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Competitividad/Estudio

¿Colombia compite?

El país mejora en el ranking de competitividad mundial y se perciben como positivas las políticas gubernamentales implementadas en el último año, sobretodo aquellas que fomentan el comercio exterior.

Por: Legiscomex

4 min.

Todo el tiempo, y en diferentes escenarios, se oye la palabra competitividad:

  • en el trabajo: “se buscan trabajadores competitivos”,
  • en el ámbito empresarial: “la compañía es competitiva”,
  • en los negocios: “se ofrecen precios competitivos”
  • Pero bien, a todas éstas, qué es competitividad? De acuerdo con una presentación llevada a cabo en la Universidad Autónoma Metropolitana de México en enero de este año, la palabra competitividad significa capacidad de competir, lo cual es bastante obvio. Pero etimológicamente la palabra competitividad significa mucho más, significa rivalizar, luchar, combatir. En términos de comparación, la competitividad se mide con base en varios criterios de referencia para determinar la capacidad para hacer algo. Según el expositor, Enrique Martínez Moreno, la competitividad es un concepto clave que aplica en el mundo globalizado donde empresas y países se encuentran en permanente lucha por los mercados. En últimas, la competitividad describe la posición de una empresa o de un país con respecto a sus rivales. Y este es el punto relevante aquí: ¿Hay alguien que mida la competitividad de los países? Pues sí, sí lo hay. El World Competitiveness Yearbook, del Institute for Management Development (IMD), es el estudio anual de más prestigio y profundidad que analiza la competitividad de las naciones, con base en 321 criterios de evaluación agrupados en 4 factores de competitividad:
  • Desempeño económico: en él se recopila toda la información acerca del comportamiento de las variables macroeconómicas del país sujeto de estudio
  • Eficiencia gubernamental: se califican las diferentes políticas adoptadas por cada Gobierno y los sistemas por medio de los cuales se maneja la economía de la nación
  • Eficiencia del sector privado: se someten a valoración los diferentes indicadores de gestión y resultados de la actividad empresarial privada
  • Infraestructura: se evalúan las diferentes condiciones de desarrollo de la economía, desde su capacidad material hasta sus recursos humanos
  • El anuario de competitividad evalúa estos criterios en una escala de 1 a 100 puntos, y obtiene la información de las entidades gubernamentales de cada país analizado, así como de estudios de otros organismos internacionales, entre otras fuentes.

    Colombia en el ranking

    Colombia hace parte de las 59 economías incluidas entre estudio, y hay una buena noticia: según el estudio de competitividad, el país mejoró su desempeño general con respecto al año anterior, pasando del puesto 20 al puesto 16, dentro de las 30 economías estudiadas con más de 20 millones de habitantes. En cuanto a los países latinoamericanos, Colombia se encuentra por encima de Brasil (21), México (24), Argentina (29) y Venezuela (30). Sin embargo, la calificación para Colombia en cuanto a su desempeño económico, deja mucho qué desear. En este factor de competitividad, Colombia pasó de ocupar el puesto 20 en 2002 a ocupar el puesto 21 este año, siendo el comercio internacional la subcategoría de peor comportamiento (último puesto entre las 30 economías analizadas con más de 20 millones de habitantes).

    La capacidad del país para atraer inversión extranjera tampoco se califica bien, puesto que Colombia se ubica en el puesto 20 en esta categoría. Sin embargo aspectos que para los inversionistas extranjeros son importantes a la hora de evaluar una economía, relacionados con la estabilidad gubernamental, mostraron un buen desempeño dentro del estudio del IMD. En el factor de eficiencia gubernamental, Colombia se ubica este año en el puesto 11, su mejor posición en los últimos 5 años.

