Preferencias arancelarias
Optimismo por la renovación de la Atpdea en EE UU
La renovación de la Atpdea es apoyada por la Casa Blanca pero la decisión final recae en los comités del Congreso, en momentos que la atención del legislativo estadounidense está centrada en las elecciones del 2 de noviembre, que renuevan los 435 escaños de la Cámara de Representantes y la tercera parte del Senado.
Un nuevo estudio de la Comisión Internacional de Comercio (Usitc, por su sigla en inglés) arrojó dudas sobre la relevancia de la Ley de Preferencias Comerciales Andinas y Erradicación de Drogas (Atpdea, por su sigla en inglés) tanto en el comercio actual y futuro con Colombia, Ecuador y Perú, como en su efecto en la sustitución de cultivos de coca, a pesar de lo cual existen expresiones de optimismo entre países beneficiarios que será renovada con el apoyo de legisladores clave y de la administración Obama.
“Estamos muy optimistas al respecto y sabemos que nuestras delegaciones están haciendo un gran esfuerzo. Ecuador vería con my buenos ojos está renovación y yo estoy segura de que así se realizaría”, dijo la ministra de Economía ecuatoriana Katiuska King, en el marco de una reciente visita a Washington, en la cual defendió los esfuerzos antidrogas del Gobierno del presidente Rafael Correa.
Una fuente legislativa del Senado dijo a Legiscomex.com que existe una posibilidad de que la Atpdea pueda ser objeto de voto antes de su expiración el 31 de diciembre, cuando el Congreso regrese del receso con motivo de las elecciones, pero reconoció que por el momento no existe una calendarización formal. “Existe una posibilidad… pero es muy temprano para hablar de calendario”, dijo la fuente.
La renovación de la Atpdea es apoyada por la Casa Blanca pero la decisión final recae en los comités del Congreso, en momentos que la atención del legislativo estadounidense está centrada en las elecciones del 2 de noviembre, que renuevan los 435 escaños de la Cámara de Representantes y la tercera parte del Senado, además de legislaturas estatales y un puñado de gubernaturas.
“La administración Obama respalda plenamente el programa de la Atpdea y ha trabajado para implementar plenamente sus disposiciones (pero) los programas de preferencias comerciales recaen bajo la autoridad del Congreso”, señaló un funcionario de la Representación Comercial de la Casa Blanca (USTR, por su sigla en inglés) a unas semanas de la expiración del programa.
La Atpdea está en vigor desde el 2002 y es una continuación de la Ley de Preferencias Comerciales Andinas (ATPA, por su sigla en inglés), uno de los pilares de la estrategia de Washington para dotar a la región de opciones económico desde 1991. En junio del 2009, la administración Obama suspendió los beneficios del Atpdea a Bolivia por su falta de cooperación en la lucha antidrogas, por lo que solo está vigente para Colombia, Ecuador y Perú.
“El Congreso decidirá si extiende los programas más allá de finales del año, para cuáles países y por cuánto tiempo. Cualquier extensión se originará en los comités responsables de Comercio: el Comité de Medios y Procedimientos (en la Cámara de Representantes) y el del Senado”, señaló el funcionario de la administración Obama.
El presidente del Comité de Medios, el Demócrata Sander Levin ha dejado en clara la importancia de la revisión tanto del Atpdea como del Sistema Generalizado de Preferencias (SGP) , que fueron objeto de una extensión de un año. Más aún, el presidente del Comité de Finanzas del Senado Max Baucus, apoya la necesidad de su duración sea de cinco años, para eliminar la incertidumbre que la renovación anual crea entre inversionistas.
Sin embargo, la renovación de la legislación enfrenta aún obstáculos. La Atpdea, como todo proyecto de ley que implica una pérdida de ingresos para EE UU que requieren ser compensados presupuestalmente. Su costo el año pasado fue de USD785 millones, que fueron cubiertos con una extensión de tarifas aduanales. La propuesta de su extensión por cinco años implicaría por ello compensar más de USD4.000 millones.
Además el estudio de la Ustic, que forma parte de la obligación legal de evaluación de impacto, sostiene que el ATPA ha tenido a 19 años de su entrada en vigor un “efecto mínimo” en general en la gran mayoría de industrias de EE UU y de consumidores, una situación que se mantuvo a lo largo del 2008 y el 2009, cuando fue renovada por un año más y una fecha de expiración del 31 de diciembre del 2010.
“Las importaciones bajo el ATPA de rosas frescas y crisantemos frescos proveyeron los más significativos beneficios a los consumidores estadounidenses a través de precios más bajos, como resultado de su tratamiento libre de aranceles. Para los productores estadounidense, el efecto adverso más significativo de las preferencias arancelarias ocurrió como resultado de una reducción de la producción doméstica en las industrias que producen crisantemos”, señaló la Ustic.
