Presión estadounidense se sentirá al final de negociación del TLC
NAFTA, de tabla de salvación a herramienta
Aprovechar al máximo los tiempos de desgravación a 12 y 15 años para fortalecer la productividad de sectores sensibles y convertir las Pymes en proveedoras de empresas internacionalizadas están entre las lecciones aprendidas por México en el acuerdo con EE UU y Canadá.
Desde que el ex ministro de Hacienda, Juan Manuel Santos, expresó que para el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos se debería usar la “camiseta chilena” como punto de referencia para la negociación han sido varios los intentos por demostrar que tipo de acuerdo de los ya negociados le convendría estudiar más al país.
Del planteamiento del expresidente se destaca la propuesta estratégica empleada por México para que el tratado no se convirtiera en el funeral de la pequeña y mediana empresa, que diferente a la asociatividad, esta directamente relacionada con el abastecimiento.
Ella consistió en que las Pymes se convirtieran en proveedoras de insumos de las grandes empresas que habían penetrado en el mercado estadounidense.
Según Gortari la estrategia, sumada a otros incentivos para la producción, permitió que las Pymes no desaparecieran y contrario a lo que se pensaba aumentaran su número en un 75%.
A diferencia de los grandes empresarios, que tienen claros aspectos como nichos de mercado donde son fuertes, disponen de un talento humano competitivo (buen nivel de bilingüismo), técnicas efectivas de producción (donde se cuentan empaques y embalajes de mercancías), estándares de calidad reconocidos por sus compradores e importante innovación en procesos de informática y tecnologías para la expansión de sus compañías, el mayor interés para las Pymes colombianas se encuentra en generar estabilidad a través de un negocio rentable y con un crecimiento sostenible.
Para que las Pymes tengan oportunidad en la internacionalización tendrán que identificar los factores que juegan a favor y en contra de sus empresas, ya que cuando eso se desconoce, las consecuencias pueden ser muy costosas.
El autoconocimiento de hasta donde puede llegar una empresa en línea de producción, así como en incorporación de tecnología para mejorar la rapidez de operación son fundamentales si se desea ser competitivo en un mercado.
Hacia el futuro, como lo ha expresado el presidente de la Asociación Colombiana de Pequeñas y Mediana Industrias (ACOPI), Juan Alfredo Pinto, la asociación es la principal arma con que cuentan las Pymes para equilibrar la balanza en cuanto a ser oferentes en volumen y precio hacia un mercado.
El expresidente Gortari se cuestionó sobre "si el NAFTA fue motivo de optimismo, ¿por qué llegó a ser tan impopular?”.
La respuesta la halló en que parte de este fenómeno tuvo origen en la recesión mexicana de 1995, por lo que las grandes expectativas que despertó el NAFTA se vieron frustradas.
"Pero lo que poco se recuerda es que México se recuperó en un tiempo récord de esa crisis económica, en sólo 18 meses, precisamente por el jalón a las exportaciones que significó el acceso abierto al mercado de Estados Unidos y el aumento en los flujos de inversión", explicó.
El proceso que esta viviendo Colombia cuenta con unas connotaciones parecidas, añadiendo problemas de infraestructura y orden público. Lo importante señala Gortari, es que el mismo proceso sirva, no como tabla de salvación, sino que propicie el desarrollo como una herramienta para la productividad nacional.
Así mismo que los sectores sensibles que sean negociados con tiempos de desgravación superior a 15 años tengan un trabajo al interior que les permita competir a través de la productividad. Esta forma de trabajo jalonaría a otros eslabones de cadena productiva del mismo sector o complementarios.
Como consejo final para los negociadores colombianos, Gortari sugirió trabajar en la forma que se presentará la protección en los sectores sensibles pues los estadounidenses tienen muy claro, como ya lo demostraron con los textos presentados durante la primera ronda de Cartagena, sus intereses ofensivos.
Esto es importante saberlo para evitar sorpresas ya que “en las últimas rondas la presión de sus negociadores se hará sentir”, el gran interrogante se dará en que no les sean visibles las fisuras por las cuales penetrar.
El país está empeñado en asumir un papel más agresivo en la integración dentro del nuevo contexto de multilateralismo. Durante su participación en el Foro, el presidente Álvaro Uribe, propuso iniciar el proceso para un Tratado de Libre Comercio con Centroamérica. “Creo que debemos avanzar en un proceso de conversaciones con todos los países centroamericanos para que de no llegar el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) dentro de un tiempo oportuno, la Comunidad Andina haga el acuerdo con los países centroamericanos”, explicó el Mandatario. Un primer paso para dicho proceso es el acceso de Colombia al Plan Panamá- Puebla, teniendo en cuenta que el país es el eje de integración de Centro y Sur América. La integración, agregó Uribe, es una necesidad pero debe tener legitimación, apoyo popular y por eso se debe buscar a través de un multilateralismo. Para Uribe si bien es cierto que el principal interés de Centroamérica en este momento es concretar el acuerdo con Estados Unidos, se debe comenzar a trabajar en procesos de integración con dicha región y mostrarle los beneficios que ella traería para las dos partes. “Hay mucha preocupación de nuestros sectores empresariales porque han visto en Centroamérica un buen mercado pero con restricciones arancelarias, por eso es importante emprender el camino de un acuerdo”, insistió. |