China
Precios leche de soja y tofu aumentarán por cambio de cultivos de habas al maíz
Las autoridades chinas temen que el precio de productos derivados de la soja como la leche o el tofu, impulsen al alza la inflación tras descender en el 12% interanual la extensión de los cultivos, informó el periódico Global Times.
La superficie total de cultivo de soja en China asciende a 7,6 millones de Hectáreas, 930.000 menos que en el 2009, según la Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo (CNRD), porque muchos campesinos cambiaron al maíz, económicamente más productivo.
Según el diario, en la provincia de Heilongjiang, la principal productora de habas de soja en China, los campesinos ganan USD465 más por Hectárea si cultivan maíz que si plantan soja.
Mientras que los precios del tofu y la leche de soja, principalmente fabricados a partir de habas generalmente no modificadas genéticamente, se elevarán por la escasez, no sucederá lo mismo con los del aceite, que depende fundamentalmente de soja importada, dijo al diario Deng Ningning, de Shanghai CIFCO Futures.
China es el mayor importador del mundo de habas de soja con el 80% del consumo total, pero según estadísticas aduaneras las compras disminuyeron el 8,1% hasta los 23,71 millones de toneladas en el primer semestre del año por la menor demanda de las compañías procesadoras de aceite (que operan a la mitad de su capacidad) ya que el Gobierno puso límite a los precios.
La disminución de la producción anual de habas de soja en EEUU, a quien China compra, también por la reducción de la superficie de cultivos, influirá además en el alza de los precios chinos, dicen los analistas.
En Buenos Aires se anunció el pasado mes de mayo la compra por China de 500.000 toneladas de aceite de soja, la mayor operación comercial de ese producto, según anunció el canciller Héctor Timerman, y el ministro de Comercio de China, Chen Deming, que visitó oficialmente Argentina.
El comercio bilateral entre Argentina y China llegó en el 2010 a unos USD13.000 millones, un 60% más que en el 2009.
China es el segundo socio comercial de Argentina con el 10% de las exportaciones y el 13% de las importaciones, pero el Gobierno de la presidenta Cristina Fernández desea exportarle productos de valor añadido, no solo materias primas.