Competitividad/Estudio
¿Colombia compite?
El país mejora en el ranking de competitividad mundial y se perciben como positivas las políticas gubernamentales implementadas en el último año, sobretodo aquellas que fomentan el comercio exterior.
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Todo el tiempo, y en diferentes escenarios, se oye la palabra competitividad:
Colombia hace parte de las 59 economías incluidas entre estudio, y hay una buena noticia: según el estudio de competitividad, el país mejoró su desempeño general con respecto al año anterior, pasando del puesto 20 al puesto 16, dentro de las 30 economías estudiadas con más de 20 millones de habitantes. En cuanto a los países latinoamericanos, Colombia se encuentra por encima de Brasil (21), México (24), Argentina (29) y Venezuela (30). Sin embargo, la calificación para Colombia en cuanto a su desempeño económico, deja mucho qué desear. En este factor de competitividad, Colombia pasó de ocupar el puesto 20 en 2002 a ocupar el puesto 21 este año, siendo el comercio internacional la subcategoría de peor comportamiento (último puesto entre las 30 economías analizadas con más de 20 millones de habitantes).
Si bien, de acuerdo con el estudio, Colombia tiene falencias en cuanto al manejo de sus finanzas públicas y la labor social del Estado, se reconocen los esfuerzos del país en cuanto al manejo de su política fiscal y sobre todo, se destaca su evolución en la disponibilidad de un marco institucional y legislativo que facilite los negocios y que efectivamente se traduzca en competitividad. Pero aunque la evolución del Estado como facilitador de la competitividad se reconoce en el estudio, la eficiencia del sector privado se ve un poco comprometida. En este factor, el país pasó de ocupar el puesto 15 del ranking a ocupar el puesto 18. La productividad aparece como una debilidad, al igual que la falta de actitud y valores de la sociedad para apoyar la competitividad. Lo anterior no sorprende, si se analiza que un factor clave para el incremento de la productividad, la infraestructura (básica, tecnológica, científica, salud y educación), muestra un bajo desempeño en el país.
Igual pasa con el comercio exterior: en general, de acuerdo con el estudio, Colombia no es competitiva en cuanto al valor y al crecimiento de las exportaciones de bienes, pero llama la atención que sí tiene una buena calificación en cuanto al crecimiento real de las exportaciones de servicios, donde ocupa el puesto 11. Adicionalmente, el estudio permite adivinar que las fortalezas que se muestran en materia de emprendimiento empresarial, deben verse traducidas en el futuro cercano, no solo en un mejor comportamiento de la economía doméstica, sino también del comercio internacional. De acuerdo con el anuario, algunas de las más importantes fortalezas en este aspecto son la competitividad de los gerentes colombianos (puesto 2 entre 30 economías), la credibilidad de los mismos (puesto 4), su experiencia en el ámbito internacional (puesto 6), el reconocimiento de los empresarios colombianos como emprendedores (puesto 8), y los costos favorables de la fuerza laboral en el sector manufacturero, con respecto a otros países (puesto 8).
Es cierto que una debilidad importante que aparece en el estudio es el número de usuarios de Internet por cada 1.000 habitantes (puesto 27), pero iniciativas gubernamentales como la Agenda de Conectividad (que se propone que Colombia aproveche el uso de las tecnologías de la información para su desarrollo económico, social y político), deben tender a cambiar esta situación.
El anuario de competitividad hace un análisis de lo que pasaría con cada una de las economías estudiadas si sus variables más débiles se reemplazaran con los valores promedio de todo el grupo. Para el caso de Colombia, el país pasaría de ocupar el puesto 16 a ocupar el puesto 13 si los encargados de la política gubernamental se enfocan en el mejoramiento de variables como la disminución de la tasa de desempleo, el fomento de la investigación y el desarrollo, el acceso a tecnologías por parte de un mayor porcentaje de la población, y la elaboración y aplicación de políticas que fomenten un mayor valor en las exportaciones de bienes. Todo lo anterior enmarcado en un contexto donde se vea garantizado el orden público, de tal manera que la imagen internacional del país sea menos negativa, y que la globalización se convierta en una oportunidad y no una amenaza para el país. En conclusión, Colombia afronta problemas en términos de competitividad relacionados principalmente con su sistema de valores, la inadecuada infraestructura para la puesta en marcha de proyectos y el bajo acceso a tecnologías. Pero sin duda aparece como alumno aventajado a los ojos del estudio en materia de políticas gubernamentales adecuadas y legislación tendiente al fomento de los negocios, y sobretodo, en la disponibilidad de un recurso humano que se considera como un factor de alto desempeño, entre otras cosas, por la oferta de ejecutivos muy competentes en puestos gerenciales, en comparación con otras economías de la región que fueron analizadas en el estudio de competitividad.