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Precio del maíz continúa al alza

El costo de los graneles sólidos seguiría incrementándose en los próximos meses

Aunque en el corto plazo se prevé estabilidad en el precio de graneles como el trigo y la soya, en el mediano y largo plazo la elaboración de biocombustibles, el valor del petróleo y las restricciones a las exportaciones pueden aumentar considerablemente el costo de estos productos.

Por: Legiscomex.com

Desde el 2002, los precios de los alimentos y otras materias primas han aumentado en un 145%. Para Joaquín Vial, economista jefe de Tendencias Globales del Servicio de Estudios Económicos de BBVA, esta tendencia está directamente asociada con el ‘apetito’ de los países emergentes, la preferencia de China por la carne y la creciente demanda de etanol (maíz) y de biodiesel (trigo, soya y colza).

A estos factores se suman los problemas en las cosechas del año pasado en Australia, Canadá y Europa que, a pesar de ser un fenómeno coyuntural e inesperado, tuvieron un impacto muy fuerte en la oferta de alimentos, y las restricciones de países exportadores, que buscan asegurar el abastecimiento en sus mercados internos, lo cual ha afectado la oferta mundial de los mismos.

Argentina, por ejemplo, prohibió buena parte de sus exportaciones de carne y Egipto, Camboya y Vietnam no están realizando venta internacional de arroz. En otros casos, se han incrementado los precios mínimos como lo hizo India con el arroz.

No obstante, para el experto, detrás de toda esta problemática existe una tendencia subyacente en que el consumo ha excedido a la producción a lo largo de la presente década, tendencia que se puede agravar en los próximos años si se tiene en cuenta el gran tamaño de China, el creciente número de consumidores con alto poder adquisitivo en naciones asiáticas como India y otros países emergentes y la disponibilidad de agua y tierras fértiles.

En esa medida, y como se observa en la siguiente gráfica, los inventarios de graneles como el maíz, el trigo y el arroz continuarán disminuyendo, mientras que el consumo se incrementará aceleradamente.

Gráfica 1: Evolución de los inventarios mundiales de granos en relación al consumo

En el caso del maíz la situación tampoco es alentadora. Según cifras de la consultora internacional FCStone, la producción mundial de maíz está cercana a los 775 millones de toneladas, de los cuales China produce 153 millones y consume 157 millones, en donde se puede observar que la producción está siendo inferior al consumo.

Según Sergio Dettmer, socio de esta firma, para el 2008 solo existe un 13% seguro de abastecimiento, sin contar con la producción de este año, debido a que una tercera parte del maíz que se cultiva se destina a la fabricación de etanol.

Esta situación no ha sido ajena a la región Andina, ya que todos los países de la zona son altamente dependientes de la importación de alimentos, especialmente de la de granos. No obstante, la gran ventaja, según coinciden los analistas, es que estas naciones están resguardadas por la estacionalidad y por vecinos con altos excedentes de exportación y, por ende, la vulnerabilidad frente la escasez depende de la producción local, de su capacidad de compra y de la habilidad para reducir costos en el transporte de este tipo de productos.

Gráfica 2: Importación como proporción del consumo de países andinos

¿Continuarán al alza los precios de los alimentos?

Saber si los precios del trigo, el maíz y la soya continuarán en ascenso en los próximos meses es un tema que hoy ‘trasnocha’ a gobernantes, empresarios y a la población en general, que ven en este fenómeno una amenaza para la seguridad alimentaria.

Un estudio realizado recientemente por el Banco Mundial (BM) sostiene que de seguirse utilizando el maíz como insumo para el etanol, los precios de este grano continuarán subiendo, ya que “la asignación de este cereal para la producción de biocombustibles es responsable del 75% del precio de los alimentos desde el 2002, lo que ha llevado a más de 100 millones de personas bajo el umbral de la pobreza y ha provocado disturbios en varios lugares del planeta”.

Según Don Mitchell, economista que lideró el estudio del BM, sin el auge de los biocombustibles, las reservas mundiales de trigo y maíz no habrían decrecido de forma considerable y los incrementos debidos a otros factores habrían sido moderados.

El informe prácticamente descarta que la tendencia se pueda revertir, si además continúa subiendo el precio del petróleo, lo que impulsa aun más el desarrollo de biocombustibles a base de maíz o soya.

Por su parte, el Departamento de Estudios Económicos del BBVA prevé que factores como el incremento en la producción reducirán en el futuro inmediato la presión actual sobre los precios de los alimentos. Sin embargo, sostienen que estos mantendrán valores más altos que los observados en la década de los noventa.

Para Sergio Dettmer, de la consultora FCStone, el 2008 se perfila como un mejor año para la producción de graneles con respecto al 2007, en el que varios factores confluyeron para que se presentara escasez y altos precios.

Por ejemplo, en el caso del trigo se prevé que este año la producción llegue a 675.000 millones de toneladas lo que le permitirá a EE UU, la Unión Europea (UE), Australia, Argentina y Canadá, considerados los cinco principales exportadores de este grano, rehacer sus inventarios.

Sin embargo, advierte que el precio del trigo bajará tanto como el del maíz lo permita, ya que si llega a haber escasez de este último es probable que se dispare el valor.

Gráfica 3: Histórico de precios del trigo de Chicago

Otro de los granos cuyo precio se ha disparado ha sido la soya, debido a su uso en la elaboración de los biocombustibles (biodiesel) y en la alimentación de bovinos de China y Europa.

Por eso, aunque se espera que la producción de aceite de soya llegue en el 2008 a 38,3 millones de toneladas, los precios podrían subir si se incrementa el valor del petróleo, ya que esto implicaría destinar una mayor cantidad de grano a la elaboración de biodiesel.

Gráfica 4: Uso del aceite de soya para biodiesel en EE UU

En el caso del maíz, aunque se prevén precios más bajos debido a un incremento de la producción, Dettmer sostiene que esto solo será posible si la época invernal cesa y no malogra los cultivos. Pero, en el largo plazo, la tendencia seguiría al alza si EE UU cumple su proyecto de producir 36.000 millones de galones de etanol en el 2020. “Si el Gobierno estadounidense continúa con esta iniciativa posiblemente en el futuro no habrá maíz para el consumo humano en ese país”, sostiene.