Integración económica
Quedan acuerdos de libre comercio rehenes de la TAA
A escasas semanas del inicio del receso legislativo de agosto, los acuerdos de libre comercio pendientes con Colombia, Panamá y Corea del Sur quedaron rehenes de las divisiones entre Demócratas en el Congreso y la Casa Blanca, y de Republicanos sobre el futuro de la Ley de Ajuste Comercio (TAA, por su sigla en inglés), aunque prevalece un cauto optimismo sobre la posibilidad de un acuerdo político relativamente pronto.
"El mayor obstáculo, y es un escollo sustancial, es sin duda la exigencia de condicionar los acuerdos de libre comercio a la extensión del TAA. Eso está afectando todo el calendario de ratificación", dijo a Legiscomex.com una fuente republicana de la Cámara de Representantes. "Además algunas de las partes presentes en las negociaciones siguen moviendo la línea de llegada en varios asuntos, cuando lo importante es tener aprobados estos acuerdos en julio por la necesidad que tiene el país de crear empleos y abrir mercados", señaló la fuente.
La queja de algunos republicanos se centra en la decisión de Obama de buscar la extensión de la TAA como parte del paquete de los acuerdos de libre comercio, a pesar de que la TAA no es parte integral de los pactos y que desde 1974 se ha aprobado de manera separada como parte de la Autoridad de Promoción Comercial (TPA, por su sigla en inglés).
Tanto el líder de la minoría Republicana del Senado, Mitch McConnell, como el veterano senador de Utah, Orrin Hatch pidieron a Obama quitar al TAA de la mesa de negociaciones pero la Casa Blanca mantiene la condición de que su renovación es necesaria para completar la ratificación del os tres acuerdos de libre comercio pendientes. Más aún, Republicanos del Senado amenazaron con bloquear la nominación del elegido del presidente Obama para secretario de comercio, John Bryson, hasta que la Casa Blanca envíe los tres acuerdos pendientes sin la TAA.
En contraste, una fuente Demócrata del Senado defendió la importancia de incluir el TAA, a pesar de su costo de USD1.000 millones anuales, como parte de las protecciones laborales a los trabajadores desplazados por el libre comercio y aseguró que las negociaciones no están estancadas. "Es correcto que aún no tenemos un acuerdo, pero estamos haciendo buenos progresos", dijo a Legiscomex.com.
Así mismo, un grupo de 41 senadores demócratas pidió al presidente Obama no ceder en la exigencia de renovar la TAA en su versión ampliada, que incluye protección a trabajadores en el sector de servicios, a pesar de la oposición de los Republicanos a su costo. “El Congreso no debe considerar nuevos acuerdos comerciales antes de renovar las protecciones”, dijo su patrocinadora, la senadora Demócrata de Michigan Debbie Stabenow.
Las pláticas sobre la TAA incluyen principalmente a funcionarios de la Representación Comercial de la Casa Blanca, así como a los titulares de los Comités de Medios y Procedimientos de la Cámara de Representantes, presidido por el Republicanos de Michigan Dave Camp, del subcomité de Comercio que encabeza el Republicanos de Texas Ken Brady, así como del Comité de Finanzas del Senado que encabeza el Demócrata de Montana Max Baucus.
Aunque fuentes cercanas a las negociaciones indicaron que las discusiones se movieron a los participantes de más alto nivel, lo cierto es que ni el Comité de Medios ni el de Finanzas han calendarizado las llamadas “ votaciones de ensayo" que preceden el envío formal de los acuerdos al Congreso y la votación real.
Ron Kirk, el representante comercial de Obama, reportó esta semana durante la reunión de la Conferencia Nacional de Alcaldes que las discusiones se llevan a cabo diariamente y que las diferencias se han "angostado sustancialmente", pero instó a los congresistas a cerrar el círculo en torno a la extensión de la Ley de Ajuste Comercial. "Estamos urgiendo al Congreso a concretar el acuerdo sobre la TAA para que no se retrasen los acuerdos".
Al coro de presión se sumó el secretario del Tesoro Timothy Geithner quien destacó que ambas partes se encuentran en la "última fase de la negociación" de la legislación y sostuvo que la importancia de los tres acuerdos rebasa su impacto potencial en el crecimiento de las exportaciones de EE UU.
"Tienen una mayor importancia que eso", dijo en un foro organizado por The Wall Street Journal. "Nos permiten tener la capacidad de negociar acuerdos más amplios con Asia, una de las zonas de más rápido crecimiento del mundo, que van a ser muy importantes para sostener el muy saludable crecimiento de las exportaciones que hemos visto en la etapa inicial de la recuperación", argumentó.
En el trasfondo de las negociaciones entre Demócratas y Republicanos sobre la TAA, los partidarios y opositores de los acuerdos de libre comercio mantienen una intensa campaña de cabildeo público y privado, en especial en torno al acuerdo de Colombia, el más polémico de los tres, toda vez que ha sido ligado a temas judiciales internos colombianos.
Ciertamente los opositores del acuerdo han sido más visibles. Un grupo de sindicalistas colombianos que viajó a Washington este mes en medio de las negociaciones finales apeló al Congreso estadunidense a proceder con cautela en la aprobación de los acuerdos de libre comercio, hasta en tanto se demuestra el efecto de los compromisos del gobierno del presidente Juan Manuel Santos en la procuración de justicia en los casos de líderes sindicales.
En apoyo, el presidente de la American Federation of Labor-Congress of Industrial Organizations (AFL-CIO) Richard Trumka recordó que 51 sindicalistas colombianos fueron asesinados en el 2010 en Colombia. “No tengo la menor duda de que si 51 presidentes de empresas hubieran sido asesinados en Colombia el año pasado, este acuerdo quedaría en una vía muy lenta”, dijo Trumka al recibir a los sindicalistas colombianos. “Nuestro mensaje es muy simple, no es momento de proceder con el acuerdo”.
En la otra esquina, tanto el gobierno de Colombia como la Cámara de Comercio de EE UU (USCC, por su sigla en inglés), el organismo más grande del mundo, mantienen sus esfuerzos en respaldo a la pronta ratificación del acuerdo, bajo el argumento de que Colombia hizo su parte y ahora le corresponde a EE UU.
Tom Donohue, el presidente de la USCC, generó de hecho confusión cuando declaró el pasado 14 de junio que los negociadores Demócratas y Republicanos estaban a “mínima distancia” de lograr un acuerdo e incluso se declaró optimista de que pudieran ser aprobados para el 1° de julio, una proyección que difícilmente se materializará.
El apresuramiento de los empresarios estadounidenses obedece a que el primer día de julio está prevista la entrada en vigor de los acuerdos de Colombia con Canadá y con la Unión Europea (UE).
“La economía estadunidense no puede darse el lujo de recibir este golpe”, señaló el vice presidente de la empresa CHC, la más grande cooperativa de EE UU propiedad de granjeros, Mark Palmquist. “Urgimos a los senadores Max Baucus y Jon Tester a aprobar el acuerdo con Colombia, así como los otros con Corea del Sur y de Panamá tan pronto como sea posible”.