    Si bien, de acuerdo con el estudio, Colombia tiene falencias en cuanto al manejo de sus finanzas públicas y la labor social del Estado, se reconocen los esfuerzos del país en cuanto al manejo de su política fiscal y sobre todo, se destaca su evolución en la disponibilidad de un marco institucional y legislativo que facilite los negocios y que efectivamente se traduzca en competitividad. Pero aunque la evolución del Estado como facilitador de la competitividad se reconoce en el estudio, la eficiencia del sector privado se ve un poco comprometida. En este factor, el país pasó de ocupar el puesto 15 del ranking a ocupar el puesto 18. La productividad aparece como una debilidad, al igual que la falta de actitud y valores de la sociedad para apoyar la competitividad. Lo anterior no sorprende, si se analiza que un factor clave para el incremento de la productividad, la infraestructura (básica, tecnológica, científica, salud y educación), muestra un bajo desempeño en el país.

    Fortalezas que apoyan el comercio exterior

    Igual pasa con el comercio exterior: en general, de acuerdo con el estudio, Colombia no es competitiva en cuanto al valor y al crecimiento de las exportaciones de bienes, pero llama la atención que sí tiene una buena calificación en cuanto al crecimiento real de las exportaciones de servicios, donde ocupa el puesto 11. Adicionalmente, el estudio permite adivinar que las fortalezas que se muestran en materia de emprendimiento empresarial, deben verse traducidas en el futuro cercano, no solo en un mejor comportamiento de la economía doméstica, sino también del comercio internacional. De acuerdo con el anuario, algunas de las más importantes fortalezas en este aspecto son la competitividad de los gerentes colombianos (puesto 2 entre 30 economías), la credibilidad de los mismos (puesto 4), su experiencia en el ámbito internacional (puesto 6), el reconocimiento de los empresarios colombianos como emprendedores (puesto 8), y los costos favorables de la fuerza laboral en el sector manufacturero, con respecto a otros países (puesto 8).

    Otro factor con gran incidencia en el comercio exterior de un país, más hoy en día donde el acceso a tecnologías es tan importante para las empresas que apunten a participar en este mundo global, es justamente todo lo relacionado con telecomunicaciones. En este punto, el anuario de competitividad muestra la inversión en telecomunicaciones como porcentaje del PIB como una fortaleza del país (puesto 6).

    Es cierto que una debilidad importante que aparece en el estudio es el número de usuarios de Internet por cada 1.000 habitantes (puesto 27), pero iniciativas gubernamentales como la Agenda de Conectividad (que se propone que Colombia aproveche el uso de las tecnologías de la información para su desarrollo económico, social y político), deben tender a cambiar esta situación.

    Retos para el futuro

    El anuario de competitividad hace un análisis de lo que pasaría con cada una de las economías estudiadas si sus variables más débiles se reemplazaran con los valores promedio de todo el grupo. Para el caso de Colombia, el país pasaría de ocupar el puesto 16 a ocupar el puesto 13 si los encargados de la política gubernamental se enfocan en el mejoramiento de variables como la disminución de la tasa de desempleo, el fomento de la investigación y el desarrollo, el acceso a tecnologías por parte de un mayor porcentaje de la población, y la elaboración y aplicación de políticas que fomenten un mayor valor en las exportaciones de bienes. Todo lo anterior enmarcado en un contexto donde se vea garantizado el orden público, de tal manera que la imagen internacional del país sea menos negativa, y que la globalización se convierta en una oportunidad y no una amenaza para el país. En conclusión, Colombia afronta problemas en términos de competitividad relacionados principalmente con su sistema de valores, la inadecuada infraestructura para la puesta en marcha de proyectos y el bajo acceso a tecnologías. Pero sin duda aparece como alumno aventajado a los ojos del estudio en materia de políticas gubernamentales adecuadas y legislación tendiente al fomento de los negocios, y sobretodo, en la disponibilidad de un recurso humano que se considera como un factor de alto desempeño, entre otras cosas, por la oferta de ejecutivos muy competentes en puestos gerenciales, en comparación con otras economías de la región que fueron analizadas en el estudio de competitividad.