Opinión
¿Qué estamos exportando a China?
El contexto comercial entre Colombia y China no es nada alentador para nuestro país. Si bien durante el primer semestre del 2012 las exportaciones nacionales hacia este país asiático presentaron un incremento de más del 66% frente a igual periodo del 2011, es preciso resaltar que la balanza comercial continúa siendo deficitaria1.
Según información estadística, las ventas internacionales colombianas hacia China (segundo socio comercial de Colombia en 2012) se limitan en un 98,16% a 5 productos: petróleo, ferroaleaciones, desperdicios de cobre, cuero y desperdicios de aluminio2 . Es decir, están concentradas en productos tradicionales y con un mínimo de valor agregado.
De acuerdo con un análisis que se hace en el documento “La República Popular China y América Latina y el Caribe: Diálogo y cooperación ante los nuevos desafíos de la economía global”, publicado por la Cepal en julio del 2012, las exportaciones latinoamericanas a China están concentradas en muy pocos productos, generalmente primarios. La región padece de la misma enfermedad en su afán de conquistar el mayor mercado mundial de 1.350 millones de consumidores.
En el caso colombiano, los combustibles minerales (aceites de petróleo, hulla y aceites crudos de petróleo) comprenden el 67,62% de las exportaciones a China, lo que se convierte en un riesgo latente para la economía interna, en la medida que cualquier variación en los precios internacionales del petróleo traería consecuencias directas como en el déficit en la balanza de pagos, entre otros. Dentro de los principales productos restantes que se exportan a China, el 16,27% se concentran en ferroaleaciones (además de desperdicios y desechos de fundición de hierro). Del 11,97% que comprenden las ventas de cobre, sus desperdicios participan con el mayor volumen.
Tener concentrado el 98,16% de las exportaciones en 5 productos evidencia una debilidad del sector exportador colombiano en términos de desaprovechamiento del mayor mercado del mundo. Sin embargo, si no fuera por esta dependencia, la balanza comercial sería aún más deficitaria.
Con China como el segundo socio comercial más importante para Colombia, el país asume el reto de obtener mejores y mayores beneficios del gigante asiático, ya que es un país que produce grandes cantidades, pero que a su vez, consume cifras mayores de las de su producción.
Una de las claves para sacarle provecho en el mediano plazo al comercio con China es trabajar en la adaptación de la oferta exportable colombiana a la demanda de ese país. Es decir, la producción nacional debe estar orientada a satisfacer las necesidades chinas, ya que los consumidores son muy exigentes. Si bien Colombia se destaca por las exportaciones de materias primas, la clave es comenzar a incursionar en otros sectores que sean apetecidos por los chinos, logrando de igual forma adicionar valor agregado en la producción y reducir dependencia de las exportaciones tradicionales.
Se debe igualmente buscar oportunidades para algunos productos en los cuales Colombia sustenta un fuerte liderazgo en términos de ventas internacionales. Un ejemplo que vale la pena rescatar es el del café colombiano. Es claro que este producto hace parte de las exportaciones tradicionales colombianas, pero si analizamos el comercio bilateral de café con China, podríamos estar ante un negocio potencial si lo sabemos aprovechar, ya se podría pensar en incursionar en ese mercado con manufactura de café.
En el 2011, Colombia exportó 437.141 toneladas de café, de las cuales 187.793 toneladas tuvieron como destino EE UU, lo que representó el 42% del total de las ventas internacionales. Las exportaciones a Asia en este mismo año presentan una notable particularidad, ya que Japón y Corea del Sur, consumen volúmenes muy superiores de café que China, teniendo en cuenta el tamaño de su población y la extensión de sus territorios. Japón por ejemplo, con una población de 127 millones de personas, importó en el 2011 casi 10 veces más café que China. Caso similar el de Corea del Sur, con una población de 48 millones de personas, que compró en el exterior casi 3 veces más café durante el mismo periodo.
De las 43.015 toneladas totales de café que China importó del mundo, tan solo 453 toneladas provinieron de Colombia, es decir, solo el 0,11%. Si hacemos una relación con base en la capacidad exportadora de café de nuestro país, el total de las importaciones de café del gigante asiático representa tan solo el 9,8% del total de la producción exportable de café colombiano.
Queda entonces muy clara la concentración de las exportaciones colombianas a China en algunos productos tradicionales, y se debe asumir el reto de ver a este país como un mercado para nuevos productos colombianos. Para llevar a cabo este objetivo, se debe trabajar de manera conjunta entre el sector público y privado, ya que si dentro de las prioridades del Gobierno se logra incorporar el enfoque en la promoción sectorial de alta demanda china, aumentaría de forma significativa la oferta comercial de Colombia para incursionar en el mayor mercado del mundo.
1.Comparar. Asociación Nacional de Comercio Exterior, Boletines 2012.
2.Estos productos se dan con base en Trade Map, cifras de 2011. (Ver tabla)
*Director de Proyectos Internacionales de la Cámara de Comercio e Integración Colombo – China
proyectos@ccolombochina.com