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Trozos de pollo de estadounidenses no son bienvenidos

“Exportar pechugas a EE.UU. es utopía”, sostiene presidente de Fenavi

El sector avicultor está en alerta frente al ingreso masivo al país de las partes del pollo que no se consumen en EE.UU. y que se venden a precios irrisorios internacionalmente. Estados Unidos produce 14 millones de toneladas de pollo al año y Colombia 700.00.

Por: Legiscomex.com
Foto cortesía Fenavi

A los estadounidenses sólo les gusta del pollo la pechuga y las alitas. La pierna-pernil o los trozos de pollo, como se conocen en el comercio mundial, no se consumen. Estos productos que son considerados como “cuartos traseros” se despachan a diferentes mercados a precios muy bajos.

Para darnos una idea, mientras un kilo de pechuga en EE.UU. puede costar US$3 uno de piernas llega a US$0.53 centavos.

El detonante de esta situación, aparte del interés de EE. UU. de obtener acceso al mercado colombiano en el marco de un TLC, es el de que se aplique a sus “trozos” políticas arancelarias y de competencia, como ocurre con los productos normales.

Tal vez por estas razones cuando se le pregunta al presidente ejecutivo de la Federación Nacional de Avicultores de Colombia (Fenavi), Jorge Enrique Bedoya Vizcaya, cuales son sus perspectivas para el sector en la negociación con EE.UU., no demora un segundo en responder: “el TLC para la avicultura colombiana es la vida o la muerte según se negocie”.

Aunque Bedoya es optimista sobre los resultados de una negociación equitativa para el sector, considera aconsejable que se particularice en el tema de los trozos de pollo, con un alcance de cadena productiva, por lo que no sería correcto que “los productos que hacen parte de la canasta de esta cadena sean negociados en contraprestación con otros del ámbito agropecuario”.

Para salirle al paso a estas afirmaciones, durante diferentes debates sobre el tema se ha propuesto como alternativa equilibrar la competencia a través de la exportación de pechugas.

La solución, aunque viable en términos económicos, es considerada por el directivo como una “utopía” si se tiene en cuenta que Canadá y México, socios de EE.UU. en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA) no han podido incursionar con éxito a ese mercado a pesar de tener las condiciones sanitarias y comerciales para ello.

Sumando más argumentos a la discusión se encuentra el planteamiento de la senadora y también empresaria con más de 40 años en el sector, Leonor Serrano, para quien existe el peligro de una triangulación de trozos procedentes de EE.UU. que ingresen al mercado colombiano por Ecuador y Perú.

Puede suceder que los dos países andinos, involucrados en la negociación del TLC, importen cuartos traseros estadounidenses para su consumo interno y que de paso “nos inunden el mercado, ya que entre los socios de la CAN los aranceles son de 0%, lo que constituye una triangulación lícita”, afirma.

La lista de damnificados con la virtual contracción del sector avicultor estaría encabezada por la agricultura de granos forrajeros (maíz, soya y sorgo), 75% de cuya producción, cerca de 500 mil toneladas anuales, es adquirida por la avicultura.

Otra afectada sería la industria de alimentos balanceados de marca, de la cual los avicultores son sus principales compradores con un promedio de 1.5 millones de toneladas. El último gran perdedor estaría en la industria farmacéutica veterinaria, cuyas ventas al sector avícola llegan a US$16 millones.

De productores a comercializadores

En un escenario donde exista la penetración de trozos al mercado es necesario cambiar la concepción del negocio. Bedoya cree que se debería dejar de producir pollo para empezar a comercializarse.

Indicadores avícolas


  • El Departamento de Agricultura de Estados Unidos estimó en 3,45% el crecimiento de la producción de pollo para el 2004, pero se cree que será menor, debido a los problemas presentados en Asia por la influenza aviar, que puede reducir la oferta de este continente en más de 10%.

  • Colombia produjo en el 2003, 678.000 toneladas de pollo, las cuales representan 1,3% de la producción mundial.

  • El 27 de febrero del 2004 Colombia restringió las importaciones de productos avícolas procedentes de Estados Unidos, para evitar ingreso de influenza aviar.

  • El producto de mayor importación en Colombia es la pasta de pollo estadounidense, seguido por los pollitos de un día y huevos para incubar.

  • Colombia exporta huevos fértiles de reproductora y pollitos de un día, pues se producen excedentes de genética que se venden en los mercados de Venezuela y Ecuador. En huevo, las exportaciones son más volátiles, pues el ciclo de producción es más largo.

  • De acuerdo con Fenavi, las exportaciones declaradas en Estados Unidos como cuartos traseros de pollo congelados (0207140010), no son registradas por la similar partida en Colombia. Estas ingresan por la posición 1602390090.

  • Colombia incrementó la producción de huevo 9,6% y de pollo 4,5% durante el 2003.

  • Las importaciones de maíz amarillo desde Estados Unidos incrementaron 15% en el 2003. En el mismo periodo las importaciones de maíz amarillo desde Argentina disminuyeron casi 30%.

  • El total de las importaciones de soya se incrementó 36% en el 2003. Las compras de soya paraguaya representaron para nuestro país US$3.372 en el 2003, correspondiente a 38% del total de importaciones de oleaginosas.

  • Los países afectados por la influenza aviar pueden ocasionar grandes problemas al sector avícola mundial, pues en pollo representan más de 25% de la producción y en huevo más de 39%.

  • En el primer mes del 2004, el precio de la soya norteamericana creció 39% frente al mismo mes del año anterior. En Brasil, este incremento llegó a 26%.

    Fuente:Fenavi.

  • Aunque llegar a ese nivel por demandas del mercado, sostiene, obligaría a cerrar todo lo que “no tiene que ver con los fríos”, es decir, plantas de sacrificio, de alimento y granjas.

    Estados Unidos produce actualmente unas 14 millones de toneladas de pollo mientras que Colombia llega a 700 mil. Además una sola empresa como Tyson tiene más del 25% de la producción del pollo en ese país con un volumen mayor al de Colombia.

    A Bedoya le quita el sueño pensar en las lesiones que sufrirá el sector cuya producción supera los US$1.400 millones y ocupa el segundo lugar en la economía agropecuaria desde hace cinco años después de la ganadería (carne y leche).

    La cadena avícola da empleo a 270.000 personas y concentra su mayor producción en el centro del país, Boyacá, Tolima, Huila, Santander, Valle del Cauca. Así mismo en Colombia nacen más de 35 millones de pollitos al mes.

    A la luz de lo que está en juego las expectativas del sector para la segunda ronda de negociaciones en Atlanta (Georgia), uno de los principales estados productores avícolas, se concentran en la forma en que pueden llegar a tratarse temas puntuales.

    Al revisar la historia de la negociación de los acuerdos de Estados Unidos con Marruecos, Chile, CAFTA y NAFTA se llegó a la salida del aumento en los tiempos desgravación, lo que teniendo en cuenta el volumen de producción estadounidense tendría que evaluarse con cuidado en el caso de que se diera con Colombia.

    La posición de los estadounidenses, al menos lo que esperan en el Gremio, es un acceso de cualquier mínimo, máxime con el anuncio de Rusia, uno de los principales compradores de pollo de no seguir importando de EE.UU. en las cantidades actuales.

    Si bien la negociación bilateral entraña un alto riesgo para la avicultura, este será el escenario propicio donde definir condiciones que aseguren equilibrio a futuro entre los países, y en el cual los negociadores colombianos tendrán la tarea de no cometer errores, “fisuras” por donde podrían llegar toneladas de cuartos traseros.