afirmó a ‹b›Legiscomex‹/b› Luis Obando, asesor de Comercio Exterior de la Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR).
El argumento de los empresarios se respalda en las cifras. De 13 países sudamericanos que figuran en la lista de importaciones de Costa Rica, Colombia se situó en el primer lugar en el 2011 al reportar USD455.585 en productos importados, según consta en los datos de la Promotora de Comercio Exterior de Costa Rica (Procomer).
Los cuatro años anteriores las cifras de importaciones desde Colombia han sido similares y destaca como el único país que ha logrado mantenerlas. Las estadísticas de Procomer dejan ver que durante el 2007 y el 2008 fue Venezuela el país del cono Sur que más productos colocó en Costa Rica, pero en los últimos tres años las importaciones desde ese país han sido mínimas, mientras que Colombia ha sostenido sus cifras.
“Ya se nota una presencia importante de productos colombianos, aun sin un acuerdo comercial (…) Al ser estructuras productivas muy similares, la producción de la industria nacional rivaliza con la colombiana y esta última tiene unos niveles de competitividad y economía de mayor escala,”reiteró Obando.
La CICR sostiene que la industria nacional es de transformación, por lo que depende de materias primas importadas, mientras que Colombia tiene en su propio país los insumos necesarios para producir plástico, productos metálicos, papel y textiles, entre otros. Bajo esta lógica, los empresarios costarricenses consideran que Colombia lleva ventaja ante los vaivenes de los precios internacionales.
Pero más allá de estos factores, las cifras de Procomer dejan claro que hasta ahora la balanza del intercambio comercial presenta un déficit para los costarricenses. Pese a que Colombia ingresó a Costa Rica casi USD500.000 en productos durante el 2011, el país centroamericano apenas alcanzó USD48.216 en exportaciones a este destino.
Los productos alimenticios colombianos son los que mayor presencia mantienen en Costa Rica. Mario Montero, representante de la Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria (Cacia), afirmó a la prensa local que con un TLC con esta nación sudamericana las condiciones de clima de negocios serían hostiles, al punto que sería casi imposible competir con los bienes colombianos.
Si bien la negativa de los empresarios costarricense a negociar un acuerdo comercial con Colombia es firme, vale destacar que el sector empresarial ha expresado públicamente que —en general— el Gobierno costarricense debería dejar de firmar más TLC.
“La Cámara ha sido insistente, antes de negociar más TLC el país debería enfocarse en solucionar limitantes que atentan contra la competitividad de las empresas nacionales. Cada día el empresario se enfrenta con problemas de trámites, poca disponibilidad de crédito, poco control en el ingreso de los productos importados—tanto en calidad como en el precio declarado en las facturas—, entre otras cosas. Sin estos factores en vigencia sería un suicidio seguir firmando más Acuerdos Comerciales”, aseguró a ‹b›Legiscomex.com‹/b› el representante de la CICR.
Costa Rica tiene en vigencia nueve tratados de libre comercio, el más importante es el TLC con EE UU. Además se mantiene a la espera de la ratificación de otros seis acuerdos comerciales que fueron firmados en el último año y medio. A juicio de la CICR, los tratados vigentes no se están aprovechando al máximo debido a una serie de condiciones que como país deben mejorar.
Las exportaciones de Costa Rica se siguen focalizando en los mismos mercados: EE UU, Centroamérica y la Unión Europea (UE). Estas tres regiones son sus grandes aliados, pese a los acuerdos comerciales pactados con otros países grandes como China, con quien firmó un acuerdo en el 2010, convirtiéndose en el primer país centroamericano en desligarse de Taiwán y afianzar lazos con el gigante asiático. Pese a cerrar el pacto comercial con bombo y platillo, el tiempo transcurrido desde su vigencia es poco y las cifras siguen sin reflejar cambios agigantados.
“El aprovechamiento de estos instrumentos es discreto, salvo algunas excepciones como Panamá. La experiencia ha señalado que la firma de un documento no asegura el mejoramiento de los términos de intercambio comercial entre dos países. Es necesario atender factores en los que hay que mejorar, sumados a esfuerzos de acompañamiento y promoción de las empresas (costarricenses) en el extranjero”, afirmó Obando.
El Gobierno costarricense, sin embargo, a través del Ministerio de Comercio Exterior (Comex) mantiene la promoción de nuevos acuerdos comerciales y la actualización de los ya vigentes, como es el caso del TLC con Canadá con quien concluyeron a inicios de febrero una segunda ronda de negociaciones para su modernización.
Respecto al TLC con Colombia, a inicios de enero la ministra de Comercio, Anabel González, estableció incluso plazos para este año ante la prensa local. El Comex tiene como meta finalizar la fase de exploración con Colombia durante el primer semestre de este año.
Costa Rica es una de las economías más solventes en Centroamérica. De ahí que muchos países se interesen en su mercado. Pero independientemente de si se consuma o no un acuerdo comercial entre costarricenses y colombianos, la presencia de estos últimos en la región es innegable.
En los últimos años, Colombia ha realizado fuertes inversiones en la región. El ejemplo más reciente es la compra de activos del Banco HSBC por USD800 millones que realizó Davivienda a finales de enero de este año. La adquisición representa inversiones directas en Costa Rica, Honduras y El Salvador.
Una inyección de capital de similar envergadura sucedió en el 2006, cuando Bancolombia compró en su totalidad al Banco Agrícola de El Salvador por cerca de USD900 millones. Otras operaciones considerables que pueden mencionarse son la alianza entre las aerolíneas Avianca y Taca, al igual que las inversiones de Olímpica y Grupo Nutresa en Costa Rica.
Las inversiones en la banca son las más destacables, pero aún en años ‘tranquilos’ las inversiones colombianas han sido considerables. Según las estadísticas del Ministerio de Comercio de Costa Rica, solo en el 2010 empresarios de este país invirtieron cerca de USD100 millones, una cifra nada despreciable en tiempos de vacas flacas.
Colombia ha manifestado su deseo de un acuerdo comercial con Costa Rica en los últimos cinco años, pero ha sido desde el 2010 que la propuesta ha sonado con más fuerza. En junio del año pasado, el Gobierno de Costa Rica hizo público un primer estudio de potenciales productos a exportar a Colombia, entre los que destacaban instrumentos médicos, medicamentos, atunes, galletas y aceites, entre otros.
La idea, pese al estudio, no convence a los empresarios costarricenses, al punto que ni siquiera se han animado a sondear el mercado colombiano por su propia cuenta, según manifestó Obando. Será a mediados de este año que el Comex anuncie si en realidad abrirá las negociaciones con Colombia. Pero por ahora los empresarios de Costa Rica lo tienen claro, competir con los productos colombianos es ya un gran reto.