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TLC desde EE UU

Bloqueo a importaciones de azúcar del DR-Cafta salvó el acuerdo

La promesa hecha por la Casa Blanca, el mes pasado, para bloquear las importaciones de azúcar provenientes de los países del DR-Cafta y México, en el caso de que la industria azucarera se viera amenazada, ganó el número de votos necesarios para que el tratado fuera aprobado en el Senado.

Por: Hogan & Hartson/IP & Abogados*

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La promesa hecha por la Casa Blanca, el mes pasado, para bloquear las importaciones de azúcar provenientes de los países del DR-Cafta y México, en el caso de que la industria azucarera se viera amenazada, ganó el número de votos necesarios para que el tratado fuera aprobado en el Senado estadounidense.

Mientras que los acontecimientos de la pasada XI ronda de negociaciones del tratado de libre comercio (TLC) con EE UU y los países andinos, realizada en Miami, tuvieron una significativa cobertura periodística en Colombia, la conclusión de la reunión no mereció mucha atención en Washington D.C., pues todos los ojos estaban puestos en la votación del DR-Cafta.

De hecho, la administración Bush no quería resaltar los avances en las conversaciones con los países andinos, mientras que durara su lucha por la aprobación del DR-Cafta en la Cámara de Representantes del Congreso de
EE UU. Lo anterior, debido a que complicaría más el asunto, al poner en evidencia que hay otro TLC paralelo al DR-Cafta.

Ciertamente, la ronda hizo progresos, mas no en las áreas controversiales. Dos mesas de negociación fueron cerradas –procedimientos aduaneros y política de competencia–, percibidas generalmente como áreas de discusión no sensibles. Tal vez, el resultado más importante fue el de los negociadores estadounidenses que mostraron algo de movimiento en las de medidas sanitarias y fitosanitarias.

La jefe negociadora de EE UU, Regina Vargo, abandonó Miami en la mitad de la ronda, para regresar a Washington D.C. y empezar el lobby a favor de la aprobación del DR-Cafta en el Congreso.

Lo anterior resalta la importancia que el DR-Cafta tiene para la administración Bush, ya que, aunque el tratado con Centroamérica no represente un comercio significativo para EE UU, su aprobación adquirió un carácter crítico por razones políticas.

El liderazgo de la Cámara efectuó la votación de la ley aprobatoria en la noche del 28 de julio, pues era imperativo darle curso antes del receso del Congreso, en el mes de agosto.

Debido a esta premura, hubo una cantidad de tratos en el Capitolio para intentar “ganar” a los miembros indecisos del Congreso. Se vieron incluso promesas del Representante Comercial Rob Portman, para renegociar ciertas provisiones textiles del DR-Cafta, con el objetivo de convencer a algunos congresistas que representan a los distritos de este sector. Portman expresó, sin embargo, que no discutiría más las provisiones sobre el azúcar.

En las últimas semanas, la administración Bush aseguró a los representantes de los distritos azucareros que el incremento en el acceso de este producto provisto en el DR-Cafta no causaría daño a sus productores.

El “problema del azúcar” o “sugar issue”, como ha pasado a ser conocido en Washington D.C., generó un roce bastante áspero entre la administración y los miembros del Congreso que continuaban sopesando el voto del DR-Cafta desde la óptica de las provisiones azucareras contenidas en el acuerdo.

Una promesa hecha por la Casa Blanca, el mes pasado, para bloquear las importaciones de azúcar provenientes de los países del DR-Cafta y México, en el caso de que la industria azucarera se viera amenazada, ganó el número de votos necesarios, que incluyó los dos senadores de la Florida, para que el tratado fuera aprobado en el Senado.

Sin embargo, esto no aseguró la aquiescencia de los representantes de la Cámara por la Florida, quienes hasta pocas horas previas a la votación, todavía se encontraban indecisos. Varios de los miembros de la Cámara de los Estados del medio oeste, que representan a los cultivadores de remolacha dulce, se opusieron total o parcialmente al DR-Cafta.

TLC desde EE UU: Alianza Hogan & Hartson (Washington), Ibarra Prías & Abogados y Legiscomex.com.

* Textos: Chandri Navarro, Hogan & Hartson(Washington).
Traducción: Natalia Rodríguez, IP & Abogados (Bogotá- Colombia).