Tasa de cambio
La paridad monetaria disminuyó la barrera de MXN12,8 por dólar
La vulnerabilidad de la economía estadounidense y las menores perspectivas de crecimiento han tenido importantes efectos en la dinámica del peso mexicano.
El 20 de septiembre del 2010, el peso se revaluó frente al dólar, con un incremento del 0,2529%, respecto al último cierre. Por lo tanto, la moneda azteca recuperó 3,23 centavos, lo que significa que el dólar se vendió en 12,7717 pesos (MXN). Esto representa una apreciación del 2,08%, en las últimas cinco sesiones, de acuerdo con datos de Banxico.
A principios de año, la paridad entre el peso y el dólar inició en MXN12,8910 y alcanzó su precio más alto en septiembre, con MXN13,2340.
De acuerdo con un informe del BBVA, el peso mantiene su apreciación desde el cuarto trimestre del 2009, sin embargo, no es tan representativo respecto a otras economías emergentes, debido a su cercanía con el epicentro de la crisis.
La apreciación monetaria se vio interrumpida en varias oportunidades durante el segundo trimestre del 2010, en parte por la volatilidad de los mercados globales y la incertidumbre del crecimiento económico estadounidense. La entidad considera que el peso puede seguir apreciándose en la segunda mitad del año.
Según las proyecciones, la coyuntura financiera y económica puede impulsar el tipo de cambio hacia un nivel más apreciado o a las zonas de sobrevaloración. Se estima que la paridad cambiaria cierre el año en torno a MXN12 por dólar y fluctúe alrededor de ese nivel durante el primer semestre del 2011.
No obstante, en la segunda parte del 2011 podría presentarse devaluación nuevamente, por la volatilidad y por la tendencia dada gracias al diferencial de inflación y productividad de México y EE UU, que llevaría la tasa de cambio entre MXN12,5 y MXN13 por dólar.
En general los indicadores señalan que continúa la recuperación de la economía mexicana, la demanda de productos tuvo un crecimiento importante, impulsado básicamente por el dinamismo de las manufacturas en EE UU.
De igual forma, el entorno global de recuperación y el apoyo del empuje de las políticas fiscal, monetaria y de soporte al sistema financiero incrementaron la preferencia por el riesgo y la búsqueda de la rentabilidad, lo que según Bancomer, se convirtió para la economía mexicana en mejores condiciones de financiamiento para las empresas.