En relación con el objetivo original del concepto del ATPA, es decir, servir como mecanismo de apoyo a la reducción ilícita de coca y la promoción de la sustitución de cultivos en los países andinos, la Ustic concluye en su impacto ha continuado siendo “pequeño y mayormente indirecto”.
“Aunque el área de tierra dedicada al cultivo de coca aumentaron en Bolivia en el 2009 y en Perú, en el 2008, el área de cultivo de coca en Colombia decreció sustancialmente en el 2008 (de acuerdo con los datos más recientes), los gobiernos de EE UU y de otros países continúan creyendo que el ATPA contribuye a los objetivos antidrogas y de asistencia económica estadounidenses, aunque de manera indirecta, en la medida que ofrece alternativas económicas sustentables a la producción de cultivos de drogas en los países beneficiarios”, sostuvo el reporte.
En suma, el reporte de la Ustic sostiene que los probables efectos futuros del ATPA “seguramente será mínimos: conforme la desaceleración global y la incertidumbre sobre su renovación enfriaron las inversiones para producir exportaciones elegibles bajo estas preferencias”.
“Se espera que las inversiones hechas en Colombia y Ecuador generen las mayores exportaciones futuras a EE UU bajo este mecanismo, porque Bolivia se encuentra suspendido y la mayoría de las inversiones en Perú afectarán probablemente a EE UU bajo el Acuerdo de Promoción Comercial Perú-EE UU más que a través del Atpdea”, concluyó la Ustic.
Ecuador ha sido el Gobierno más visible en sus esfuerzos públicos por lograr la renovación de la Atpdea, no solo a través de la visita de la ministras de Economía, sino de una delegación de hombres de negocios de la Cámara Americana de Comercio en Ecuador. La estrategia ecuatoriana se ha centrado en promover la actuación oficial en la lucha antidrogas, mientras que el sector privado ha resaltado la importancia de la Atpdea para el comercio y desarrollo.
“Veríamos de muy buena manera la renovación de la Atpdea, sobre todo porque hemos realizado ingentes esfuerzos por el tema de las incautaciones de drogas. En el 2008 nos encontramos en el octavo lugar en incautaciones de drogas, nuestros esfuerzos en ese sentido han sido amplios y solo en el 2009 se incautaron 69 toneladas i”, sostuvo King durante su visita a Washington.
Al igual que Colombia, Ecuador percibe a la Atpdea como un puente o una transición a un acuerdo de comercio bilateral. En el caso ecuatoriano, el Gobierno de Correa alude a un acuerdo para el desarrollo que es un tratado más amplio que incorpora el dialogo político y cooperación, pero al mismo tiempo establecería las limitaciones dentro del marco constitucional de Ecuador.
Pero la campaña de Ecuador recibió un balde de agua fría por parte de la Cámara de Comercio de EE UU (USCC, por su sigla en inglés), el mayor organismo empresarial del mundo y que apoya la extensión de la AtpdeA para Colombia, Perú y Ecuador, tiene reservas en el caso de este último.
“El actual patrón de fallas de Ecuador para respetar el estado de derecho, la propiedad privada y la santidad de los contratos genera serias preguntas sobre si el país satisface el criterio de elegibilidad. Algunos de estos asuntos fueron hechos notar en el Reporte Presidencial al Congreso del 30 de junio del 2009 sobre los criterios, así como en la Declaración de Clima de Inversiones del Departamento de Estado del 2009 en relación con Ecuador. Desde el punto de vista de la USCC, el estado de derecho se ha continuado deteriorando y Ecuador ha seguido ignorando sus compromisos internaciones en inversiones”, señaló el vicepresidente de la USCC Bruce Josten en una carta al Congreso estadounidense.
Con todo, la USCC considera que un fracaso en la renovación de la Atpdea crearía un hueco en la relación comercial que podría socavar los esfuerzos antidrogas de EE UU y resultar en más oportunidades perdidas entre EE UU y Colombia. En este caso, Josten hizo notar que el escenario ideal es que el Congreso ratifique el pendiente acuerdo de libre comercio entre EE UU y Colombia, que sigue en el limbo legislativo pese a haber sido firmado desde el 2006.
Aún no está claro si la Atpdea será objeto de voto en la sesión extraordinaria de sesiones del Congreso, prevista a realizarse a mediados de noviembre, después de las elecciones o si deberá espera al nuevo Congreso, que inicia en enero del 2011. Si la renovación de las preferencias tuviera que esperar, analistas coinciden en que los Republicanos, menos hostiles al libre comercio que los liberales estadounidenses, tienen amplias posibilidades de ganar al menos 40 escaños en los comicios y logar así recuperar el control de la Cámara de Representantes, así como por lo menos acortar la ventaja de los Demócratas en el Senado.